Todo fue fruto de una taque de celos. Eso es lo que confesó Daniel Sancho, hijo del reconocido actor Rodolfo Sancho, tras un intenso interrogatorio de la policía tailandesa. Todas las pruebas apuntaban a él. Habían encontrado intestinos troceados, partes de las nalgas y el pene en un saco de fertilizantes. Y no solo eso. Según informa El Mundo, también descubrieron partes de una pierna derecha dentro de una bolsa de plástico negra, además de una camiseta, un pantalón corto y un calzoncillo.

Más tarde descubrieron que esa ropa pertenecía al médico Edwin Arrieta Arteaga, un cirujano colombiano de 44 años, con el cual había pasado Sancho varios días en al isla, y por el que había denunciado su desaparición días antes.

Al encontrar las bolsas de los restos humanos, los investigadores encontraron una etiqueta de compra de una tienda de Koh Phangan donde descubrieron que Sancho compró el 1 de agosto bolsas de plástico grandes, un cuchillo de picar carne, guantes de goma, detergente, una esponja y lanas de acero inoxidable, informa El Mundo.

Así, los agentes empezaron a atar cabos. A pesar de hospedarse en hoteles distintos, la última vez que se le vio con vida al médico, Sancho se encontraba con él. En un primer momento, Sancho, de 29 años, negó los hechos. Pero, tras un intenso interrogatorio con la policía tailandesa, explicó que, fruto de un ataque de celos, golpeó a su acompañante en la habitación del hotel y este cayó y se dio un golpe en la cabeza con el borde de la bañera.