El índice de precios de consumo (IPC) cayó en abril un 0,7 % en comparación con el mismo mes de 2019, lo que supone el primer descenso de este indicador desde agosto de 2016, provocado por el abaratamiento de los carburantes y a pesar del fuerte repunte de los alimentos frescos.

De acuerdo con los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sin tener en cuenta los elementos más volátiles del indicador, que son precisamente la energía y los alimentos no elaborados, la inflación subyacente se mantuvo en el 1,1 %.

Debido a la situación de confinamiento por la epidemia del COVID-19, el INE ha creado dos grupos especiales que recogen el efecto en los precios de los bienes y los servicios que se han podido seguir consumiendo, entre los que destaca la subida del 6,9 % de los alimentos frescos en tasa anual, tres puntos superior a la registrada el mes anterior.