Me decía insistentemente Felipe González hace ya muchos años que en materia de moral y costumbres "un gobierno no debería nunca imponer por ley algo que no fuera comúnmente comprendido y compartido por la mayoría social de un país" porque este es un terreno resbaladizo en el que no conviene intervenir políticamente si no se cumplen esas condiciones.

Contenido Exclusivo para suscriptores

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

¿Ya estás suscrito? Identifícate aquí