La campaña hace meses que está en marcha. Estos días activará una nueva fase. Tras el proceso de concienciación mediante charlas por pueblos y barrios de toda Euskadi, ha llegado la hora de salir a la calle y hacer público el rechazo al mayor evento deportivo que este año se celebrará en nuestro país. Tendrá lugar en Bilbao y aunará deporte y política casi en dosis similares. A cuatro meses de su celebración nada indica en la capital vizcaína que será una de las sedes de la Eurocopa 2020 desde el 15 de junio y hasta el 28 de ese mes. Tampoco que será la sede de los partidos de la selección española.

Por ahora, los más movilizados son los ‘anti Eurocopa’. Lo han hecho a través de las redes sociales, en jornadas de divulgación y con el apoyo de la izquierda abertzale: “Como es costumbre, una vez más Euskal Herria se llenará de ‘cipayos’, guardias civiles y otras fuerzas policiales”, aseguran los promotores de las movilizaciones en un manifiesto, “son las que sistemáticamente nos torturan y encarcelan”.

El entorno radical está preparándose para definir cuál será su estrategia, su plan de actuación durante los días de Eurocopa y en los que la selección Española, junto con la Polaca y la Sueca, jugarán en San Mamés. En la campaña pesa más la presencia del combinado español que el rechazo al certamen futbolístico y sus efectos. “Se valdrán de todas las herramientas represivas contra nosotros”, señalan, para convertir “una vez más Euskal Herria en un Estado policial”. Uno de los ejes de la movilización pasa por recordar la imposibilidad de que el País Vasco pueda contar con su propia ‘selección nacional’ y se aproveche la Eurocopa para recordar la pertenencia del País Vasco a España: “Tenemos muchas razones para decir no a esta Eurocopa”.

El próximo 14 de marzo está convocada la primera marcha en la localidad de Durango. En ella se debatirá la estrategia de movilizaciones contra el evento. Sólo dos semanas después, el 28 de ese mes, se celebrará una manifestación en Bilbao en contra de la presencia de la Eurocopa en Bilbao y con la que se precipitará la campaña.

Grupos extremistas

El estadio de San Mamés acogerá tres partidos de la fase de clasificación, para la que además de la selección española está clasificada Polonia y Suecia, a la espera de un cuarto clasificado aún por determinar y entre los que figura como posible el combinado de Irlanda del Norte. Encuentros que tendrán lugar el 15, 20 y 24 de junio y los octavos de final el 28 de ese mes. Uno de los temores pasa por la llegada de posibles grupos extremistas de los distintos países. Los polacos o incluso procedentes de nuestro país y la actitud que ante ellos puedan tener los sectores más radicales de la izquierda abertzale.

Las movilizaciones tienen el respaldo de las juventudes de Bildu que llevan meses alimentando una corriente de oposición a este evento. Lo hacen aduciendo no sólo razones de carácter político, como la imposibilidad de que Euskadi tenga su propia selección nacional, sino también a causas de “explotación” laboral de los jóvenes y sexual de las mujeres.

Hace unas semanas aparecieron en el centro de Bilbao carteles en los que se ve la imagen del capital de la selección, Sergio Ramos, pisoteada por el jugador francés, Eric Cantona. Al fondo, también se observaba el escudo de España. Sobre ella, una multitud con ikurriñas y el lema ‘Eurocopa honi ez! Euskal Herriarekin es da jokatzen’ (¡No a esta Eurocopa! Con Euskal Herria no se juega).

Desde el Consistorio de la capital vizcaína ya se ha puesto en marcha el dispositivo para estar preparados. Divididos en nueve grupos de trabajo, uno de los ejes principales es el de la seguridad y que se aborda en coordinación no sólo con la UEFA sino con la Ertzaintza y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Fuentes consultadas por ‘El Independiente’ señalan que se barajan todos los escenarios ya que la seguridad del evento es una prioridad. Recuerdan que Bilbao ya ha organizado eventos de relevancia como los premios EMTV, la Vuelta Ciclista o el Europeo de Rugby, entre otros.

Por el momento, en la capital vizcaína la idea de promocionar la ciudad como sede de la selección española no motiva de modo especial. El Consistorio rechazó una propuesta presentada por el PP para vincular la marca de Bilbao con la del combinado nacional. El argumento para rechazarlo es escudarse en que este tipo de certámenes están organizados y promocionados por la UEFA y que en el caso de Bilbao la divulgación se está haciendo únicamente en el exterior, con la mirada puesta en los turistas para presentarse como destino de grande eventos.

Selección vasca 'oficial'

Hasta ahora no se ha llevado a cabo ningún acto de promoción de la Eurocopa ni de Bilbao como una  de las doce sedes del campeonato. En Semana Santa tendrá lugar el primer acto de promoción, a sólo dos meses de que se celebre.

La venta de entradas ya ha comenzado con una demanda superior a la oferta. En el caso de las reservas en los hoteles cerca del 70% de la capacidad ya está copada desde hace meses. Sólo las delegaciones de la UEFA, de las selecciones de cada uno de los cuatro países que tendrán Bilbao como su sede han absorbido una buena parte del alojamiento existente y que estará cubierto al 100% durante esos días.

El perfil moderado en la promoción y divulgación que se está haciendo desde el Consistorio por ahora encaja con la apuesta únicamente económica en la que se han centrado los mensajes institucionales. El lamento de que el verdadero deseo sería que Euskadi pudiera competir en un evento como éste con su propia selección nacional es generalizado entre los dirigentes nacionalistas. El PNV copa tanto el Gobierno vasco como la Diputación y el Consistorio y se ha limitado a subrayar el beneficio económico que supondrá que San Mamés sea el estadio de cuatro de las selecciones que se enfrentan en la Euro 2020.

Precisamente esta cuestión fue una de las que se incluyó en el acuerdo que PSOE y PNV suscribieron para respaldar a Pedro Sánchez. El Ejecutivo trasladó al partido de Andoni Ortuzar su compromiso de explorar vías para abrir la puerta a un reconocimiento internacional de la selección de Euskadi. El PNV incluye en la propuesta de nuevo Estatuto, que defiende con el apoyo parcial del PSE y Podemos, que las instituciones vascas puedan “promover la proyección internacional” de sus organizaciones deportivas para solicitar “su afiliación a las entidades afines del ámbito internacional”.

Medio siglo de ausencia

El argumentario empieza a repetirse, “lo importante no es quién juega sino qué se juega”. El rechazo a la presencia de ‘la Roja’ en San Mamés ha sido constante a lo largo del tiempo. En mayo de 2017 las Juntas Generales vizcaínas celebraron un pleno en el que se debatió la petición a la Federación Española de Fútbol para organizar un partido de la selección. La respuesta del PNV, Podemos y Bildu a la iniciativa del PP fue que aceptaban siempre y cuando la selección española compitiera como “equipo visitante”.

El alcalde Aburto llegó a afirmar en un Pleno reciente que para la ciudad hubiera sido incluso mejor no ser sede de la selección española, “otra selección extranjera tendría más impacto económico”. Se han hecho estimaciones de lo que generarán en la economía vasca los cuatro días de partido programados en junio: 84 millones de euros. Una cifra notablemente superior a los apenas 5,5 millones de euros que invertirá la Administración vasca en la organización del evento, cuya organización fundamental corre a cargo de la UEFA.

Cuando la selección española pise el césped de San Mamés habrá puesto fin a más de medio siglo de ausencia. El precedente de una visita de ‘la Roja’ a la ciudad se remonte nada menos que a 1967. El 31 de mayo de aquel año, José Angel Iribar –que nueve años después reivindicaría la oficialidad de la ikurriña durante un derby contra la Real Sociedad y que en 1979 ejerció como capitán en la Selección de Euskadi en un amistoso contra Irlanda- defendía la portería contra Turquía. La selección española se impuso por 2-0. La lista de partidos oficiales en San Mamés es corta, sólo incluye uno más, el 3 de mayo de 1963, España 1-Irlanda del Norte 1. A ellos se suman otros cuatro encuentros en Bilbao de carácter amistoso contra Bélgica (1921), Italia (1931), Portugal (1941) y Suecia (1953). Un pobre balance de seis partidos desde 1920.