Tres de cada cuatro españoles creen que su salud es buena o muy buena. Ellos son más positivos en esa percepción, ya que dicen sentirse bien o muy bien en un 77,8% frente al 70,4% d las mujeres. No obstante, hay un factor de hecho que es que ellas tienen generalmente más problemas crónicos de salud (trastornos musculo esqueléticos, de estado de ánimo, asma…) y hacen un mayor uso de servicios. En lo referente a estilos de vida presentan mejores indicadores (tabaco, alcohol, sobrepeso…). Las diferencias se igualan a los 85 y más años.

Quienes más han mejorado la percepeción de su salud son los españoles entre 65 y 74 años

Esta percepción de la salud es la misma que hace 30 años, aunque durante esos años sí que ha aumentado la esperanza de vida y se ha producido un envejecimiento de la población. Sí ha mejorado la percepción entre los menores de 75 años, especialmente entre los 65 y los 74, que han mejorado sus sensaciones sobre salud un 15% entre 1987 y 2017. Son los datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2017 del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que se acaban de publicar.

Otro de los cambios de los últimos 30 años tiene que ver con el aumento de la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular y de otras enfermedades crónicas: hipertensión arterial (19,8%), colesterol elevado (17,9%), obesidad (17,4%) y diabetes (7,8%). Su presencia en muchos casos se ha doblado.

El 17% de los adultos padece obesidad

El porcentaje de adultos obesos ha pasado en los últimos 30 años del 7 al 17%. Tienen más problemas de obesidad los hombres (18,2%) que las mujeres (16,7%). Esa diferencia cambia a partir de los 65 años, ya que ahí las mujeres superan a los hombres. El estatus socioeconómico afecta también, sobre todo a las mujeres, que aumentan sus ratios de obesidad en las clases menos favorecidas.

En el caso de los menores, el dato llega al 10%.

Un 22% de fumadores, el más bajo de la historia


Los resultados de la encuesta muestran que mejoran lentamente algunos factores de riesgo comportamentales y así lo demuestra que disminuye el consumo de tabaco y de alcohol. El número de fumadores desciende al 22%, la cifra más baja en 30 años; sin embargo el descenso es cada vez más lento, sobre todo en el caso de las mujeres.

En cuanto al consumo de alcohol en la encuesta el 36,5% de los adultos consume habitualmente bebidas alcohólicas, el doble de hombres (49%) que de mujeres (24,6%). Este tipo de consumo ha descendido 12 puntos en el último decenio desde el 48,4% en 2006.

En jóvenes el patrón de consumo difiere del de las personas adultas: de los hombres entre 15 y 34 años, uno de cada 10 se expone mensualmente a los riesgos del consumo intensivo y casi uno de cada 20 lo hace semanalmente.

Señales de mejora de la alimentación

Hay algunas señales de mejora en la alimentación, aumentando la lactancia materna y el consumo de fruta. No obstante, este último, junto con el de verduras debe de seguir aumentando entre la población.

El 37,8% de la población de 15 y más años ocupa el tiempo libre de forma casi completamente sedentaria. El sedentarismo en tiempo de ocio es mayor en mujeres (41,9%) que en hombres (33,5%).

Evolución de enfermedades crónicas

El número de personas con el colesterol alto se ha duplicado desde 1987.

Casi se ha duplicado también la población que padece diabetes.

La hipertensión también ha aumentado de forma muy importante en los últimos 30 años, y actualmente la padece una de cada cinco personas adultas en España.

También se han disparado las alergias, que han pasado del 6 al 16% de la población desde 1987.

Sobre la población que padece depresión solo se contabilizan datos desde 2011, año desde el cual han aumentado la prevalencia de forma ligera.

Aumenta 5 puntos la población con dependencia funcional con respecto a 2014. La población mayor de 65 años con dificultad para llevar a cabo las tareas del hogar sube del 47% al 52%. La utilización de los servicios sanitarios ha evolucionado a lo largo de las últimas dos décadas de manera incremental y ha experimentado un crecimiento desde 1987, con una tendencia a la estabilización o ligero descenso entre 2003 y 2011 para las consultas y la hospitalización. Se observa un incremento de la participación de la población en la realización de prácticas preventivas: vigilancia de la tensión arterial, colesterol y glucemia, así como detección precoz del cáncer de mama, cuello de útero y colon. El acceso es igualitario con independencia del sexo y la posición socioeconómica.

Empeora la independencia, la población mayor de 65 años con dificultad para llevar a cabo las tareas del hogar sube del 47% al 52%

La ENSE es una investigación periódica llevada a cabo en los hogares con el objetivo de averiguar el estado de salud de la población española, sus factores determinantes, la utilización de los servicios sanitarios y el impacto de la aplicación de las políticas sanitarias en la evolución de los indicadores de salud. En total se recogen datos de 29.195 personas, de las cuales 23.089 tienen 15 y más años y 6.106 son menores (0-14 años).

En esta edición de 2017 la Encuesta Nacional de Salud cumple 30 años de existencia, siendo una de las principales fuentes de información para la planificación, la evaluación y la investigación en salud. En conjunto, la ENSE 2017 y su serie histórica reflejan coherentemente el envejecimiento progresivo de la población residente en España y las condiciones asociadas a la misma. El aumento referido de enfermedades crónicas, factores de riesgo metabólicos, enfermedades del aparato locomotor, limitaciones y discapacidad funcional son expresiones de esta tendencia demográfica.