La decisión del Parlamento de Cataluña de proclamar de forma unilateral la independencia de Cataluña vuelve a agitar el nerviosismo en los mercados financieros. El Ibex, descolgado desde el inicio de la sesión del buen tono del resto de índices europeos, ha cerrado con pérdidas próximas al 1,5%, lo que le ha llevado a perder el nivel de los 10.200 puntos.

El recorte del índice español, que por momentos llegó a rozar el 2%, ha vuelto a tener como protagonistas a los bancos de origen catalán, que pese a haber cambiado su sede cuentan con una elevada exposición a la región. Banco Sabadell, que este viernes ha presentado unos resultados que han sido valorados con un moderado optimismo por parte de los analistas, y CaixaBank llegaron a registrar descensos superiores al 6 y el 5%, respectivamente. Al cierre, el banco que preside Josep Oliú restó un 4,85%, mientras que CaixaBank se dejó un 2,74%.

Ambas entidades borraron de este modo las ganancias registradas el día anterior entre las especulaciones que apuntaban a que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, declararía elecciones anticipadas.

Otras entidades, como BBVA y Santander, también sufrieron este viernes fuertes caídas, que superaron el 2,5% en el caso del banco que preside Francisco González y rondaron el 2% en el caso de Santander. Entre los peores valores de día también se ubicaron Meliá Hotels e IAG, que restó un 6,26%, pese a elevar un 5,6% sus beneficios. En el lado opuesto, Grifols, el único valor del Ibex que mantiene la sede en Cataluña, lideró las alzas en el Ibex, con un recorte del 0,76%.

Los avatares españoles restaron algo de fuerza a las bolsas europeas. El EuroStoxx 50, que llegó a escalar cerca de un 1%, rejo sus ganancias a menos de la mitad. El euro, por su parte, resta más de un 0,5% y se sitúa por debajo de los 1,16 dólares por primera vez desde julio.

El mal tono también se contagia al mercado de deuda, donde el interés del bono español a 10 años ha escalado cuatro puntos básicos y se sitúa en el 1,58%. La prima de riesgo, que el jueves llegó a caer por debajo de los 110 puntos básicos, escala ahora hasta el entorno de los 120 puntos.

Pese a las caídas, los expertos insisten en que los mercados siguen mostrándose confiados en que la crisis se mantendrá contenida. De hecho, en el caso del Ibex, las caídas de este viernes ni siquiera borran las ganancias registradas el día anterior.

"Seguimos esperando un periodo prolongado de exacerbada tensión política que afectará al crecimiento económico. Sin embargo, seguimos creyendo que el impacto será relativamente limitado", señalan los analistas de Oxford Economics.