En plena resaca del histórico acuerdo alcanzado en la Unión Europea, no sin dificultades, para superar la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, el Gobierno está convencido de llegado este punto "no tendría sentido que no tuviera continuidad en un proyecto de presupuestos. Si no allana el camino por completo sí es determinante y yo diría que definitivo. El país no puede esperar", ha asegurado la ministra portavoz, María Jesús Montero. Montero ha insistido en que "presentaremos el proyecto a la mayor brevedad" con el deseo de que "sea apoyado por la mayor parte de las formaciones políticas, incluido el PP . No es un Presupuesto más, es de la recuperación y por eso el PP está llamado a jugar un papel fundamental". Si no allana el camino.

Entiende Montero que la negociación en Bruselas "debería ser contagiada a otros ámbitos del entorno nacional. Ojalá se traslade también al Congreso de los Diputados y al Partido Popular. No es el momento de la diferencia sino de la unidad. Animamos a que el PP se contagie de ese espíritu de cooperación y de consenso", ha agregado en alusión también al pacto de reconstrucción social y económica que se vota mañana en el Congreso. En esta línea le ha pedido al primer partido de la oposición "capacidad de transacción y de diálogo".

Arguye Montero que no se trata solo de abrir una vía de comunicación, sino de la predisposición del PP, porque, si no lo tiene "podemos hacer todos los malabarismos, pero no se llegará al acuerdo".

Sánchez comparecerá en el Congreso para explicar esta cumbre y volverá a convocar a la conferencia de presidentes autonómicos antes de que termine el mes, directamente afectados por el reparto de unos fondos que deberán ir destinados también a Sanidad. Precisamente, Montero ha expresado su deseo de que la capacidad de consenso europeo, sea posible también aquí en el dictamen de la comisión de reconstrucción, que se debate hoy en el Congreso pero que, muy probablemente, no se votará hasta mañana. "No se entendería que haya todavía partidos que no sean capaces de superar esta política de vetos", ha afirmado para agregar, en alusión directa al PP, que "no entendemos que prefiera tensar esta cuerda para romperla. España necesita una base donde sustentar esta reconstrucción".

El siguiente objetivo del Gobierno es conseguir unas nuevas cuentas para 2021

El Consejo de Ministros, que ha recibido entre aplausos a Pedro Sánchez, recién llegado de Bruselas, celebra "un acuerdo histórico, palabra que define bien la dimensión de lo logrado porque a pesar de las grandes diferencias, se ha conseguido forjar un acuerdo y en un tiempo récord". Es, a juicio del Ejecutivo, "un auténtico paso de gigante tras una pandemia que ha deja secuelas, pero que va a permitir avanzar en la consecución de lo que perseguíamos", ha dicho Montero.

Respecto a las reformas que pueden verse afectadas y forman parte del pacto de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, como es el caso de la derogación de parte de la reforma laboral, asegura el Gobierno que ya estaban trabajando en muchas de las recomendaciones europeas porque formaban parte "de la hoja de ruta gubernamental". Eso sí, ha matizado que "vamos a a seguir esa hoja de ruta adaptándola" y en función de la mesa de diálogo social, donde se debería tratar esta cuestión, no sin mostrarse bastante esquiva al respecto.

La mesa bilateral sigue congelada

Sobre la pendiente reunión de la Mesa bilateral con la Generalitat, Montero ha lanzado la pelota "a los distintos miembros del Govern", esto es, a JxC y a ERC que no acaban de ponerse de acuerdo sobre la oportunidad de uan mesa que Gobierno y republicanos independentistas dicen desear pero a al que no se pone fecha.

La ministra de Exteriores, que ha comparecido también en la rueda de prensa que sigue al Consejo de Ministros ha aseverado que España ha estado "en el centro del consenso". Europa traslada además "un mensaje e unidad y su ambición de ser un referente", mundial. Laya ha comparecido para dar cuenta de los nuevos planes de cooperación con Caribe, África, Oriente Próximo y sur de Europa "con los que España tiene un compromiso de solidaridad" para movilizar 1.700 millones de euros en los próximos dos años. Se reforzarán los sistemas de salud e intentarán limitar el impacto de la crisis de coronavirus, además de impulsar la actividad económica.