La reunión de este martes se estimaba clave para los acuerdos electorales de PP y Ciudadanos en País Vasco, Galicia y también Cataluña. Y aunque ambas formaciones han destacado el carácter "cordial" y la "buena sintonía" tras ambos encuentros, la cita se ha saldado sin salvar el escollo gallego.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha sido la primera en comparecer en el Congreso de los Diputados tras la cita que se ha alargado una hora y media y a la que han asistido, además de su homólogo popular, Pablo Casado, los encargados de la negociación territorial de sendos partidos: José María Espejo y Teodoro García-Egea. Arrimadas ha reiterado que ambas formaciones han avanzado en el acuerdo de País Vasco, aunque Galicia sigue siendo un bache insalvable en las negociaciones: la línea roja para los naranjas, al menos de puertas para fuera, sigue siendo una coalición y no una lista del PP donde se integren dirigentes de Ciudadanos, como pretende el líder gallego.

Sin embargo y por vez primera desde que comenzasen las negociaciones, Arrimadas ha esquivado las preguntas que le inquirían si la falta de una coalición de facto en Galicia pondría en peligro el mismo pacto en territorio vasco y catalán. La líder naranja ha insistido en que seguirán "presionando hasta el último minuto" para lograr la plaza conjunta en el feudo del PP. Y, para ello, Arrimadas se ha comprometido a llamar "personalmente" a Alberto Núñez Feijóo en las próximas horas para convencerle de la idea de una papeleta "transversal y constitucionalista" en que "ni el logo ni el nombre debe ser un problema".

Y este contacto será uno de los últimos que entablen los naranjas con los azules a tenor del apretado calendario que queda por delante: el jueves finaliza el plazo para registrar coaliciones electorales en Galicia y el viernes para hacerlo en País Vasco. Sin embargo, el plazo para inscribir la doctrina Feijóo, la de listas electorales con nombres de dirigentes de Ciudadanos, no caduca hasta el próximo 1 de marzo.

El acuerdo continúa encallado. Los líderes de las comisiones negociadoras entre PP y Ciudadanos, Teodoro García-Egea y José María Espejo no han logrado, tras días de conversaciones y de contactos "formales e informales" desbloquear el pacto entre ambas fuerzas para concurrir juntos primero en País Vasco y Galicia el próximo 5 de abril y después en Cataluña. ¿El escollo? La negativa de Alberto Núñez Feijóo -y no tando de Pablo Casado- a diluir sus siglas junto a las de los naranjas.

Por ello, con tan sólo 48 horas de margen -el jueves finaliza el plazo para registrar coaliciones electorales- Pablo Casado e Inés Arrimadas han tomado las riendas para tratar de salir del punto muerto en que se encuentran las relaciones entre ambos partidos y se han reunido este martes en el Congreso entre una máxima expectación mediática.

Los populares llegaban a la reunión de esta tarde sin transigir con la opción de presentar candidatura conjunta porque "en Galicia hay una situación diferente" a la de País Vasco y Cataluña, donde el PP "aglutina todo el voto del centro-derecha" y esa es la experiencia que han tenido "en los últimos 40 años". La única vía que Génova se ha abierto a explorar es la de que algunos dirigentes de Ciudadanos aparezcan en su lista, eso sí, bajo las -únicas- siglas del PP. Y es la tesis que prevalece tras el encuentro.

Por su parte, los de Arrimadas acudían a la cita con la idea que han venido manteniendo en los últimos días: o hay coalición en Galicia, o no la habrá tampoco en País Vasco y Cataluña. Conscientes de su mermada fuerza electoral, Ciudadanos pretende aferrarse a la baza de conseguir representación en dos plazas donde las encuestas no le otorgan ni un sólo diputado y mantenerse en territorio catalán, uno de los feudos donde aún resiste y donde los sondeos precipitan también una caída de importantes proporciones. Sin embargo, preguntada la líder naranja por si Galicia es condición sine qua non para los pactos en País Vasco y Cataluña, Arrimadas ha evitado esta vez dar un 'no' rotundo, aunque ha añadido que la coalición en Galicia es "la salida más coherente".

El encuentro de esta tarde se ha producido a propuesta de la propia Arrimadas que, según fuentes del partido, llamó el lunes al líder del PP para abordar personalmente la problemática. Del mismo modo, el partido ha cedido a renunciar a la marca de 'Mejor Unidos' como acto de buena fe para desbloquear la negociación y, carta mediante firmada por el presidente de la gestora, Manuel García Bofill, ha instado a los populares a aceptar una papeleta mixta en la que aparezcan las siglas de ambas formaciones. Pero esta fórmula tampoco es válida para Núñez Feijóo.

Este mismo jueves, el Consejo General de Ciudadanos, máximo órgano entre Asambleas, se reúne de nuevo para aprobar los acuerdos con Génova, así como para modificar los Estatutos del partido, ya que, hasta ahora, la norma establecía que el plazo entre la celebración de un Congreso Extraordinario y la presentación a unos comicios, ya sean autonómicos o generales, debía ser de cuatro meses. Ciudadanos se encuentra en situación de interinidad, dirigido temporalmente por una gestora que tiene a José Manuel Villegas como uno de los hombres fuertes. Tal y como adelantó El Independiente, el ex diputado habría mantenido contactos con el número dos de Feijóo en Galicia para plantear su línea roja: "O coalición, o nada".