Inés Arrimadas se enfrentaba este lunes a la reunión más importante desde que se hizo con las riendas de Ciudadanos. Nada ni nadie parecía a salvo, ni siquiera la propia presidenta. La fallida moción de censura en Murcia, negociada al más alto nivel entre el número dos de la formación liberal y Moncloa, provocó un efecto dominó que hizo temblar los cimientos de la política nacional, en el que Ciudadanos ha resultado ser el más perjudicado de una jugada que ellos mismos comenzaron.

A pesar del enorme clamor interno que pedía cambios de calado tanto organizativos como estratégicos, el Comité Ejecutivo Nacional se quedó en la superficie. No hubo cambios profundos, sólo una reestructuración de nombres. Tampoco hubo ceses. El día se saldó con el abandono definitivo de Toni Cantó, cabeza visible de Cs en la Comunidad Valenciana, que dimitió de todos sus cargos tras constatar la negativa de Arrimadas a "asumir responsabilidades".

Con los cambios que ejecutó ayer la presidenta de Ciudadanos -contaron con el visto bueno del Comité Ejecutivo Nacional-, Arrimadas ha ganado tiempo, pero no consigue calmar las aguas ni apaciguar la rebelión interna. Este lunes quedó constituido el nuevo Comité Permanente del partido, que se amplía de siete a 15 miembros y en la que se incluye a la mayoría de voces territoriales -Juan Marín, Begoña Villacís, Ignacio Aguado o Daniel Pérez-, además de representantes del sector socioliberal de la formación -Jordi Cañas o Sara Giménez-.

De esta forma, la presidenta de Ciudadanos acalla la disidencia incluyendo en la toma de decisiones a los principales dirigentes territoriales -también se ofreció un asiento al propio Toni Cantó-, principal foco de críticas hacia el "cesarismo" hasta ahora imperante en la cúpula del partido. Pero mantiene en ese núcleo duro, no obstante, tanto a Carlos Cuadrado como a José María Espejo, los 'fontaneros' del partido y responsables últimos tanto de lo ocurrido en Murcia como del último batacazo electoral en Cataluña.

Este fue uno de los motivos que precipitó la salida de Cantó, aunque éste pidió también la dimisión de la propia Inés Arrimadas o la convocatoria, en su defecto, de una Asamblea General en la que se definan estrategias y, si procede, liderazgos. Y no estaba sólo Cantó en esa petición. La diputada de Ciudadanos en el Congreso, Marta Martín, también alzó la voz para pedir una revisión de "la estrategia, de las formas y las personas para cumplir nuestro programa original". "Pinta feo", reconoció la propia dirigente en Twitter.

No es la única. Según ha podido saber este medio, el malestar con las últimas decisiones de la dirección trasciende al grupo parlamentario y llega al Senado y a algunos consistorios y parlamentos autonómicos, donde se vive una "calma tensa" ante la posibilidad cada vez más tangible de que se intensifique esa desbandada hacia el PP, una operación que los de Pablo Casado reactivaron este fin de semana con el fichaje del senador de Ciudadanos y ex secretario de Organización del partido, Fran Hervías. Muy crítico fue también el portavoz adjunto de los liberales en el Parlamento de Andalucía, Fran Carrillo, que dejaba constancia de su malestar con la presidenta de la formación en las redes. "El verdadero problema eres tú", escribía, en un órdago velado a Inés Arrimadas.

El abandono de cargos de Ciudadanos en los próximos días es una realidad que confirman fuentes de la dirección del PP y que se irá conociendo en las próximas horas. También lo asume la propia Arrimadas quien, tras la salida de Cantó, lanzó ayer un mensaje a los que sigan su camino. "Veremos a más personas que estaban en Ciudadanos pero que a los pocos días se ponen al servicio de otro partido. Esto nos sirve para ver la diferencia entre el verbo 'ser' y el verbo 'estar'. Hay personas que estaban y están en Ciudadanos, pero que no son de Ciudadanos", pronunciaba, flanqueada por los nuevos miembros de la cúpula, en señal de fuerza y "unidad".

"En estos momentos difíciles, vuelvo a dar un paso al frente", añadía Arrimadas, que acusa al golpe, continuará con la estrategia y dará la batalla hasta las últimas consecuencias, empezando por Madrid. Ciudadanos celebrará primarias en la región, con Ignacio Aguado como principal espada de la dirección. Las encuestas no le son favorables a la formación liberal, que podría pasar de tener 26 diputados en la Asamblea de Madrid a quedarse sin representación.