España

Sánchez se reunirá con Feijóo para pactar el apoyo del PP al plan sobre la guerra

Moncloa dice querer "reinstaurar una interlocución institucional" con el primer partido de la oposición tras cortocircuitarla con Pablo Casado

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en una imagen de archivo en Moncloa EFE

En cuanto el decreto del plan nacional de respuesta a la crisis por la guerra de Ucrania eche a andar, habrá un mes de plazo para convalidarlo en el Congreso de los Diputados. Para entonces, el gallego Alberto Núñez Feijóo no sólo ya habrá sido "investido" por sus compañeros de filas presidente nacional del PP -cosa que ocurrirá este fin de semana- sino que deberá explicitar las claves de su estrategia política, entre ellas, las relaciones con el Gobierno de coalición.

Y en ese contexto se producirá una llamada de Pedro Sánchez, según señalan fuentes de Moncloa, partidarias de "reinstaurar una interlocución institucional" con el primer partido de la oposición que el mismo presidente del Gobierno cortocircuitó con Pablo Casado.

De hecho, fue el defenestrado líder del PP el que, por ejemplo, levantó el teléfono para tratar con Sánchez sobre la crisis fronteriza entre Ceuta y Marruecos, ante el desinterés de Presidencia de contactar con él, o el primero para mostrarle su apoyo ante la amenaza, luego confirmada, de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Para Sánchez, la relación con Casado pasó de cordial a fría para acabar siendo prácticamente inexistente.

Moncloa ha querido esperar a la elección formal de Feijóo como líder del PP

Situación que ahora se que quiere subsanar, aseguran fuentes gubernamentales, pero para lo que "hemos decidido respetar los plazos", esto es, que Feijóo fuera formalmente elegido presidente nacional del PP. Por ello, a partir del próximo lunes "se cruzarán agendas" entre los equipos de ambos dirigentes para concretar un encuentro en Moncloa al que no quieren, sin embargo poner fecha.

Sin embargo, todo apunta a que dicho intercambio tendrá lugar antes de que acabe el plazo para la convalidación del plan nacional de respuesta, aprobado ayer por el Consejo de Ministros. Será la cuestión principal de esa cita "aunque no la única", puntualizan en Moncloa, deseosa de sacar adelante un texto con un amplio respaldo del Parlamento y no sólo con el concurso de los partidos de la mayoría de la investidura, como prefiere Unidas Podemos.

Un destacado miembro del Ejecutivo cree, no sin ironía, que Núñez Feijóo "tiene que hacer de hombre de Estado". Y para ello debe marcar diferencias con la etapa inmediatamente anterior de su partido y también con Vox, autoexcluida de cualquier diálogo con el Gobierno en respuesta al "cordón sanitario" que promueven los socialistas en torno a este partido. No significa necesariamente que los populares voten a favor, pero, al menos, arrancarles una abstención para convalidar con holgura el decreto en el que los socios de Gobierno estuvieron trabajando hasta la misma mañana de este martes.

El nuevo líder del PP "tiene que hacer de hombre de Estado".

Y ante la crítica del PP, en el sentido de que el plan no recoge ninguna rebaja tributaria, Calviño insiste en que el decreto-ley «incorpora bajada de impuestos de la electricidad y rebaja del coste de los carburantes a toda la sociedad con un impacto fiscal de entre 10.ooo y 12.000 millones en todo el año, más otras ayudas directas", según explicó este martes la vicepresidenta primera en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros.

Es más, "sectores como el del transporte nos pidieron que no bajáramos los impuestos", reveló la responsable del equipo económico del Ejecutivo. Y Moncloa va a más: "este es el Gobierno que más impuestos ha bajado de la electricidad en toda la historia".

En todo caso, la idea del Gobierno y del Grupo Socialista es no agotar los 30 días de plazo máximo para la convalidación del decreto-ley, que entra en vigor el viernes 1 de abril, por lo que su publicación en el BOE se retrasará hasta el jueves 31. Existe otra opción para poder facilitar no sólo el respaldo del PP sino de otros grupos que creen que el texto del Gobierno necesita mejoras, esto es, tramitarlo como proyecto de Ley lo que no impide que el decreto siga en vigor. No hubo forma de que Calviño respondiera por dos veces a la pregunta de si ésta puede ser una vía para que la oposición incorpore enmiendas.

El Gobierno de coalición, en general, rehuye abrir arduas negociaciones con el resto de los Grupos, por eso lleva explotando toda la legislatura la vía del decreto-ley que tanto se le criticó a Mariano Rajoy. Moncloa quiere que el texto "se pueda aprobar tal y como está", aunque hay ministros abiertos a desarrollar en proyectos de ley posteriores algunas propuestas específicas como las que afectan a la agricultura por ir más allá del 30 de junio, supuesta fecha de caducidad de las medidas extraordinarias.

Moncloa no quiere tramitarlo como proyecto de ley aunque no se cierra a hacerlo en cuestiones agrarias

Calviño volvió a hacer ayer un llamamiento a la unidad en la misma línea de Sánchez el pasado lunes durante su conferencia ante la clase empresarial del país. «Este es un Gobierno que está buscando la unidad, porque si no es ahora, ¿cuándo?», se preguntó la vicepresidenta. El jefe del Ejecutivo lo formuló con otro interrogante «¿qué más tiene que suceder para responder unidos, para superar las rencillas y sumar fuerzas?».

Este miércoles podrá hacerse una primera evaluación de por dónde respiran sus señorías. Sánchez comparece ante el Parlamento en una sesión ómnibus para informar del Consejo Europeo de los pasados días 24 y 25; del plan nacional de respuesta; de la invasión de Ucrania y de la nueva estrategia respecto al Sáhara tras haber asumido las tesis marroquíes de la autonomía de la antigua colonia española.

En fin, un debate de más de siete horas en el que los Grupos han pedido más tiempo de intervención y que irá seguido de la sesión de control al Gobierno de todos los miércoles.

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