El Gobierno y las empresas de telecomunicaciones se reunieron el pasado viernes para acercar posturas por el precio que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha fijado en el inicio de la subasta del espectro de 700MHz. 

El sector se ha venido quejando en los últimos meses ya que entiende que es uno de los más caros en Europa. El último en hacerlo fue Meinrad Spenger, CEO de MásMóvil en una conversación con El Independiente. “No estamos contentos con las condiciones preliminares de la subasta que se publicaron en diciembre del año pasado por muchas razones. El precio es muy caro, si normalizamos el precio de salida es tres veces más alto que el precio final de las subastas en Reino Unido, Alemania o Portugal y ya hemos transmitido que los precios deben ser más bajos”, explicó en la entrevista.

Así, el Ejecutivo ha planteado diversas ayudas para fomentar la inversión de las empresas de telecomunicaciones en materia 5G. Una de ellas será la de la revisión de la aportación que realizan los operadores de telecomunicaciones a la Corporación Radio Televisión Española (RTVE), establecida en el artículo 5 de la Ley 8/2009, de 28 de agosto, de financiación de la Corporación de Radio y Televisión Española.

Cabe recordar que las empresas deberán efectuar una aportación anual, calculada sobre los ingresos brutos de explotación facturados en el año correspondiente. Así, Telefónica, Orange o Vodafone tienen que destinar un 0,9% de estos ingresos a la televisión pública. Según apuntan fuentes del sector telco, la cifra que RTVE ingresa por la aportación de las empresas de telecomunicaciones es “superior a 130 millones de euros". No obstante, durante 2020 dicha partida fue “muy inferior” debido al impacto del coronavirus en los ingresos de las operadoras.

Por ejemplo, Telefónica -operadora más importante del país- registró un Oibda (resultado de la suma de los ingresos por explotación, depreciación y amortizaciones) de 5.000 millones de euros, según sus cuentas anuales. A pesar de que en esta ratio se incluyen otros aspectos como los anteriormente citados, la compañía aportó a las arcas de RTVE una cifra por debajo de los 50 millones de euros.

Un 10% de su presupuesto

Con todas estas cifras, el ente público -de acuerdo a las cifras oficiales de Radio Televisión Española- podría dejar de ingresar hasta un 10% de su nuevo presupuesto, dependiendo del porcentaje con el que finalmente el Ejecutivo rebaje a las compañías sus aportaciones.

Hay que resaltar que el presupuesto destinado para la televisión española pública es de 1.127 millones de euros, lo que se traduce en una subida del 12,7% respecto al año 2018, última vez que presentó unos presupuestos nuevos ya que el bloqueo político no permitió tal hecho.

La rebaja que estudia el Gobierno a las telecos supondría un nuevo recorte a las aportaciones de los propios operadores y televisiones privadas puesto que este año recibirá un total de 180 millones, un 18% menos que en 2018.

Los beneficios fiscales a las empresas de telecomunicaciones chocan con los planes del ente público ya que Rosa María Mateo, presidenta de RTVE en la fecha que se presentaron los presupuestos de la televisión pública, pidió que las ayudas de las compañías y las televisiones públicas deberían aportar un porcentaje superior. 

“Hemos de revisar las aportaciones de los nuevos operadores. Es de vital importancia resolver las carencias del actual modelo de financiación”, dijo la administradora única.

RTVE, en pérdidas

La salud económica de la corporación no es halagüeña y un mordisco de unos 120 millones de euros a su presupuesto, tal y como se ha explicado anteriormente, agravaría la situación que vive RTVE.

La televisión pública cerró 2020 con unas pérdidas cercanas a los 30 millones de euros, una cantidad que dobla a la de 2019, cuando terminó con un saldo negativo de 29,6 millones de euros.