La inflación está siendo la protagonista de la economía española y mundial desde hace algo más de un año. El IPC cerró enero en el 6,1% y la inflación subyacente, la que quita la variación de precios de la energía y de los alimentos, subió al 7,7%, máximos de los últimos 40 años. Esta situación ha hecho que el poder adquisitivo de los españoles se haya reducido, ya que los salarios no han crecido al mismo ritmo. También ha provocado que el Banco Central Europeo haya tenido que endurecer la política monetaria con la subida de tipos que, entre otras cosas, encarece el crédito y frena la inflación.

Todo esto ha provocado que se firmen menos hipotecas, algo que ya adelantaron los grandes bancos españoles, pero también que los hogares se quiten deuda. Según los últimos datos del Banco de España del mes de enero, los españoles se han quitado 8.707 millones de euros de deuda hipotecaria desde la primera subida de tipos en julio hasta los 510.422 millones de euros de saldo, el nivel más bajo desde abril de 2021.

El saldo hipotecario en España lleva reduciéndose desde el mes de julio, cuando marcó el nivel más alto desde agosto de 2019 en los 519.129 millones de euros. Desde ese mes, que fue cuando el BCE comenzó a subir los tipos de interés, el saldo se ha ido reduciéndose mes a mes, hasta llegar a los 510.422 millones del mes de enero. Esta cifra supone una caída en 2.844 millones de euros respecto a diciembre de 2022 y de 4.179 millones de euros respecto al mismo mes del año anterior.

Una de las razones por las que se ha dado esta disminución del saldo es porque los españoles han amortizado su hipoteca, o parte de ella. El pago de esas deudas hipotecarias se debe, principalmente, a que el euríbor está en máximos de noviembre de 2008, después de cerrar febrero en el 3,534%. Este índice, al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas variables de España, hace que la cuota mensual aumente, por lo que los hogares españoles han decidido reducir su deuda para que estas subidas no les repercuta.

De hecho, la subida del euríbor hace que la cuota haya subido casi un 50%. Según los datos de Asufin, para una hipoteca de 100.000 euros con diferencial del 1% más euríbor, la mensualidad subirá 196 euros, lo que supone 2.350 euros al año. A pesar de que en los últimos años, la mayoría de las nuevas hipotecas se han contratado a tipo fijo, los datos del Banco de España muestran que el 75% del saldo hipotecario vivo es a tipo variable, por lo que se verá afectado por las subidas del euríbor.

A la amortización de la deuda hipotecaria se suma la reducción de las firmas de nuevas hipotecas debido a la situación económica actual y al encarecimiento de estos productos. Las entidades financieras están aprovechando la subida del euríbor para subir los intereses de las hipotecas a tipo fijo, ya que los clientes van a preferir este producto porque da la seguridad de saber lo que se va a pagar todos los meses. Actualmente, es difícil obtener un producto hipotecario fijo por debajo del 3%. Por otro lado, las hipotecas variables se están abaratando, pero corren el riesgo de que el euríbor continúe subiendo. Muchos expertos ya lo sitúan en el 4% antes de que acabe este mes.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de hipotecas sobre viviendas en el conjunto de 2022 fue de 463.614, un 10,9% superior al del año anterior. A pesar de la subida en el conjunto del año se ve una caída en diciembre, ya que en ese mes el número de hipotecas cayó un 8,8% respecto al mismo mes del año anterior.

Los datos del Banco de España muestran que el importe que las familias destinan a su hogar sigue ocupando la mayor parte de su endeudamiento, ya que supone en torno al 73,4% del mismo.
En términos generales, el crédito concedido por las entidades financieras a las familias e instituciones sin ánimo de lucro residentes en España cayó un 0,5% en enero de 2023 respecto al mismo mes de 2022, hasta los 931.106 millones de euros, mientras que la financiación a las empresas descendió un 0,4%, hasta 695.856 millones de euros.

Por su parte, los créditos de las familias destinados al consumo crecieron en enero un 3,9% en tasa interanual, hasta los 95.651 millones de euros, aunque descendió ligeramente en tasa mensual.

Los préstamos de las familias destinados a otros fines sumaron 86.320 millones de euros, por debajo de los 89.030 millones de un año antes y en torno a la misma cifra del mes anterior (86.180 millones).