Acostumbrados a las filtraciones de los Consejos de Ministros, el sector socialista del Gobierno y Ferraz, -que siempre apuntan a la autoría de Podemos-, han recibido con malestar las palabras de Pablo Iglesias revelando los términos de una reciente conversación con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Explicó el vicepresidente segundo este martes en una entrevista en Hoy por hoy de la Cadena Ser, la "fuerte discusión" que mantuvo con Sánchez tras conocer por la prensa la marcha del rey emérito, sin haber sido antes informado. También que el jefe del Ejecutivo le pidió disculpas por no habérselo adelantado "y eso le engrandece".

Distintas fuentes consultadas por El Independiente coinciden en señalar lo "inapropiado" de revelar el contenido "de una conversación privada". Pero no sólo, porque también cuestionan que la misma tuviera lugar en los términos que narró Iglesias. Sin querer especular, sugieren que pudiera no haberse producido dicha petición de disculpas, aunque admiten que sólo los dos interlocutores "conocen realmente en contenido de su conversación".

Tampoco se mostró especialmente entusiasmada con Iglesias la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, quien interrogada al término de la reunión de la Junta de Portavoces comentó que "yo las conversaciones privadas nunca las he hecho públicas y creo que con eso les doy respuesta".

Calvo señaló a Iglesias su puesto en el escalafón gubernamental

Tanto la vicepresidenta primera como la ministra portavoz, Carmen Calvo y María Jesús Montero, se mostraron cautas al respecto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aunque Calvo le vino a señalar a Iglesias cuál es su puesto en el escalafón gubernamental". "Todos los Ministerios son iguales, no se distingue la procedencia política. Otra cosa es el estatus del presidente del Gobierno, que es muy diferente al resto y sus relaciones, muy importantes, por ejemplo con el jefe del Estado".

Lo cierto es que Iglesias acumulaba dos agravios en muy corto espacio de tiempo. Porque si no fue informado de la salida del país del Juan Carlos I, tras la revelación de supuestos cobros de comisiones millonarias y cuentas en el extranjero, tampoco sabía nada de las negociaciones entre Bankia y Caixabank para crear una nueva entidad financiera, que Sánchez le ocultó por tratarse de "información muy sensible" que sólo conocía él y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

Así respondió el jefe del Ejecutivo este lunes en una entrevista en TVE ante el interrogante de si ese silencio respondía a una falta de confianza en el socio de Gobierno. Fuentes del sector morado admiten que este tipo de hechos afectan a las relaciones en el seno del Ejecutivo, aunque las revelaciones de Iglesias de ayer no ayudan a restaurar dicha confianza.