A petición propia, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha comparecido este miércoles en un pleno extraordinario en la Asamblea de Madrid para defender la gestión de su Gobierno en la crisis del coronavirus, que en la región ya ha provocado más de 14.000 muertos y ha dejado cerca de 60.000 contagiados.

La líder regional ha pronunciado un discurso en el que ha atacado duramente al Gobierno central y al Ministerio de Sanidad. Asumía Ayuso que uno de "los mayores errores" que ha cometido a lo largo de las últimas semanas ha sido "fiarme de la izquierda" y "haber creído" muchas de las indicaciones del Ministerio de Sanidad cuando "debíamos haber actuado nosotros directamente".

La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha erigido como uno de los principales diques de contención a las medidas de Sánchez, y este miércoles no ha cejado en su discurso combativo contra la gestión del Ejecutivo de coalición. Censura el abandono al que ha sometido "durante semanas" a Madrid, y ha censurado que no se tomasen medidas concretas y diferenciadas para la región por su propia idiosincrasia. "En el Metro de Madrid caben todos los días la población de País Vasco", ejemplificaba la presidenta.

"Hemos estado solos. Madrid ha estado sola", subrayaba. "Por cada 160 unidades de material que conseguíamos, el Gobierno nos daba 10. Lo negaban y lo negarán, pero el politiqueo a estas alturas me importa poco", continuaba Ayuso, mostrando a los grupos un albarán con las compras de la región y, según ha señalado, un desglose del material sanitario aportado por el Ejecutivo.

Ha censurado además que el Gobierno haya transferido a Madrid 113,5 millones de euros en recursos, pero "se ha apropiado" de otros 140 millones en materia de política activa de empleo, por lo que ha resaltado que el balance resultante para la región es negativo, "nada menos que 26 millones de euros".

Ayuso, vestida de riguroso luto, ha reconocido no estar "satisfecha" con la gestión, pero ha apuntado que "la única forma de haber evitado tantas muertes" era haber aplicado "las mismas medidas en enero o febrero". Sin medias tintas, ha responsabilizado del horror que se ha vivido en la Comunidad de Madrid, epicentro de la pandemia en España, a Sánchez.

En este punto, ha vertido una acusación sobre el departamento que dirige Salvador Illa, asegurando que Sanidad obligó a la región a "enviar comunicaciones eclipsando el problema" en el mes de febrero, ocultando el alcance que podría tener la pandemia, y ha señalado que desde el Gobierno "transmitían que el virus no tendría incidencia en España" y que sería "como una gripe". La tesis que ha defendido la presidenta es, en suma, que ellos se fiaron -aunque ha apuntado que el 30 de enero se reunió por primera vez para analizar la incidencia del virus con un Comité de Expertos- hasta que las "sospechas" sobre el nuevo coronavirus fueron a más y actuaron ante la "inactividad" del Gobierno, mientras que este "fue a rebufo" de Madrid.