Los primeros vacunados con AstraZeneca deberían haber recibido la segunda dosis del fármaco hace ya dos semanas, pero la aparición de trombosis graves asociadas a las vacunas paralizó en primer lugar de forma total su administración y después la restringió únicamente a personas entre 60 y 69 años. Sin embargo, para el día que se paralizó, el 7 de abril, unos dos millones de españoles habían recibido la primera dosis del fármaco. La mayoría, puesto que se priorizó su uso en trabajadores esenciales, tenía menos de 60 años.

Estos quedaron en el limbo de la vacunación y el Gobierno incluso amplió el plazo entre ambas dosis de 12 a 16 semanas, a la espera de tomar una decisión que, aseguró, se basaría en un ensayo clínico realizado en España (CombiVacs) y la experiencia en otros países. Sanidad decidió no seguir la recomendación de la Agencia Europea del Medicamento que sigue incidiendo en que la vacuna es segura y eficaz y se puede administrar sin restricciones de edad.

Este martes, justo un día antes de que Sanidad haya dicho que anunciará su decisión, hemos conocido los resultados del ensayo clínico español que prueba la mezcla de vacunas (segunda dosis con Pfizer tras la primera con AstraZeneca). Los responsables del estudio han subrayado que dar la segunda dosis de Pfizer a vacunados con AstraZeneca "es seguro y eficaz" y que sus resultados "avalan" esta vacunación.

Sin embargo y tras la presentación de los resultados de Combivacs, diversos científicos habían mostrado sus reservas a establecer una decisión en Salud Pública que afecta a millones de personas en un estudio que sigue los datos de 600 personas. Uno de ellos es el epidemiólogo y ex director de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud, Daniel López-Acuña, quien explica a El Independiente que "el resultado del ensayo clínico CombiVacs, con 600 personas, no ofrece razones para dejar de dar la segunda dosis de AstraZeneca a quienes recibieron la primera".

Otro de ellos era el catedrático de Microbiología Ignacio López-Goñi, quien apuntaba en Radio Aragón a que la mejor opción era dar la segunda dosis de AstraZeneca que la mezcla de vacunas, para la que la evidencia es menor: "A los políticos se les ha llenado la boca diciendo lo que digan los expertos, pero la Agencia Europea del Medicamento sigue recomendando dar la segunda dosis con la misma vacuna de AstraZeneca", incidía. Sobre el ensayo, añadía que "con 600 personas no te permiten ver esos efectos secundarios que pueden ocurrir con muy baja frecuencia".

Las limitaciones del estudio son muchas para López Acuña, que subraya que pese a que el estudio haya podido determinar la generación de anticuerpos o la baja reactogenicidad, "eso es en cierta medida obvio y no permite comparar con lo que podría suceder si se pone la segunda dosis de AstraZeneca, puesto que eso no se ha incluido en el estudio".

Por último, López-Acuña incide en que el estudio no permite concluir nada "que aclare el temor infundado" generado con AstraZeneca. "El ensayo lo único que aporta es resultados de generación de anticuerpos si se vacuna con Pfizer, pero nada sobre la seguridad ni sobre la posible aparición de efectos adversos infrecuentes", añade el epidemiólogo.

También el profesor de Farmacología de la Universidad de Oxford, Daniel Prieto-Alhambra, criticaba el uso de este ensayo como base para tomar decisiones. Decir que "la segunda dosis con Pfizer es eficaz y segura para los que recibieron una primera de AstraZeneca es una locura, porque este ensayo no tiene potencia para mirar ni eficacia ni seguridad", incidía a través de un hilo de Twitter.

Los propios expertos de la Ponencia de Vacunas, que asesora a la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial de Salud recomendaron este lunes completar la pauta de vacunación con AstraZeneca al menos a personas de 40 a 60 años, que son la mayoría de los que habían recibido el fármaco, según publicó la Cadena Ser. La rueda de prensa de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, está prevista para la tarde del miércoles y de ella se espera que salga la decisión que acabe con la incertidumbre de dos millones de españoles a medio vacunar. Algunas comunidades autónomas como Andalucía o Madrid ya habían anunciado que si no se tomaba una decisión, completarían la vacunación con AstraZeneca al menos a voluntarios.