Joseph Oughourlian mantuvo múltiples conversaciones en Madrid durante las semanas previas a la Junta General de Accionistas. En estos contactos, solía afirmar que mantenía su confianza en Pepa Bueno para continuar al frente de El País, pero lo cierto es que era una defensa tibia. Dentro del entorno del dueño de Amber Capital, daban por supuesto que la periodista tarde o temprano sería destituida, como parte del imparable proceso de 'limpieza' de la influencia de José Miguel Contreras en Prisa.

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El cese se ha producido este miércoles, es decir, tan sólo una semana después de que la nueva consejera delegada de Prisa Media, Pilar Gil, anunciara una restructuración del organigrama de la Cadena SER que culminó con la destitución de directivos como Montserrat Domínguez e Ignacio Soto -este último, anunciaba su marcha de la compañía poco después-, y con su sustitución por Jaume Serra y por Fran Llorente.

Para entender todo este proceso hay que remontarse a principios de 2021, cuando Oughourlian alcanzó un pacto con Miguel Barroso -fallecido en 2024- para colaborar en la redefinición de la línea editorial de Prisa. El 19 de marzo de ese año, Barroso era anunciado como consejero dominical, en representación de Amber Capital.

Los cambios en Prisa

Unos meses después, Javier Moreno era sustituido por Pepa Bueno al frente de El País y la figura de Contreras comenzaba a hacerse presente en la sede de la cabecera en Miguel Yuste, como consejero asesor de Prisa Media. Unos meses después, con Carlos Núñez de presidente ejecutivo de los medios, Fran Llorente pedía una excedencia en Radiotelevisión Española y se incorporaba a esta compañía para comandar su departamento audiovisual.

En 2022, se anunció una operación que generó cierta polémica interna, como fue la compra de LACOproductora. Es decir, de la empresa audiovisual que había fundado Contreras en 2018. Con esos mimbres, y con Montserrat Domínguez en la dirección de contenidos de la Cadena SER se puso en marcha un proyecto que se vio alterado con el fallecimiento repentino de Miguel Barroso.

Contreras pidió entonces a Oughourlian un puesto en el Consejo de Administración de Prisa -explican fuentes de Gran Vía 32-, pero se lo negó, lo que provocó rencillas entre las partes que posteriormente se extendieron a otros efectivos de la cúpula de Prisa Media. El divorcio definitivo se produjo cuando Contreras y Núñez iniciaron un proyecto de canal de televisión, pese a que el dueño de Amber Capital siempre expresó reticencias por la vuelta al negocio de la TDT.

Refriega interna

Unas semanas antes de que el Consejo de Administración de Prisa lo rechazara oficialmente, El País publicó una entrevista en su edición dominical, en la que Carlos Núñez anunciaba los detalles de la nueva televisión de la compañía. Eso provocó un fuerte enfado en Oughourlian, tanto con sus autores como con Pepa Bueno. Los primeros fueron acusados de conspiradores. La segunda, de no haber sido capaz de parar la difusión de ese texto.

El clima de desconfianza entre las partes era tal que Oughourlian anunció su rechazo al proyecto de televisión en Expansión. Es decir, un periódico de la competencia. Unas horas después de que el Consejo de Administración rechazara oficialmente este plan, Núñez dimitió y Contreras fue despedido.

En las semanas siguientes se produjeron varias noticias relevantes en Prisa. La mayor de todas fue la aprobación del acuerdo de refinanciación de su deuda, con el consiguiente aplazamiento de sus pagos hasta 2029. Este pacto fue recurrido ante los tribunales por los accionistas de Global Alconaba, a los que apoyan Moncloa y Contreras; y los cuales todavía amenazan con presentar una oferta por Prisa, ante el más absoluto descreimiento de Oughourlian y su equipo.

Después, se celebró la Junta de Accionistas sin que los socios rebeldes realizaran ningún movimiento hostil contra el presidente de Prisa. A los pocos días, Pilar Gil era anunciada como consejera delegada y eso provocó una serie de cambios casi instantáneos en todo el organigrama de sus medios de comunicación.

Lejanía del sanchismo

Fuentes de Gran Vía 32 descartan que la sustitución de Pepa Bueno por Jan Martínez Ahrens vaya a alejar a El País de la 'izquierda editorial', pero sí que implicará su acercamiento a los postulados más socialdemócratas tradicionales para marcar distancias con la agenda sanchista.

En este sentido, reconocen que al equipo directivo de Prisa le ha generado incomodidad en las últimas semanas el alineamiento que consintió Pepa Bueno con las cuestiones más polémicas relacionadas con Moncloa y con Ferraz. Ahí citan la colaboración de algunos periodistas con la defensa del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.

Se espera que en los próximos días se produzcan nombramientos y destituciones dentro del organigrama del periódico y de Cinco Días, integrado casi en su totalidad en El País. De momento, se puede decir que los rostros más relevantes que impulsaron 'los Migueles' en el grupo desde 2021 han perdido casi toda la fuerza -o la perderán- en la cabecera generalista de Prisa.

Habrá que ver la respuesta del Gobierno ante esta línea de actuación. Oughourlian envió una carta a sus lectores en marzo, tras su nombramiento como presidente del Consejo de Administración de El País, en la que confirmó que el diario debía ser independiente de cualquier poder que quisiera controlarlo, pero, a la vez, incidió en que su posición debía ser la de la defensa de la socialdemocracia. Ahora bien, habrá que ver si Moncloa interpreta todos estos cambios con hostilidad y, en ese caso, si decide tomar alguna represalia contra Prisa, cosa que podría hacer, dado que es, de facto, el anunciante público con más presupuesto de España.

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