A Granada le va a salir caro que entre sus planes estuviese el apostar por la Alta Velocidad. Concretamente, cuatro años y dos meses en los que no solo no han podido hacer realidad la histórica foto de la inauguración del AVE, sino que sus habitantes no han podido montar en ningún tren, a secas. Las obras para implantar el AVE tuvieron una consecuencia inevitable y, a la vez, indeseada: la absoluta desconexión ferroviaria.

Para seguir leyendo Regístrate GRATIS