El PSOE ofreció a Ciudadanos, tras su debacle electoral del pasado 10 de noviembre, la posibilidad de acceder a cargos en los segundos y terceros niveles de la Administración a cambio de su "sí" en la investidura de Pedro Sánchez, según ha podido saber El Independiente. Además, los socialistas expresaron su disposición a hacerles hueco en la mesa del Congreso y en la presidencia de algunas comisiones parlamentarias, al objeto de "impulsar" a la formación naranja, en sus momentos más flojos y huérfana de liderazgo tras la dimisión de Albert Rivera.

Fueron el secretario de Organización de Ferraz y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, los encargados de hacer llegar, una semana después de las elecciones, este mensaje al que todavía por aquel entonces era "número dos" de Ciudadanos y hoy secretario general de la gestora, José Manuel Villegas. Según los cálculos socialistas, los diez "síes" de la formación naranja permitían a Sánchez superar la investidura "sin depender de ERC". En todo caso, suponía para Ciudadanos el trágala de entrar en una administración gobernada por una coalición PSOE-Unidas Podemos, cuando apenas unos meses antes podrían haber hecho a Albert Rivera vicepresidente del Gobierno.

Este miércoles, la más que previsible sucesora de Rivera, Inés Arrimadas, se ha puesto en contacto con los presidentes de los ejecutivos castellanomanchego y aragonés, Emiliano García Page y Javier Lambán, respectivamente, para pedirles que "frenen" el acuerdo con los independentistas y apelado "a su sentido de Estado", según ha dado a conocer Cs. No ha podido ser con el extremeño Guilllermo Fernández Vara porque se ha negado a hablar con ella, según las mismas fuentes.

Sin embargo Fernández Vara y Susana Díaz le ha respondido vía Twiter. "Arrimadas lo tiene muy fácil . En vez de llamar tanto, que vote a favor de la investidura de Pedro Sánchez y asunto resuelto", escribía el presidente de la Junta extremeña en la red social Twitter. Y Díaz no se quedaba atrás: "Menos llamadas telefónicas a los socialistas y más apoyar la investidura de @sanchezcastejon con los votos de @CiudadanosCs y dejar de bloquear el Gobierno que #España necesita".

Asismismo, Arrimadas ha mantenido una conversación telefónica con el líder del PP, Pablo Casado; con la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, con el de Teruel Existe, Tomás Guitarte, y con el del PRC, José María Mazón, formación que ha decidido votar en contra de la investidura tras conocer el contenido del acuerdo entre el PSOE y ERC.

Además, a cambio del apoyo en la investidura, los socialistas ofrecieron a Ciudadanos hacer alcaldesa de Madrid a Begoña Villacís, tal y como adelantó este medio. En todo caso, la propuesta no resultaba del todo nueva. Ya después de las elecciones locales y autonómicas del 26 de mayo y a modo de "ensayo general" de una colaboración futura entre PSOE y Ciudadanos, los socialistas pusieron sobre la mesa Madrid otros ayuntamientos como Alicante. En definitiva, alcaldías importantes de capitales de provincia donde ambos partidos sumaban mayoría.

Tras el 26-M el PSOE intentó un "ensayo general" con Cs en Ayuntamientos y Comunidades

No obstante, Rivera prefirió tener de socio preferente al PP, haciendo alcalde a José Luis Martínez Almeida y presidenta de la Comunidad madrileña a Isabel Díaz Ayuso además de otros pactos autonómicos como los de Castilla y León o Murcia. Eran los tiempos en los que Rivera aspiraba todavía a hacerle el "sorpasso" al PP como fuerza hegemónica del centro-derecha", aunque no dejó de pactar con el PSOE en otros territorios como muchos ayuntamientos de Castilla-La Mancha.

Por entonces los socialistas y naranjas sumaban nada menos que 180 escaños en el Congreso de los Diputados y muchos en el PSOE preferían esa fórmula de gobierno a un pacto con Podemos, que se acabó malogrando por puro cálculo electoral. Ciudadanos vivió, por su parte, el inicio de su actual momento de convulsión con un goteo incesante de dimisiones entre aquellos dirigentes críticos con el giro a la derecha de Rivera, partidarios de sondear un acuerdo con Sánchez.

El que fuera secretario de Programas y diputado de Ciudadanos, Toni Roldán, hoy fuera de la política, escribía el pasado lunes también en Twitter un mensaje demoledor para sus antiguos correligionarios. Decía Roldán "por cierto: ¿Os acordáis de los 180 diputados de PSOE y Cs? Ojalá todos los 'patriotas' que ahora echan fuego por la boca hubieran entonces defendido con el mismo énfasis un acuerdo por el centro", en alusión, sin duda alguna, a Arrimadas, que secundó acríticamente la estrategia de Rivera, la misma que llevó al partido de los 57 escaños del 28-A a los 10 del 10-N.

Último intento

En todo caso, los socialistas volvieron a ofrecer el pasado mes de noviembre un pacto a Ciudadanos, que implicaba también al PP, para vetar la presencia de Vox en la Mesa del Congreso, a cambio de un asiento para la formación de Arrimadas. Ni uno ni otro partido, cuyos gobiernos autonómicos dependen del sostén parlamentario de Santiago Abascal, se avinieron a la propuesta del PSOE, pero las desavenencias entre PP y Vox no sólo impidieron que Cs tuviera un puesto en la mesa, sino que permitió a Unidas Podemos conseguir nada menos que tres sillas.