Iba a ser un Consejo de Ministros mucho más breve, de cierre de curso y de balance del último año, pero el enfrentamiento interno entre los socios de Gobierno alargó la cita más horas de las habituales. De poco sirvió que la noche anterior se produjera una conversación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para intentar atemperar los ánimos, aunque fuentes de Podemos apuntan a que el jefe del Ejecutivo recogió velas durante su comparecencia pública al salir en defensa del Gobierno de coalición y del acuerdo que alumbró el arranque de la legislatura.

Iglesias explicó este martes en una entrevista a Informativos Telecinco que "cuando en el marco de la coalición hay una situación molesta lo resolvemos Sánchez y yo, y seré discreto respecto a lo hablado".

Al malestar en Unidas Podemos por quedar excluidos de la cita con Ciudadanos -que el lunes por la mañana celebraron sendas delegaciones del Gobierno y de este partido encabezadas respectivamente por Carmen Calvo y Edmundo Bal-, se unió el bombazo informativo de la marcha del rey emérito fuera de España. La noticia se conoció tras dar a conocer la Casa Real una carta de Juan Carlos I dirigida a su hijo, el jefe del Estado, momento en el que se enteró Iglesias. No fue hasta bien avanzada la tarde, que habló con Sánchez para preparar la reunión del Consejo de hoy, y en la que ya la trasladó su malestar.

Desde UP afirman que Sánchez debería haber hablado con Iglesias y Casado de la decisión sobre el emérito

La entrevista con Irene Montero a primera hora en la SER, dio medida exacta del enfado del sector morado del Gobierno. Además de admitir que no se les había comunicado por anticipado la noticia, apostó por debatir la cuestión en el seno del Ejecutivo. Los mismos medios consultados defienden que Sánchez "debería haber hablado con su socio de gobierno, pero, también, con el líder del primer partido de la oposición, Pablo Casado".

De hecho, los populares han calificado a Sánchez de "desleal" por no comunicarles tampoco la decisión de la Casa Real. En este sentido recuerdan como el proceso de abdicación de Don Juan Carlos y proclamación de Felipe VI lo pilotó el entonces Mariano Rajoy junto al anterior líder socialista, el fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba. "Luego piden unidad y apoyos y que respaldemos unos presupuestos que ni conocemos", dicen en el número 13 de la calle Génova.

Hasta ahora las discrepancias en la coalición no conseguían salpicar la relación entre el jefe del Ejecutivo y el vicepresidente segundo, que con una llamada, cita o almuerzo, superaban las diferencias. De hecho, los conflictos entre los socios se producen más entre vicepresidentes y ministerios. Con Unidas Podemos suelen tener su origen en la vicepresidenta primera, Carmen Calvo; en la ministra de Hacienda y portavoz gubernamental, María Jesús Montero y en la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

Esta vez atañe a las vías de comunicación entre los dos principales socios, por mucho que Sánchez se aferrara ayer a que debe mantener la discreción de sus conversaciones con el jefe del Estado. Eso sí, y así se lo valoran desde Unidas Podemos, se comprometió a completar el pacto de progreso, hizo una defensa de la coalición y de sus ministros, reiteró su voluntad de agotar la legislatura sin cambiar de caballo a mitad de la carrera y sumó el destino de sus 120 escaños a los 35 de Pablo Casado.

El sector morado del Gobierno ha traslado que "lo de Ciudadanos no puede volver a repetirse, no sin nosotros"

En cuanto a la negociación con Ciudadanos no se critica tanto la búsqueda de unos apoyos parlamentarios, que hoy por hoy no tienen para sacara adelante las cuentas de 2021, como la exclusión de las negociaciones. Niegan de Moncloa y de Cs que se suscitara la cuestión presupuestario, pero sólo es cuestión de tiempo. "Lo de Ciudadanos no puede volver a repetirse, no sin los morados", dicen en Unidas Podemos que recuerdan que, además, existen unos Grupos Parlamentarios a través de los cuales también se pueden canalizar estas conversaciones.