Ciudadanos trata de rearmarse ante un adelanto electoral sobrevenido que podría acelerar su desaparición definitiva. Fuentes de la dirección nacional confirman a El Independiente que la cúpula naranja abordará "de urgencia" en las próximas horas tanto la estrategia como la candidatura ante unos comicios que se celebrarán el próximo 13 de febrero, con la incógnita de si Francisco Igea repetirá como candidato oficial en las primarias 'exprés' que deberá celebrar el partido en las próximas semanas. Mientras el futuro se estima borroso, las alarmas ya se han encendido en Ciudadanos ante el posible hundimiento en Castilla y León y el 'efecto dominó' que pueden tener estas elecciones para sus aspiraciones en Andalucía. Cargos de la ejecutiva nacional y autonómica coinciden en un mensaje. "Si no conseguimos representación en Castilla y León, el partido está muerto".

"Sabíamos que nos lo jugábamos todo en Andalucía, pero esto nos descoloca por completo (...). Si nos hundimos aquí [en Castilla y León], la partida se acabó", comentan fuentes del partido naranja en la región presidida por Alfonso Fernández Mañueco, el autor de un adelanto electoral que ha pillado con el pie cambiado a todos los grupos salvo al PP. Desde Andalucía, el partido liberal trata de diferenciar el escenario político propio con el de Castilla y León porque "aquí el pacto con el PP goza de muy buena salud", pero admiten que el adelanto electoral en la región pone palos en las ruedas a la tímida tendencia ascendente que, aseguran, venían registrando por el posible 'tirón' en Andalucía.

Tal y como informó El Independiente, antes de que el terremoto castellanoleonés irrumpiese en la atropellada agenda política, fuentes de la dirección del partido que dirige Inés Arrimadas vinculaban su supervivencia en la esfera nacional a la reedición de un acuerdo con el PP en Andalucía, como el que ahora mismo mantienen Juanma Moreno y Juan Marín. El escenario, aunque optimista, se veía plausible en la cúpula de Ciudadanos al contar con sondeos, como el que publicó el llamado 'CIS andaluz' hace unos meses, que pronosticaban que los naranjas podrían conservar hasta siete diputados en la Junta, un resultado que podría evitar al PP llegar a un pacto con Vox en la región.

Pero Alfonso Fernández Mañueco no esperó a un Juanma Moreno reticente a convocar elecciones y con presiones internas, también de parte de Ciudadanos, para estirar la legislatura al máximo posible. Castilla y León abrirá un nuevo ciclo electoral que no finalizará hasta las próximas elecciones generales que deberían caer a finales de 2023, y en las que los sondeos más optimistas vaticinan que Ciudadanos sobrevivirá en las Cortes con tan sólo un diputado.

Es el resultado que otorgaba a los naranjas el último sondeo de NC Report publicado por La Razón. Ciudadanos perdería la práctica totalidad de los 13 procuradores que lograron en 2019 y que, unidos a los 29 del PP, permitieron un pacto de gobierno que ha durado algo más de dos años. Los sondeos publicados apuntan a que Fernández Mañueco se asoma a la mayoría absoluta, aunque el descalabro de Ciudadanos le llevaría a pactar con Vox, que también se beneficiaría del hundimiento de los naranjas. La incógnita estará en lo que suceda con la España Vaciada, que tendrá en Castilla y León su primer enfrentamiento con las urnas antes de dar el salto a la arena nacional.

Aunque Inés Arrimadas ya heredó un partido desangrado -en noviembre de 2019 se quedaron con 10 de los 57 escaños que tenían en el Congreso-, la fallida moción de censura de Murcia inició una tendencia destructiva para los naranjas de la que no se han recuperado. Tras salir del gobierno murciano que Fernando López Miras logró mantener gracias a varios díscolos del partido liberal, Ciudadanos desapareció en la Comunidad de Madrid y todo apunta a que el escenario puede volver a repetirse en Castilla y León. Como grandes bastiones conquistados durante las autonómicas y municipales de 2019, a Ciudadanos sólo le quedaría Andalucía -pendiente de unos comicios que llegarán, como tarde, en octubre- y el Ayuntamiento de Madrid, la última joya naranja que guarda bajo llave Begoña Villacís.

Arrimadas señala a Casado

La decisión de Alfonso Fernández Mañueco ha terminado dinamitando los pocos puentes que quedaban entre Pablo Casado e Inés Arrimadas. En una durísima intervención, la presidenta de Ciudadanos acusó al líder del PP de urdir el adelanto electoral en Castilla y León y a Mañueco de "ceder a las presiones de Génova para tapar la victoria de Ayuso", el motivo al que achacan una decisión que no se vislumbraba en la dirección nacional de Ciudadanos.

De hecho, según informó la dirigente, ella misma mantuvo una conversación telefónica con el presidente de la Junta de Castilla y León sólo unas horas antes de la disolución de las Cortes en la que no "vislumbró" ningún atisbo de adelanto electoral ya que "hablamos de sacar adelante los presupuestos" esta semana. En privado, fuentes de la dirección nacional hablan de "frivolidad" por parte de Casado y Mañueco al traicionar un acuerdo con Francisco Igea, "que ha puesto todo de su parte" en el compromiso que firmó con el PP en 2019. "Es una decisión que responde a un puro interés electoralista", una intención a la que se une la de 'matar' definitivamente a Ciudadanos y capitalizar su hundimiento.

Además del fondo de la cuestión, en Ciudadanos insisten en denunciar las formas del barón popular por "dejar vendido" al vicepresidente de la Junta. Francisco Igea se enteró de la noticia por un tuit de Mañueco cuando estaba en directo en una entrevista para Onda Cero. "¿Qué cojones piensas de tu población? ¿Qué categoría humana tienes?", estallaba el dirigente naranja, que negaba que el líder del PP le hubiese avisado previamente que iba a cesarle a él y al resto de consejeros de Ciudadanos.