El Partido Socialista (PSOE) reniega de cualquier influencia que rechace un cambio de tendencia y sigue agarrándose a la posibilidad de dar la vuelta a las mediciones electorales. De cara a la convocatoria de locales y autonómicas del próximo mes de mayo, y, sobre todo, para las generales de finales de 2023. En Ferraz creen que se puede remontar, todo pese a la última oleada de encuestas, que deja al PSOE entre la barrera de los noventa y los cien escaños e incide en el viento de cola que impulsa al PP de Alberto Núñez Feijóo. Ello, tras una semana marcada -y contemplada en los estudios- por el primer gran debate entre el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición en el Senado y a cuenta de la crisis energética, aunque caracterizado por la descompensación de tiempos y el predominio del reproche a la propuesta.

Frente a la última tanda de publicaciones, de los tres sondeos anunciados, es el de GAD3 para ABC el que más desafección ha generado en el seno de los socialistas. Voces de la primera fila política, caso del diputado y 'segundo' del ministro de Presidencia, Rafael Simancas, ha cuestionado la metodología de las mismas. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, ha indicado a través de su cuenta personal de Twitter que "hay que desconfiar de las encuestas publicadas" que no informa de determinados aspectos como "las respuestas directas de los encuestados". También de aquellas que no lo hacen de "sus procedimientos de estimación" o de las que dan escaños "con menos de veinte entrevistas de media por provincias", ha añadido.

Concretamente, la medición reciente que otorga a los socialistas el mejor resultado es la de la institución que preside el sociólogo Narciso Michavila: una horquilla de entre 104 y 108 frente a la asignada a Feijóo, de 149 a 151. Sin embargo, para el político del PSOE no tiene una base sólida. Según reza la ficha técnica proporcionada por GAD3, para elaborar esta estimación se han hecho mil entrevistas telefónicas -395 por línea fija y 605 por móvil-, con una media de tres minutos por conversación y un 3,2% de error muestral. En comparación con el último barómetro del CIS, que no recibió tal cuestionamiento y dio por primera vez desde que Sánchez es presidente la primera plaza al PP, el organismo presidido por José Félix Tezanos realizó 3.000 entrevistas más, con un mínimo de cien contactos por región y un margen de error de dos puntos.

Sin embargo, y frente a otros sondeos de la institución pública, GAD3 ha tenido una mejor tasa de acierto. La última, a pie de urna en las autonómicas andaluzas, aproximándose con total solvencia al escrutinio final. También previamente, aunque estimando a principios de junio cinco escaños de más al PSOE y cinco menos a los de Feijóo. Todo, mientras el resto de mediciones privadas difícilmente auguraban superar la barrera de los cincuenta representantes.

GAD3, Target Point y SigmaDos da a el PSOE entre 91 y 108 escaños, lo que supondría el tercer peor resultado de su historia

Al margen del buen pronóstico de GAD3 a Génova, también han publicado valoraciones Target Point para El Debate y SigmaDos para Antena 3. En el primero de los casos, la candidatura de Feijóo daría de 139 a 141 diputados, y al PSOE de 91 a 93. La segunda, para el grupo Atresmedia, bajaría a 134-135 la representación popular en las Cortes y daría a Sánchez 97 escaños. Éstas, en su cómputo, y por tratarse de medios con líneas editoriales conservadoras, han sido puestas en duda por la secretaria de Organización del PSOE de Castilla y León, Ana Sánchez. Aunque con una valoración previa, y más general, sin apelar a autores concretos. Acompañada de una instantánea que atribuye a "los medios de derecha" influir en la opinión pública haciendo "creer que PP y Vox ganaran las elecciones", la procuradora regional socialista ironiza sobre ello. "Bueno, por favor. No me lo puedo creer. Medios pesebreros, sería impensable", ha dicho.

Dinamitar la agenda "progresista"

La estrategia del PSOE de cara al nuevo ciclo electoral consiste en pisar la calle con más de treinta actos hasta diciembre para demostrar a la ciudadanía que son "el Gobierno de la gente". En ese itinerario para mantener poder territorial y asegurar su continuidad en Moncloa, también se ha añadido el cuestionamiento de la prensa no afín a sus políticas, algo que partidos como Unidas Podemos o Vox, a diferentes niveles, han empleado en los últimos años; con vetos a periodistas del grupo Prisa y otros medios progresistas, El Español o el diario El Mundo -excepto a algunas firmas- . Unos medios de comunicación que afirman estar controlados por poderes como el de las empresas eléctricas que, en última instancia, favorecen un gobierno contrario "al progresista" que encabeza; el de Feijóo. Así lo manifestó Sánchez durante el cara a cara con el gallego en el Senado.

El señalamiento de las 'casas' demoscópicas que, en última instancia, comercializan con determinados diarios sus trabajos, reflejan incertidumbre en el seno izquierdo del tablero político. No obstante, y según ha podido saber El Independiente, en La Moncloa se aferran a que aún queda mucho trecho por el camino y que la dinámica de los últimos años es que un simple suceso puede romper todas las previsiones. Le pasó al propio PP de Pablo Casado. De encabezar los sondeos o poder competir en igualdad de condiciones con el PSOE, a verse fuera del partido después de una semana de infortunios.

No piensan en las encuestas

Pese al cuestionamiento de ciertos sectores del PSOE, el portavoz económico del grupo socialista en el Congreso, Pedro Casares, ha afirmado que tanto el Ejecutivo de coalición como el PSOE han gestionado en los últimos años pensando en el conjunto social y no desde una perspectiva individual para no damnificarse. Moncloa ha "tomado todas las decisiones en la pandemia, el volcán de La Palma o en la guerra pensando en el interés general. Si pensáramos en las encuestas alguna de esas decisiones no se habrían tomado", ha declarado.

Lo cierto es que mientras Génova ha visto cómo la presidencia de Feijóo ha supuesto pasar de los 80-90 escaños de estimación, a principios de año, a estar por encima de 130, el PSOE no repunta desde las andaluzas de junio. Por primera vez desde 2018, cuando accedió al Gobierno tras la moción de censura, Sánchez no supera, de media, los cien parlamentarios. De celebrarse hoy elecciones, y según apuntan dichas mediciones, los socialistas podrían lograr el tercer peor resultados de su historia en democracia: por encima de los 85 de 2016 y de los 90 de 2015. Y muy cerca de los 110 de Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011, con 110 parlamentarios.