El consumo alimentario marca números rojos. La inflación ha hecho merma en el volumen de productos que adquirimos para el consumo en el hogar. Y la última estadística oficial disponible -con datos hasta agosto- refleja una caída acumulada en el último año del 3,5%.

Los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que dirige en funciones Luis Planas constatan un retroceso sostenido de muchas categorías desde septiembre de 2022 hasta agosto de 2023. Con especial fuerza cae del pescado, con 941 millones de kilos frente a 866,4 (-7,9%).

La tabla del departamento que dirige Planas con categorías y tipos de producto refleja que en el acumulado del último año solo compramos más huevos, pollo y aceite de girasol.

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El consumo de carne se reduce un 0,7% y se sostiene gracias al crecimiento en la demanda de carne fresca de pollo (5,8%) y carne congelada (5,9%). En cambio, otras carnes de mayor precio medio como el vacuno llegan a retroceder un 7% en el acumulado de los últimos doce meses.

Peor parado sale el conejo, que cae un 18,1%, mientras que el cordero y el caprino descienden otro 7,7%. El que menos cae de todos es el cerdo, que sólo cede un 1,1% frente al mismo período del año anterior. Las carnes transformadas también ven mermada su demanda otro 2,5%.

Esa proteína de mayor precio medio puede ser en parte compensada por el aumento de la compra de huevos, que se incrementa un 6,2% en el acumulado. Y ello pese a que su precio ha crecido un 16,1% en este tiempo, según el informe.

En el sector de los aceites ocurre otro efecto aparentemente de trasvase. La compra de aceites de oliva se desploma un 9,6% en el último año mientras la demanda del aceite de girasol se ve impulsada un 8,7%. La caída media de la categoría es del 5,1%. Se trata de uno de los productos con mayores subidas de precios en el último año, provocadas por la fuerte sequía que dejó la campaña en la mitad de lo habitual.

Dentro de la caída del sector de la pesca, la categoría de pescados cae un 5,9% en los últimos doce meses, mientras que los mariscos, moluscos y crustáceos registran un desplome del 12,9%. Asimismo, las conservas de pescado y molusco ceden un 6,5%.

Por otro lado, uno de los productos que más ha subido de precio en el último año -la leche- también ve reducido su consumo. En concreto, cae un 4,3% la compra de leche y derivados lácteos. Los quesos resisten con una ligera subida del 1,9%, mientras que los yogures marcan tendencia a la baja; especialmente los que contienen bifidus, que se desploman un 12%.

Los hogares dejan de comprar un 4,4 % de leche líquida, especialmente desnatada (8,0 %) y semidesnatada (4,1 %), mientras que las compras de leche entera retroceden un 0,9 % con respecto al año móvil anterior.

La compra de frutas frescas también retrocede un 5,5% y la de hortalizas frescas, un 4,9%. Se consume un 1,9% menos de patatas frescas (1,9 %) y especial caída marcan las naranjas (-14,6 %) y la sandía (-8,2 %), dos de las que tienen mayores subidas de precios.

Caen también otro tipo de de productos de la alimentación, tales como pan (2%), harinas y sémolas (7%), arroz (3,6%), legumbres (4,9 %) y pastas (0,8%). En lo que respecta a bebidas, gaseosas y bebidas refrescantes caen un 3%; las bebidas espirituosas, un 3,4%; el vino, un 7,9%; las cervezas, un 4,5%; y las sidras se desploman un 17,4%.

Más marca blanca

Al margen de esa reducción del consumo, los clientes también han adaptado sus hábitos de compra en el supermercado dando un peso creciente a los productos de marca de distribuidor frente a los de marca de fabricante.

España es ya, de hecho, uno de los países de la zona euro donde más peso tienen las denominadas 'marcas blancas', con más de un 43% sobre el total. Se sitúa así por delante de Reino Unido y Alemania, mercados donde tenía tradicionalmente un peso muy fuerte. Según explicó la semana pasada Javier Campo, el presidente de la patronal de fabricantes y distribuidores Aecoc, esa tendencia debería empezar a moderarse.

En paralelo a eso, los empresarios dan por hecho que la recta final del año estará marcada por una mayor presión promocional con tal de estimular el consumo sin realizar una bajada estructural de los precios. El 78% de las empresas -consultadas con motivo del 38º congreso celebrado en Zaragoza- estima un crecimiento de la actividad promocional en los próximos meses y un 54% cree que habrá más ofertas que en la campaña pasada.

Bajada del IVA

Los directivos del gran consumo reunidos en Zaragoza manifestaron que la pérdida de poder adquisitivo en el actual contexto inflacionista es la principal preocupación de las empresas. Pidieron al Gobierno que finalmente se conforme medidas destinadas a preservar ese poder adquisitivo y a dinamizar el consumo. Entre ellas, mantener la rebaja del IVA a los productos básicos.

Precisamente, la organización de consumidores Facua ha monitorizado los precios de un millar de alimentos afectados por la rebaja del IVA en ocho grandes cadenas de distribución y ha concluido que el 52,4% de los productos analizados han subido ya su precio con respecto al que tenían a principios de año una vez aplicada la norma.

Consecuencias de la inflación

Del total de 505 precios donde se detecta una subida, 153 se corresponden a frutas o verduras (el 30,2% del total), 103 son aceites de oliva (el 20,3%) y 73 son leches y lácteos (el 14,4%). También han visto 72 incrementos de precios entre los arroces y pastas (el 14,2%) y 47 entre las legumbres (un 9,3%). Las 57 subidas restantes se corresponden a huevos, harinas y panes.