La colaboración entre el instructor y los fiscales del caso Villarejo para esclarecer la aparición de un volcado del móvil de Dina Bousselham, exasesora del vicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias, en casa del comisario investigado y en prisión preventiva ha saltado por los aires en las últimas semanas.

La gota que colmó el vaso y agudizó el distanciamiento de los investigadores en esta pieza fue la publicación este miércoles en El Confidencial de los mensajes de un chat del equipo jurídico de Podemos (acusación en el caso Tándem de la Audiencia Nacional) de los que se desprende que los fiscales pudieron filtrar datos de la investigación a la abogada de Pablo Iglesias, Marta Flor Núñez, cuando formaba parte de dicho equipo de abogados. Dejó de hacerlo el pasado agosto pero sigue representando a Iglesias y a Bousselham en la pieza Dina, aunque el juez ha obligado a esta última a que cambie de letrada por el conflicto de intereses que se da después de retirarle a Iglesias la condición de perjudicado y a un paso de solicitar al Tribunal Supremo que pase a ser investigado.

Uno de los miembros del equipo jurídico de Podemos que fue expulsado del partido en noviembre, José Manuel Calvente, contó a El Independiente que denunció ante la formación morada que Marta Flor Núñez podía poner en peligro la investigación por "anteponer sus relaciones íntimas" con uno de los dos fiscales a las recomendaciones que se le hicieron desde la organización.

Calvente fue expulsado de la formación morada después de recibir una denuncia por presunto acoso laboral y sexual precisamente de la abogada de Iglesias, Flor Núñez. Él atribuye su despido a que también afirmó que sacaría a la luz presuntas irregularidades de Podemos sobre métodos para pagar sobresueldos o fraccionar facturas beneficiando así a empresas vinculadas a miembros del partido.

De momento no habrá consecuencias

La publicación sobre la presunta filtración podría poner en riesgo la instrucción. Tanto la defensa de Villarejo como la de los otros dos investigados -Alberto Pozas y Luis Rendueles, exdirector y exsubdirector de la revista Interviú que entregaron una copia del volcado de la tarjeta móvil de Bousselham al comisario- podrían presentar sospechas de revelación de secretos por parte de los fiscales. Todavía no han confirmado que vayan a hacerlo.

En esta tesitura, el juez no tiene previsto tomar ninguna decisión respecto a los fiscales, según ha podido saber este diario. En las últimas fechas, ha acordado sin consultar con Anticorrupción las diligencias de investigación de la pieza Dina. Éstas han ido dirigidas a reunir indicios de los dos delitos que el instructor considera pudo cometer Iglesias (daños informáticos y revelación de secretos) al quedarse durante meses con la copia de la tarjeta del móvil de su colaboradora y devolvérsela finalmente dañada.

El juez tomó dicha decisión después de que Anticorrupción presentara un escrito en el que consideró que Dina Bousselham no quiere que se investigue a Iglesias por el manejo de la tarjeta de su móvil y que le expresó su perdón "tácito". Previamente, la exasesora del vicepresidente del Gobierno envió una carta al juez, firmada también por la abogada Marta Flor Núñez, en la que rectificaba su propia declaración en sede judicial y afirmaba que Iglesias le devolvió la tarjeta en buen estado y sí que pudo acceder a su contenido.

El posicionamiento de los fiscales molestó al instructor, que incluso expuso en uno de sus últimos autos que los representantes de Anticorrupción tratan de "exculpar" a Pablo Iglesias al considerar que Bousselham le trasladó su "perdón" en la carta citada.