El instructor del caso Villarejo, Manuel García-Castellón, agradeció a Pablo Iglesias las explicaciones en las que encuadró el robo de la tarjeta del teléfono de su asesora de gabinete en el Parlamento Europeo, Dina Bousselham, en una trama de las 'cloacas policiales' del Estado dependientes del Ministerio de Interior durante el Gobierno de Rajoy para perjudicar a Podemos y a su secretario general en particular.

Iglesias fue a declarar como testigo y se le ofreció constar desde entonces como perjudicado en la denominada pieza Dina, una de las ramas en las que se ha desgajado la macrocausa abierta en la Audiencia Nacional con el comisario en prisión José Manuel Villarejo como principal investigado. En ésta, el juez investiga por qué la tarjeta del móvil de Bousselham -con contenido íntimo en su interior y que apareció en los registros de la casa de Villarejo cuando fue detenido- llegó a la redacción de la revista Interviú, perteneciente al Grupo Zeta cuyo presidente Antonio Asensio avisó a Pablo Iglesias y le entregó dicho dispositivo, y meses más tarde parte de la información que contenía dicho móvil fue publicado en Okdiario.

La Fiscalía Anticorrupción sospecha que Villarejo y la organización "mafiosa policial" que éste lideraba estuvo detrás del robo del móvil y su filtración a la prensa, versión que también sostuvo el líder de Podemos ante el juez instructor. Él fue un paso más allá y encuadró tal episodio en la estrategia organizada de una trama criminal en el seno del Ministerio de Interior durante el Ejecutivo de Rajoy que buscó desestabilizar a su partido en el momento en que estaba subiendo en las encuestas y que tuvo dos actuaciones previas: la filtración y publicación del falso informe policial PISA [acrónimo de Pablo Iglesias SA] en el que se hablaba de sociedades mercantiles suyas y de una supuesta cuenta abierta en el paraíso fiscal de Granadinas donde habría cobrado dinero del Gobierno de Venezuela.

Durante la declaración de Iglesias en calidad de testigo ante el magistrado García-Castellón, a la que ha tenido acceso El Independiente, el instructor agradeció la exposición del líder de Podemos, dando aparentemente credibilidad a su relato. Incluso llegó a decirle que en la causa, declarada secreta y con otras piezas -como la de la Operación Kitchen- también declarada secreta, "aparecen implicaciones del Ministerio de Interior muy serias". La conversación entre ambos se produjo en los siguientes términos:

Pablo Iglesias.-"Claro, los tres momentos son políticamente muy sensibles para nosotros. En enero de 2016 nosotros habíamos ofrecido un acuerdo de gobierno al Partido Socialista. En el mes de mayo se habían convocado unas nuevas elecciones generales y nosotros aparecíamos en las encuestas como segunda fuerza política casi en empate técnico con el Partido Popular. Y, en el mes de julio del año 2016 [cuando se publicaron los mensajes íntimos de Dina en Okdiario], nosotros habíamos vuelto a hacer una oferta de coalición al Partido Socialista. Claro, los tres momentos son enormemente precisos y nos hicieron mucho daño".

Manuel García-Castellón.-"Me alegro de que lo haya explicado usted así, tan bien que yo lo haya entendido porque efectivamente en el procedimiento que aquí se sigue, que usted conocerá por la prensa, respecto al señor Villarejo aparecen implicaciones del Ministerio de Interior muy serias, la investigación es muy amplia. Entonces, usted como perjudicado, tiene la percepción de que excedía (creo que lo he entendido así) que excedía de lo que uno de los policías, en este caso el señor Villarejo, hubiera podido hacer uso de ello. Es decir, que excedía su ámbito, que iba a otros lugares más altos. ¿Es lo que viene usted a decir?".

Durante su declaración en el juzgado, Pablo Iglesias reconoció que supo de la existencia de la tarjeta en noviembre de 2015 porque Antonio Asensio, presidente del Grupo Zeta (al que pertenecía la revista Interviú), le citó para avisarle, mostrarle el contenido y entregarle el dispositivo "con un lector que permitía ver las fotografías" asegurándole que no publicarían nada al respecto. Para Iglesias, "se portó como un caballero".

El juez García-Castellón agradeció la versión de las 'cloacas del Estado' ofrecida por Pablo Iglesias durante su declaración como testigo

El líder de Podemos reconoció ante el juez que no entregó "hasta meses después" la tarjeta a Dina Bousselham a pesar de que era suya y que contenía material personal muy sensible. Ni él ni ella supieron, según declararon en el juzgado, que Villarejo tenía la tarjeta en su domicilio hasta que los medios lo publicaron una vez avanzada la investigación en la Audiencia Nacional.

Sin embargo, Iglesias afirmó ante el titular del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional que no le extrañó ver la información publicada en julio de 2016 en Okdiario, medio al que tanto él como los miembros de Podemos se empeñan en vincular con las 'cloacas policiales', pidiendo que se investigue a su director (como a otros periodistas de otros medios) en distintas piezas del ya denominado caso Villarejo.

El líder de Podemos compareció instantes después de que lo hubiera hecho Dina Bousselham, quien se ratificó en la declaración que había prestado dos semanas antes en sede policial. La ex asistenta de Iglesias precisó que el móvil se lo robaron cuando el 1 de noviembre de 2015 se encontraba con su pareja en el centro comercial Ikea de Alcorcón (Madrid) "comprando muebles" y que en la memoria del teléfono guardaba fotos íntimas y familiares, documentos compartidos del Parlamento europeo...

Dina Bousselham.-A él le intentan dar una tarjeta SIM con supuestamente fotos mías. Me dice que han intentado vender las fotos pero que se han equivocado porque decían que eran fotos de su pareja y yo no lo era. Me llama y me dice: ‘Mira, tengo esta tarjeta SIM, contiene fotos tuyas que yo nunca he llegado a abrir porque nunca me ha funcionado’. De hecho, intenté recuperar la tarjeta SIM para mandarla a Berlín; no lo hice nunca. Y la dejé en el olvido hasta ayer, que me dice: ‘Oye, tráete la tarjeta SIM que te di. ¿Te acuerdas? La he traído por si quisieran cotejarla…".

Fiscal.-Y a él, ¿cómo le llegó esa tarjeta SIM?

D. B.-No lo sé, alguien intentó venderle las imágenes diciéndole que el contenido de la tarjeta SIM dispone de imágenes de su pareja. Cuando le enseñan las fotos, supongo, diría que no era su pareja…

F.-¿Esto cuándo fue?

D. B.-En 2016. Cuando entré a meterla en el móvil no me funciona. No sé si es que la han bloqueado para que solamente sea de lectura de una persona…

Fiscal.-¿El señor Iglesias sabe lo que hay en la tarjeta?

D. B.-Él lo vio.

Dina Bousselham dijo que no se sintió chantajeada en su momento porque pensaba que se trataba de un "robo normal", desconociendo que el material que contenía su teléfono -un Sony Xperia Z2- apareciera en el registro practicado en la vivienda de Villarejo tras la detención de éste en noviembre de 2017.

Derecho a la intimidad

En su declaración, la antigua coordinadora del equipo de Pablo Iglesias en el Parlamento europeo mantuvo que la difusión de informaciones con datos extraídos de su teléfono móvil le perjudicará políticamente "toda la vida" por vinculársele sentimentalmente sin base con su antiguo jefe, al tiempo que consideró vulnerado su derecho a la intimidad por el acceso de terceros a fotos y documentos personales.

En este punto, el juez le pidió autorización a la testigo para eliminar todo el material, a fin de impedir que otras personas puedan ver las "fotos íntimas". "Pondré un manto de protección por así decirlo y, si usted da autorización, se destruye", indicó García-Castellón. Dina Bousselham dio su "consentimiento" sobre la marcha.