El Ministerio de Sanidad reconoce ahora que desaconsejó el uso de mascarillas al comienzo de la pandemia, porque "apenas estaban disponibles en todo el entorno europeo" y, "en aquel momento, prácticamente sólo se producían en China".

Así lo afirmó ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, en rueda de prensa. El epidemiólogo señaló que "las medidas de prevención y control deben ser factibles", por lo que la escasez de este material, "en una situación en la que la exportación" de mascarillas quirúrgicas que en aquel momento prácticamente sólo se producían en el gigante asiático, "generaba un problema para todos los países europeos".

"Todos hemos vivido luego la situación en la que nos puso esta restricción en la exportación de China", añadió Simón, cuando el país que primero sufrió el coronavirus estaba viviendo una grave situación sanitaria, por la que necesitaba hacer uso de esas mascarillas.

En esta misma línea, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho este miércoles en el Pleno del Congreso de los Diputados que se trataba de "una enfermedad que pensábamos que quedaba circunscrita al continente asiático".

Simón admitió que "con el nivel de transmisión que había en aquel momento", cuando había pequeños núcleos de transmisión local y casos importados, según recordó, se valoró "qué medidas eran realizables". Sin embargo, apuntó que en esa fecha "había riesgo" de que el virus se extendiera.

El portavoz de Sanidad indicó que, desde finales de diciembre hasta mediados de febrero, el Ministerio estaba valorando entonces "cuáles eran las medidas, no las que nos gustaría tener, sino las que podíamos utilizar".

Durante las primeras semanas de pandemia en España, el Ministerio de Sanidad repetía con frecuencia que "la población general sana no necesita utilizar mascarillas" y recalcaba que su uso "inadecuado", alegando que podía dar lugar al "desabastecimiento".

Sanidad siguió repitiendo esta premisa cuando el coronavirus ya estaba teniendo graves consecuencias en España. El 24 de marzo, el Covid-19 había provocado casi 2.700 muertes y rozaba los 40.000 contagiados.