El arranque de campaña en Castilla y León ha sido de todo menos tranquilo para el PP. Mientras el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, culpaba implícitamente a Pablo Casado del crecimiento de Vox, las cuentas empiezan a torcerse para Alfonso Fernández Mañueco. Los sondeos apuntan a una victoria holgada del PP el próximo 13 de febrero, pero el objetivo de lograr un gobierno en solitario podría frustrarse si los populares se quedan cortos y el partido liderado por Santiago Abascal sigue creciendo.

Mientras en la dirección nacional del PP optan por la estrategia de "ignorar" a Vox y rechazan de plano su aspiración de condicionar sus próximos ejecutivos autonómicos -con Castilla y León y Andalucía en el horizonte-, Isabel Díaz Ayuso hace un llamamiento a "entenderse" con los de Santiago Abascal, del mismo modo que ella lo ha hecho en la Comunidad de Madrid. "El PP tiene que aspirar a ser el partido que gobierna en libertad, lo que no quita que nos entendamos con otras fuerzas, en este caso Vox. Aunque seamos fuerzas distintas, Vox y PP comparten muchas cosas" y cuentan con "intereses compartidos para el proyecto que necesitamos para España", ha manifestado la presidenta madrileña en una entrevista en Antena 3.

En las elecciones autonómicas del pasado 4 de mayo, Ayuso rozó la mayoría absoluta. Las cuatro abstenciones que necesitaba de Vox para gobernar eran del todo insuficientes para que Rocío Monasterio reclamase una cuota de poder en el ejecutivo madrileño, pero PP y Vox han llegado a importantes acuerdos en la Comunidad de Madrid. De hecho, y a diferencia de la tesitura en el Ayuntamiento de Madrid o en la Junta de Andalucía, Vox facilitó la aprobación de los presupuestos en la Asamblea de Madrid a cambio de ciertas cesiones por parte de Isabel Díaz Ayuso en materia de inmigración o de natalidad.

La presidenta de la Comunidad de Madrid también se ha posicionado este lunes respecto a las controvertidas palabras de José María Aznar este sábado en Valladolid, donde llegó a cuestionar el liderazgo de Pablo Casado al frente del PP. "Muchas personas se agarran a populismos mentirosos y falsos porque no tienen un referente fuerte en el que confiar", espetó el ex presidente del Gobierno, que cuestionó que el objetivo de Pablo Casado fuese el de llegar a Moncloa y no el "para qué" y enmendó veladamente la estrategia de Génova de rebajar el protagonismo de Isabel Díaz Ayuso.

"No creo que esto vaya conmigo", ha rechazado este lunes la dirigente, que ha descartado también que en las palabras de Aznar hubiese "recaditos" en clave interna. No obstante, ha defendido sin cortapisas el ácido discurso del mentor político de Pablo Casado, y ha considerado que la dirección nacional debería tomarse sus palabras como consejo y no como crítica. "Cuando va a un mitin siempre sienta cátedra. Es un hombre reflexivo y doctrinal. Si alguien quiere un discurso de palabras vacías, que no le llame", zanjaba.