Lo que iba a ser una de las grandes soluciones para frenar la epidemia del coronavirus ha terminado siendo un absoluto fracaso. La aplicación Radar Covid, que se estrenó en agosto del año pasado, apenas ha registrado en su base de datos el 0,8% de los casos totales en España. 

De acuerdo a las cifras oficiales de la aplicación móvil, Radar Covid ha sumado 63.669 casos positivos declarados desde el 19 de agosto de 2020, fecha en la que se estrenó la plataforma diseñada por Indra. 

No obstante, la tasa de penetración se podría calificar de cierto éxito. Las descargas que se han registrado hasta fecha de 4 de junio son de 7,4 millones, lo que supone un 18% de la población española. El gran pero de la app es que para la población apenas ha trascendido a la hora de comunicar los positivos. 

En la última semana, según los datos recogidos por el Gobierno se han introducido únicamente 530 casos de los más de 64.000 positivos que se registraron hasta el viernes. A pesar de que las comunidades autónomas dispensaron, más de 13.017 códigos que introducir en la aplicación, sólo medio millar se notificaron.

El funcionamiento de esta aplicación, a priori, era sencilla. Funciona a través de la tecnología Bluetooth para comunicar un positivo de un contacto estrecho (cualquier persona que haya estado en el mismo lugar que un caso de coronavirus, a una distancia menor de 2 metros y durante más de 15 minutos).

El Gobierno, el día de la presentación dijo que tenía como objetivo avisar a los usuarios cuando han estado expuestos a otro usuario de la aplicación que ha sido diagnosticado de Covid-19 e introduce un código facilitado por las autoridades sanitarias de su comunidad autónoma. 

Precisamente, las comunidades autónomas y el caos en las administraciones sanitarias han sido algunas de las claves por las que la aplicación ha fracasado, una vez que los índices de contagios y de situación epidemiológica van semana a semana a la baja.

Por ejemplo, Cataluña y Madrid no dieron luz verde a la aprobación de Radar Covid hasta pasado octubre de 2020, con una demora de casi dos meses que el resto con respecto a otras comunidades autónomas. Dichas CCAA tardaron más de lo esperado para desarrollar la numeración que el médico debía proporcionar a los positivos, provocando el retraso comentado.

De hecho, varios meses después, algunos centros de salud madrileños seguían sin ofrecer el código a los pacientes que padecían coronavirus para así notificar su positivo a sus contactos estrechos. “Yo pasé el coronavirus en la segunda ola y pedí a mi doctora el código para meterlo en la aplicación, pero me dijo que no disponía de la herramienta para poder ofrecérmelo”, cuenta Marcos, un joven gallego que reside en Madrid y que tuvo el infortunio de contagiarse. 

La desidia por parte de las comunidades autónomas es tal que casi un año después de la creación de la aplicación para detectar precozmente los casos de coronavirus, el Gobierno aún no ha recibido ni una sola cifra de ninguna región de códigos que se han ofrecido a los pacientes positivos. Con todo, Andalucía, Murcia y Cataluña apenas notifican el 0,1% del total de casos en España mientras que Asturias y Madrid lideran la tabla con cifras que se quedan en el 6%.

31 euros por cada caso

En la parte económica el Gobierno tampoco puede mostrarse netamente orgulloso. Indra, empresa en la que el Estado posee el 18% y que recientemente cambió de presidente por petición de la Sepi, cogió el testigo de desarrollar la aplicación Radar Covid. Para ello, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha destinado casi dos millones de euros.

El grupo se adjudicó vía proceso de emergencia y negociado sin publicidad la puesta en marcha de esta tecnología por un total de 330.537,5 euros (IVA incluido), según se desprende de la resolución del contrato publicado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. La compañía se puso a trabajar en la plataforma hace justo un año.

A finales de 2020, el Gobierno regó con un 1,7 millones de euros las cuentas de Indra por el mantenimiento, soporte y evolución de la app de rastreo con un plazo de 24 meses. El Ministerio de Asuntos Económicos argumentó que Indra era la empresa idónea puesto que era “la única compañía que puede responder de forma inmediata y realizar la prestación en el plazo requerido, teniendo en cuenta la experiencia que ha adquirido estos meses en relación a esta aplicación". Es decir, que si atendemos a las cifras reales de casos notificados en Radar Covid el coste por cada positivo es de más de 31 euros. 

“La tecnología puede salvar vidas”, llegó a decir Pedro Sánchez en la presentación de la plataforma. Meses más tarde dio por hecho que el resultado no era el esperado por una aplicación que estaba destinada a ser la protagonista para decir adiós al coronavirus.