Sin pena ni gloria han pasado este 2025 por salas de cine las dos últimas películas de Luca Guadagnino. Tendrá sus defensores y sus detractores, pero no deja indiferente a nadie. El director de vitoreados filmes como Call Me by Your Name –adaptación de la novela de André Aciman a cargo de James Ivory, premiado con el Oscar– y Rivales –con Zendaya como objeto de deseo de dos tenistas– no para de trabajar. En principio, su próximo proyecto será Artificial, película biográfica sobre el primer ejecutivo de OpenAI, Sam Altman.

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Pero no adelantemos acontecimientos. No sería la primera vez que Luca Guadagnino cambia de tercio. He ahí la nueva versión de Scarface (El precio del poder) con guion de los hermanos Coen, ahora separados. O la adaptación televisiva de la novela de Bret Easton Ellis The Shards (lo contó él mismo a El Independiente). Esta última la produce finalmente Ryan Murphy y la estrenará Disney+ en 2026; el rodaje acaba de empezar.

Rivales, Queer y Caza de brujas, la última trilogía de Luca Guadagnino

Pero volvamos a 2025 y a Luca Guadagnino. A principios de este año llegó a nuestro país Queer, su personalísima adaptación de la obra homónima e inacabada de William S. Burroughs, con Daniel Craig (James Bond) en un papel –alter ego del atribulado escritor–por el que deberían haberle nominado al Oscar.Y hace tan solo un mes, la segunda película este 2025 de Luca Guadagnino recaló sin fortuna en España. Aunque su título original es After the Hunt (Tras la caza), la traducción al español (Caza de brujas) no hace justicia al texto a cargo de la guionista novel Nora Garett.

Aunque el filme protagonizado por Julia Roberts, Ayo Edebiri (The Bear), Andrew Garfield (Spider-Man), Michael Stuhlbarg (Call Me by Your Name) y la kamikaze Chloë Sevigny ha sido un fiasco en taquilla, Caza de brujas ha hecho correr ríos de tinta entre crítica y público. Para muestra, un botón. Se trata de la pregunta que la periodista María Guerra formuló a Julia Roberts durante la rueda de prensa en el festival de Venecia.

Guadagnino, natural de Palermo, jugaba en casa. Cinco años atrás había presentado allí su estirada y venerada miniserie para HBO We Are Who We Are. Y aún así se llevó alguna dentellada por no posicionarse en un tema –la violencia sexual hacia las mujeres por parte de los hombres– que aparentemente no se presta a la escala de grises.

El homenaje de Luca Guadagnino a Woody Allen en 'Caza de brujas'

En estos casos, la mejor aproximación hacia Caza de brujas (After the Hunt) es visionarla –la duración supera cómodamente las dos horas– sin saber absolutamente nada del argumento. Lo cierto es que a su virtuoso director (Hasta los huesos, Suspiria, Cegados por el sol) le encanta provocar.

En cuanto arranca Caza de brujas, el espectador más cinéfilo comprobará la primera provocación: el italiano emplea para los títulos de crédito iniciales la misma grafía icónica de las películas del 'cancelado' Woody Allen. No juzguen un libro por su portada, ni se dejen llevar por la respetable opinión de María Guerra (La Script). Véanla en compañía para después debatir sobre lo visto y no visto. Puede que los elitistas y odiosos personajes de Caza de brujas digan una cosa, pero su propia expresión y las imágenes les contradiga. Es lo que los periodistas Marta Trivi y Alberto Corona analizan en su pódcast Choquejuergas. Merece la pena escucharles tras haber visto el filme que nos atañe.

No es Caza de brujas (2025) una película obvia sobre el #MeToo, como sí lo son, por citar un par de ejemplos recientes y comerciales, El escándalo (2019) y Al descubierto (2022). Esta última, crónica del trabajo periodístico que motivó el #MeToo, recurre por ejemplo a flashbacks para que el espectador nunca dude de las víctimas.

Julia Roberts hace en 'Caza de brujas' lo mismo que Cate Blanchett en 'TÀR'

Sin embargo, Luca Guadagnino, a partir de un guion de Nora Garett, no toma el camino recto: ¿Y si somos nosotros quienes dudamos del relato? ¿Y si somos nosotros quienes necesitamos pelos y señales para creer a la víctima de una violación? Digamos que Caza de brujas emparenta con TÀR (2022), otro filme que también aborda el acoso y/o abuso sexual en profesiones de altos vuelos donde la delgada línea del consentimiento es muy fina. En aquel, Cate Blanchett interpreta a una directora de orquesta lesbiana, casada y con hija.

Caza de brujas es además un desvío en la inmaculada carrera de Julia Roberts, que –nos– había acostumbrado a interpretar personajes más amables, inclusive su prostituta de Pretty Woman (1990). Solo por su tour de force merece la pena ver Caza de brujas, que Prime Video incorpora a su catálogo este jueves 20 de noviembre. Para algunos será un tostón que marea la perdiz. Para otros, una formidable película cuyas dos últimas secuencias dan la vuelta a la tortilla.

Guadagnino no es, para los votantes de los Oscar, santo de su devoción. Nunca le han nominado como mejor director –Rivales habría sido la ocasión perfecta– y sólo fue candidato al galardón como productor de Call Me by Your Name, nominada en 2018 a mejor película. Este año, los galardones de cine independiente Gotham –Oliver Laxe está nominado como mejor director por Sirat– reconocerán a Luca Guadagnino y Julia Roberts como visionarios por Caza de brujas.

Tráiler y premisa de Caza de brujas en Prime Video

Caza de brujas es un "apasionante drama psicológico" en el que una profesora de universidad (Julia Roberts) se encuentra en una encrucijada personal y profesional cuando una alumna estrella (Ayo Edebiri) presenta una acusación en contra de uno de sus compañeros (Andrew Garfield), y un secreto de su propio pasado amenaza con salir a la luz.

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