Las vacunas son efectivas. Funcionan y están evitando millones de muertes, especialmente en los países desarrollados donde el porcentaje de vacunados es ya mayoritario. España y la Unión Europea han entrado en septiembre con el objetivo marcado, tener al 70% de la población vacunada frente al Covid.

Sin embargo, ocho meses después del inicio de la campaña de vacunación está dándose una paradoja, la de que se van a inyectar vacunas más caras pero menos efectivas. Y eso puede tener un efecto no solo en las terceras dosis que están bajo debate, también en la minoría no vacunada en los países ricos y sobre todo en el amplio porcentaje de población - el 95% de África -.

Pérdida de efectividad frente a la variante Delta...

La caída de la efectividad de las vacunas se debe a la evolución del virus y la extensión de la variante Delta, más contagiosa y según los primeros datos que conocemos, con cierto escape vacunal. Así lo están mostrando los primeros datos publicados al respecto. El 27 de agosto lo hacía el Centro de Control de Enfermedades de EEUU. La agencia publicaba los datos de efectividad de las vacunas de Pfizer y Moderna antes y después de la extensión de la variante Delta. La eficacia caía del 91 al 66% frente al contagio – el análisis no evaluó eficacia contra hospitalización o muerte.

También la prestigiosa revista Nature publicaba el 19 de agosto los datos de un preprint (una investigación aún no revisada) indican que aunque las vacunas de Pfizer y AstraZeneca siguen protegiendo con dos dosis frente a la variante Delta, la efectividad de la vacuna se reduce con el tiempo y los infectados vacunados presentan una carga viral similar a la de los no vacunados.

El estudio establece en un 92% la efectividad de la vacuna de Pfizer frente a infectarse con carga viral alta 14 días tras la vacunación, pero ésta va cayendo al 85% tras 60 días y 78% después de 90 días. En el caso de la medicina de AstraZeneca, la efectividad contra mostrar alta carga viral tras la vacunación era de 69% tras 14 días y 61% a los 90 días. Para una de las investigadoras del estudio, Sarah Walker, la caída de efectividad no debe ser causa de alarma. "Para ambas vacunas, dos dosis continúan funcionando bien frente a la variante Delta", afirmó en Nature.

También en Israel, uno de los países que alcanzó mayor velocidad de vacunación durante los primeros meses, se anunció ya en julio una pérdida de efectividad del fármaco de Pfizer frente a la variante Delta. El Ministerio de Sanidad israelí la cifró en un 30% y aseguró que la defensa frente a la enfermedad sintomática había pasado del 94 al 64%. Otro estudio sin revisar más reciente afirma que los vacunados en marzo de 2021 están 1,6 veces más protegidos frente a la infección que los que se vacunaron en enero.

... Con los precios al alza

Aunque las farmacéuticas ya están investigando nuevas fórmulas vacunales que se adapten a las nuevas variantes, lo cierto es que éstas van más rápido y que las compañías ya han adelantado subidas de precios para las vacunas existentes. Así lo desvelaba el periódico Financial Times a principios de agosto: los términos de los contratos, firmados este año hasta 2023 para un total de 2.100 millones de dosis, se renegociaron después de que unos estudios clínicos indicaran que las vacunas tipo ARNm de estas dos empresas tenían mejores índices de eficacia que las más baratas de Oxford/AstraZeneca y Johnson & Johnson, según explicaba este medio. Así, las dosis de Pfizer pasaron de 15,50 a 19,50 euros mientras que las de Moderna pasaron a costar 25,5 dólares tras un precio inicial de 19.

Estas subidas que están asumiendo los Estados que pueden pagarlo (los precios de las vacunas son dispares según las regiones) se enmarcan además en varias incertidumbres: la de la opacidad de las condiciones de los contratos y la del número de dosis que continuarán siendo necesarias para proteger a la población.

El precio de las vacunas del Covid fue una incógnita durante los primeros meses. La Unión Europea optó por una compra conjunta pero los contratos se firmaron de forma opaca y no fue hasta enero de 2021, por la presión mediática, que la Comisión Europea publicó contratos en los que sin embargo tachó algunos de los datos más importantes como los precios, la fecha de entrega o la responsabilidad de la compañía.

Desde las farmacéuticas, además, no han dudado en apuntar a la posible necesidad de una revacunación cíclica y a finales de este mes de agosto el CEO de Pfizer, Albert Bourla, decía directamente que "el escenario más probable será la necesidad de una revacunación anual, como la de la gripe", tal como recogió Business Insider.

Esas subidas de precios junto a esa proyección de mercado (vacunar anualmente) redondean el negocio de las farmacéuticas que, por ejemplo Pfizer, esperan recaudar 33.500 millones de dólares solo este año. Una ecuación que desde la plataforma Salud por Derecho, que investiga y apoya el derecho universal a la salud, no entienden. "Tenemos vacunas que ya dejan un enorme margen de beneficio pero las vamos a pagar más caras. Y la pregunta es, ¿está justificado? No, porque además desconocemos cuáles han sido los costes de investigación y producción", afirma Irene Bernal, investigadora de la fundación. La investigadora recuerda que en una de las reuniones internas de la compañía uno de los directivos habló de "precios pandémicos" y precios "habituales" para las vacunas, de 150 a 175 dólares por dosis.

En la misma línea se manifiesta Miriam Alía, coordinadora Médica de Emergencias de Médicos sin Fronteras (MSF), que lamenta que "cuando Pfizer y Moderna están dando una previsión de beneficios y se ha compensado el gasto, suben el precio. No hay razón, ¿fabricar en serie algo que ya has probado cuando no se están haciendo aún modificaciones de las vacunas es más caro? Lo que aumentas es el margen de beneficios", informa Nacho Encabo.

"Lo que nos preocupa es que estamos incrementando el precio de las vacunas y ésta va a ser la tónica", incide Bernal, "es muy probable que lo veamos con todas las vacunas que lleguen al mercado y lo ideal sería que la propia competencia en las vacunas ajustaran los precios pero son necesarias más vacunas y el funcionamiento de las vacunas de ARN mensajero ha sido lo que ha marcado esta carrera".

Y una consecuencia de este aumento de precios, indica Bernal, es que deja "un panorama en el que pierden los países de rentas medias y bajas. Cuando no hay una política de precios transparentes al final se va a ralentizar la vacunación global".

Para la portavoz de Salud por Derecho, la pandemia fue una oportunidad desaprovechada para haber favorecido el interés general - por ejemplo cuando los Estados apoyaron la investigación de las vacunas del Covid. "Hemos funcionado arrastrando el mismo modelo que había. Las farmacéuticas persiguen ganar dinero y se dan situaciones tan paradójicas como que vacunas cuya investigación apoyó el estado y no está justificado lo que se paga además de que no sabemos cuánto vamos a llegar a pagar", concluye.