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Telefónica vuelve a crecer en España diez años después en plena guerra del fútbol

La operadora no ve un "factor de riesgo" en el parón político por el 28-A, pero sí confirma por preocupación por la inestabilidad que provoca la tensión por el independentismo en Cataluña.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. | Efe

“España es nuestro buque insignia. Y aquí volvemos a crecer después de demasiados años”, decía este jueves José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, con indisimulada satisfacción. Y es que la operadora ha elevado sus ingresos en el mercado español tras una larga travesía en el desierto de una década y además en un año particularmente complejo para el negocio patrio.

Telefónica España registró unos ingresos el año pasado de 12.706 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,4%. El crecimiento es muy leve, en cualquier otro caso se consideraría un problemático estancamiento. Pero para la compañía es importante porque no se apuntaba un aumento de los ingresos en España desde 2008, porque crece por primera vez en diez años.

Y ello en el año en que estalló una auténtica guerra de precios en el sector, con el fútbol en televisión como ariete. La decisión de Vodafone de renunciar a gran parte de los contenidos fútbolísticos elevaba la factura que tenían que asumir las operadoras que sí seguían con ellos en su oferta televisiva, muy especialmente Movistar y en menor medida Orange.

Ambas compañías se lanzaron a disputarse los más de 300.000 clientes de Vodafone con paquetes que tuvieran fútbol con ofertas con precio de derribo, mientras que el operador rojo también respondía con descuentos permanentes de hasta el 50%. Una guerra que, junto al crecimiento desbordante de MásMóvil (ajeno a la batalla por el fútbol en TV), llevó la agresividad comercial al límite y las portabilidades –el cambio de una compañía a otra- a niveles récord tanto en móvil como en fijo, hasta los 10 millones de trasvases en conjunto.

Telefónica perdió 29.500 clientes que se fueron a sus rivales directos (portabilidades), pero ganó 422.000 nuevas líneas de móvil en el conjunto de 2018, hasta superar los 16 millones y más de un 30% de cuota. En paralelo, el grupo también incrementó su cartera de clientes de banda ancha fija (internet en casa o en la empresa) con 122.000 nuevas líneas, hasta rebasar los 6 millones.

Todo ello, en plena guerra comercial. Una situación que ha hecho que se resienta la rentabilidad de la compañía en el mercado doméstico. El resultado operativo antes de amortizaciones (Oibda) de Telefónica España alcanzó los 4.763 millones de euros en el conjunto del ejercicio, un 3,8% menos en un año, aunque en términos orgánicos –sin tener en cuenta el cambio de perímetro- descendió sólo un 1,3%.

“El entorno competitivo ahora ha vuelto a la normalidad. Sigue siendo competitivo, pero se ha enfriado”, subraya Ángel Vila, consejero delegado de Telefónica. En el tercer trimestre del 2018, con el inicio de la temporada de fútgol, hubo mucha intensidad competitiva para captar clientes. Ahora la situación se ha tranquilizado”. De hecho, la compañía subraya que tanto ella como parte de sus rivales han subido en los últimos meses sus tarifas siguiendo la estrategia de más por más: más servicios a cambio de más dinero.

El 28-A no es un riesgo, pero sí Cataluña

Con el crecimiento recuperado en España, Telefónica se muestra optimista de continuar con él este año y no ve un “factor de riesgo” para la evolución de sus negocios el contexto de parón político por el adelanto electoral para el 28 de abril.

Pallete subraya que la compañía seguirá adelante con las inversiones y los despliegues de red previstos. “Para una compañía como Telefónica que invierte y que seguirá invirtiendo, porque no es un hedge fund que entra y sale de los mercados, es muy importante la estabilidad. Necesitamos estabilidad y previsibilidad”, apunta el presidente de Telefónica.

“Cualquier cosa que no genere estabilidad nos preocupa y lo que no es bueno para España no es bueno para nosotros”, indicaba Pallete. Pero no se refería a la inestabilidad  política que puede generar un proceso electoral y las eventuales dificultades para formar Gobierno tras el 28-A. En este caso, cuando advertía del riesgo de falta de estabilidad se refería a Cataluña y al choque por el independentismo.

¿Desinversiones? Sí, pero sin prisa

Telefónica ha cerrado en las últimas semanas la venta de todas las filiales que tenía en Centroamérica en una doble operación por 2.025 millones de euros. La compañía ya avisó hace un par de años que tenía en revisión varios de sus negocios internacionales para determinar la manera de ponerlos en valor: reestructurándolos para ser más rentable, buscando alianzas o poniéndolos en venta.

Y el grupo pretende seguir haciéndolo. ¿Va a haber nuevas desinversiones? Sí, pero “sin ninguna prisa, sin ninguna urgencia”, explica Pallete. Y es que aunque uno de las grandes necesidades de la compañía es rebajar deuda (lo ha hecho en unos 12.000 millones en apenas dos años y medio, hasta situarla por debajo de los 42.000 millones), insiste en que no le hace falta malvender nada para conseguirlo. "No sentimos la necesidad de vender activos a cualquier precio para rebajar la deuda”.

En este sentido, Telefónica ha parado por completo el plan para sacar a bolsa una parte de su negocio británico por la inestabilidad generada por el Brexit. “La salida a bolsa está descartada”, apunta Pallete, que además da a entender que, tras la frustrada operación de venta a Hutchinson de hace un par de años, 02 se queda.

“No necesitamos vender Reino Unido. Nos sentimos muy cómodos, y se ha convertido en un activo fundamental. Ya no nos hace falta vender para desapalancar”, indica el presidente. Y es que Telefónica ha rebajado deuda por 12.000 millones en tres años cuando con la venta de O2 iba a obtener uno 13.000 millones. “Hemos reducido deuda lo mismo que si hubiéramos vendido, pero ahora no tendríamos ese negocio que se comporta tan bien”.

La visión es diferente para el negocio en México. Una filial con cuyo desempeño “no estamos satisfechos, no estamos contentos”. El grupo ha lanzado un nuevo plan para relanzar el negocio en México, pero si en este proceso surgiera una oportunidad de venta se estudiará.

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