Salud

Vacunar, aislar o cerrar aulas: ¿Cómo frenar la pandemia en colegios sin vacunados?

Varios niños escuchan las explicaciones de su profesora en una clase del colegio Virgen de Europa durante el primer día de clase del curso 2021-22, a 6 de septiembre de 2021, en Boadilla del Monte, Madrid (España). El tercer curso escolar en un contexto de pandemia arranca esta semana en toda España, con el 39,4% de los jóvenes mayores de 12 años vacunados con pauta completa contra la COVID y prácticamente el 100% de los profesores, así como las mismas medidas sanitarias para evitar contagios del curso anterior.

Ricardo Rubio / Europa Press

Se han confirmado los peores augurios que convertían a los centros escolares en algo parecido a un reservorio para el virus. La incidencia en menores de 11 años, población escolar y preescolar que no ha podido acceder a la vacuna, está ya en más de 274, con datos del viernes 26 de noviembre. Es la más alta entre los distintos grupos de edad y la razón está clara: no están vacunados. En comunidades como Navarra y País Vasco están en 1124 y 850, respectivamente. Una incidencia muy alta que tiene su reflejo en la transmisión de los niños a sus padres. En los casos de Navarra y País Vasco la incidencia entre los 40 y los 49 años está en 641 y 483. La vacuna para los menores de 11 años ya ha sido aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), pero hasta que se administre entre esta población la trasmisión seguirá en alza.

En este escenario de aumento de incidencia el virus acelera su transmisión entre la población no vacunada. “Hasta ahora había menos transmisión comunitaria porque estamos más en la calle y con el uso de mascarillas, pero al entrar en espacios cerrados con la llegada del frío, la incidencia sube. Es lógico pensar que si el virus circula de manera más intensa a los que más va a afectar va a ser a la población no protegida. En este caso los menores de 12 años y luego como consecuencia a los convivientes” señala José Martínez Olmos, experto en Salud Pública.

Para Olmos la medida  más eficaz, en este punto,  es la realización de test y rastreo de contactos. “Hay que extremar las medidas en los colegios. Hay que hacer test y rastreo para detectar precozmente y aislar, hacer test es la mejor manera para hacer que la transmisión no vaya al ámbito comunitario y eso significa reforzar la atención primaria. A esto hay que añadir que la ventilación sea la adecuada y que las mascarillas se utilicen de manera adecuada”, añade.

El profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Joan Carles March, incide en este punto de la ventilación de espacios. “No todas las comunidades han puesto medidores de CO2 y filtros HEPA para controlar el ambiente y ayudar a ventilar que es una herramienta fundamental para evitar la transmisión. No es algo que evite toda posibilidad de contagio, pero es un elemento a tener en cuenta”, afirma. “Para mí las medidas más importantes son medidores de CO2, medidores, filtros HEPA, ventilación en función del medidor del CO2 y la vacuna cuando llegue”, añade.

El epidemiólogo Daniel López Acuña destaca la seguridad de la vacuna una vez aprobada por la EMA y pese a que la OMS se ha pronunciado diciendo que es preferible que lleguen a otros países antes que los niños a los países donde ya están los adultos más vacunados, considera “nada hace pensar que se debe retrasar la vacunación de los niños. Hay que mantener las medidas escolares sin relajarlas. Este grupo aún no tiene vacuna y en algunas comunidades autónomas las cifras son realmente preocupantes. Lo único que tenemos para proteger a este colectivo son las medidas que tenemos: grupos burbuja, ratios, distancias y ventilación”, subraya. Todos los expertos consultados coinciden en que lo mejor para echar al coronavirus de la escuela es la vacunación masiva. 

Los centros escolares han sido modélicos en la contención de la transmisión durante la pandemia. Para Quique Bassat, pediatra y coordinador del Grupo de Trabajo de la Asociación Española de Pediatría para la Reapertura de la Escolarización “los colegios siguen siendo entornos seguros a pesar de que efectivamente ha aumentado mucho la incidencia”. Según este epidemiólogo la relajación de las medidas, tras más de un año de pandemia, están detrás de la subida de casos. “Creo que lo que hay que hacer es reforzar las medidas que se pusieron el año pasado y que son suficientes: ventilación, grupos burbuja, entradas y salidas escalonadas, higiene de manos y mascarilla, tanto en interiores como en los lugares exteriores donde se barajó su retirada y la situación ahora es que no se pueden quitar”.

Cerrar colegios por aumento de contagios

La medida más extrema y menos deseada por las autoridades y padres es el cierre de las aulas. Joan Carles March cree que el cierre de aulas “se ha dejado de hacer con tanta claridad como se hacía antes y esto es un problema, si hay confinamientos claros encima de la mesa. Si hay alumnos contagiados hay que confinar el aula, especialmente en comunidades donde la transmisión sea alta”.

Para este experto el cierre total de colegios” debería hacerse con enseñanza virtual y con carácter temporal,  además hay que revisar la situación de los maestros, que ya hace meses que están vacunados. A lo mejor habría que priorizar su vacunación de la tercera dosis”, afirma.

José Martínez Olmos cree que esto debería ocurrir “dependiendo del nivel de transmisión comunitaria, con incidencias muy altas podría plantearse, pero no ahora mismo. La hipótesis de cerrar colegios debería estar contemplada en un riesgo muy extremo de contagio con el nuevo semáforo, pero en este no hay comprometidas medidas de restricciones de la interacción social”.

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