Sucesos

Cae un clan familiar de narcos okupas y con granja de criptomonedas en Alicante

Un agente de la Guardia Civil.

Un agente de la Guardia Civil. EP

La Guardia Civil de Alicante ha desarticulado un clan familiar dedicado al tráfico de drogas y que operaba desde tres viviendas ocupadas de forma ilegal, en una de las cuales se halló una sofisticada granja de minado de criptomonedas, tras detener a once de sus presuntos miembros e intervenir cuatro armas ilegales, dos de ellas de fuego, gran cantidad de sustancias estupefacientes, dinero y joyas.

Los integrantes del grupo cuentan con numerosos antecedentes por delitos de tráfico de drogas cometidos por todo el país y cinco de los arrestados han ingresado en prisión por orden judicial, según han informado este lunes fuentes del instituto armado, que también han señalado que han sido investigadas otras dos personas por los mismos hechos.

La Guardia Civil atribuye a los once detenidos y a los dos investigados los delitos de cultivo y elaboración de marihuana, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a organización criminal.

Las tres viviendas ocupadas ilegalmente están ubicadas en las localidades alicantinas de Busot (dos de ellas) y Monforte del Cid.

En el marco de la Operación Leum, llevada a cabo el pasado 25 marzo, los agentes registraron las tres casas, en una de las cuales descubrieron una sofisticada granja de minado de criptomonedas, refrescada con aparatos para uso profesional. También intervinieron un ventilador industrial de más de un metro y medio de altura y numerosos dispositivos nuevos que conservaban el embalaje original.

Según las mismas fuentes, los traficantes estaban ampliando esta granja, abastecida de energía de forma ilegal mediante un enganche al suministro eléctrico, y que disponía de más de treinta procesadores informáticos.

Las transacciones con criptomonedas son empleadas habitualmente por los grupos criminales que hacen uso de este activo digital, habitualmente de manera fraudulenta, como medio de pago o para blanquear el capital.

En las tres viviendas fueron localizadas plantaciones de marihuana, además de otras sustancias estupefacientes. En la de Monforte del Cid, el grupo tenía "una guardería de hachís", término utilizado por las fuentes de la Guardia Civil para referirse a un almacén donde los traficantes ocultaban la droga durante breve tiempo para darle rápida salida en el mercado ilícito.

La organización ahora desarticulada recurría a importantes medidas de seguridad y poseía diferentes armas para su autodefensa.

En dos de los registros fueron halladas sendas armas de fuego cortas, ilegales, modificadas y del calibre 9 milímetros (una de ellas con munición y lista para disparar). Incluso en una de las casas, los agentes requisaron también una pistola preparada y dispuesta para su uso.

A su vez, las plantaciones se hallaban aisladas al exterior mediante sellado con espuma de poliuretano y papel reflectante para evitar la detección desde el exterior de las emisiones térmicas de las lámparas, del ruido y del olor de la droga.

En el operativo, los agentes se han incautado también de 22 kilos de cogollos de marihuana secos y envasados para su venta, 334 gramos en placas de hachís, 18 gramos de cocaína y 554 plantones de marihuana en fase de crecimiento, así como de dos vehículos, 1.090 euros en efectivo, numerosas piezas de joyería, silenciadores acoplables a las pistolas, numerosa munición y cuatro armas blancas prohibidas.

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