Enésimo choque por la Ley Trans. Pero ahora no se circunscribe solo a los dos socios del Ejecutivo. Es el PSOE quien tiene enfrente no únicamente a Unidas Podemos, sino también a los aliados de legislatura, e incluso a otros pequeños grupos que no suelen coincidir con socialistas y morados en las votaciones parlamentarias. Diez partidos registraron este miércoles sus enmiendas parciales a la norma. 11 enmiendas conjuntas. El mensaje es nítido: todos quieren que la ley salga de las Cortes como la envió el Consejo de Ministros, e incluso vaya un paso más allá, sin los "retrocesos" que, a su juicio, quiere impulsar el PSOE. Pero los socios mayoritarios del Gobierno no se plantean retirar, al menos por ahora, sus propuestas de modificación del texto, entre las que incluían más controles y filtros a la autodeterminación de género en menores, de tal manera que los mayores de 12 años y menores de 16 necesiten aval judicial para cambiar de sexo.
Este miércoles, la Mesa del Congreso cerró finalmente el plazo de presentación de enmiendas parciales a la Ley Trans. Era el compromiso de los socialistas tras alargar tres semanas el trámite y tras llegar a un punto de equilibrio en sus propias filas. El PSOE presentó el pasado lunes sus 37 enmiendas [aquí en PDF] y este miércoles lo hicieron Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, Junts, BNG, PDeCAT, PNV, Más País, Compromís y Coalición Canaria a través de sus 11 propuestas conjuntas [aquí en PDF]. El siguiente paso es que se constituya la ponencia —el Ministerio de Igualdad, del que depende la norma, quiere que eso ocurra el 18 de noviembre— y la Comisión de Igualdad apruebe posteriormente el dictamen, para mandarlo a pleno del Congreso y de ahí al Senado.
No registramos el lunes nuestras enmiendas con la intención de retirarlas", dicen en el Grupo Socialista
"Paso a paso. Ahora comienza el trabajo parlamentario... Pero no registramos el lunes nuestras enmiendas con la intención de retirarlas", indican a El Independiente en la dirección del Grupo Socialista. Pero el problema que tiene el socio mayoritario de la coalición es que sus propuestas de cambio, por el momento, podrían no recabar más apoyos que los propios. Y si eso se consolida, no podrán sacarlas adelante porque la derecha de PP, Vox y Ciudadanos se opone a la Ley Trans. Y, a la inversa, si los socialistas no ceden, la norma quedará bloqueada, porque sin su voto a favor no tendría los respaldos suficientes.
En la cúpula parlamentaria del PSOE y en el Ejecutivo no avanzan por el momento cómo se deshará el bloqueo actual de un proyecto de ley que ha dado infinitas vueltas y que ha desencadenado un cisma interno en las filas del partido de Pedro Sánchez. "Cada cosa tiene su tiempo", señalan en el grupo. "Diálogo y saldrá", tiemplan desde el Ejecutivo, sin dar más pistas. "Queda todo el trabajo en comisión. Pantalla a pantalla", abundan en Ferraz.
En la dirección del partido han venido manteniendo que hay que procurar que la ley que salga aprobada de Congreso y Senado sea "jurídicamente inexpugnable", por lo que es más recomendable dar luz a "una buena ley y sin prisas". "Nuestro compromiso es que salga lo más pronto adelante. Pero hay que preguntarse cuánto tiempo queremos que dure la ley y si queremos que cuando llegue al Constitucional la tumbe entera. Eso son nuestras enmiendas, que mantendremos", inciden.
Los menores trans
Las 37 enmiendas del PSOE [aquí en PDF], registradas este pasado lunes, tocan aspectos como la reversibilidad —mantiene que se pueda dar marcha atrás a un cambio registral de sexo pasados seis meses, pero plantea que también sea precisa la intervención de un juez—, eliminar las referencias a la violencia intragénero (entienden los socialistas que el proyecto de ley equipara a estas víctimas en parejas del mismo sexo a las de agresiones machistas) o algo más delicado, la autodeterminación en menores. Este último era un punto no anunciado cuando la dirección intentó buscar la paz interna entre los sectores feministas clásicos y el ala LGTBI, pero que finalmente introdujo en sus propuestas de modificación.
El PSOE demanda que el juez autorice un cambio de sexo en el registro para los menores de 16 años y mayores de 12
En concreto, y pese a la protesta del colectivo LGTBI, el PSOE demanda que el juez autorice un cambio de sexo en el registro para los menores de 16 años y mayores de 12. El texto remitido por el Consejo de Ministros al Congreso [aquí en PDF], fruto de durísimas negociaciones entre los dos socios de la coalición, establece que los mayores de 14 años y menores de 16 puedan modificar su sexo en el registro "asistidas" por sus padres o representantes legales, y en caso de desacuerdo entre sí o con el menor, se procederá conforme a un defensor judicial. La autorización judicial se reservaba para los niños de entre 12 y 14 años. Para los mayores de 16 años, mantiene el PSOE la autodeterminación de género con un procedimiento igual que para los mayores de edad: dos comparecencias en el registro separadas por tres meses.
El PSOE atiende así las advertencias de órganos consultivos como el Consejo General del Poder Judicial o el Consejo de Estado, contrarios a la libre determinación de género en los menores, informa EFE, pero en cambio ha irritado más aún al colectivo LGTBI, molesto por lo que entienden como bloqueo de la ley por parte de los socialistas. A su vez, las feministas clásicas creen que las enmiendas de Ferraz se quedan cortas. Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Gobierno hasta julio de 2021 y desde entonces presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso —el órgano que tiene que tramitar la norma— subrayaba el lunes que es necesario que la norma sea "plenamente constitucional", "rigurosa" y "protectora de la infancia", porque previsiblemente será recurrida por la derecha ante el Tribunal Constitucional. Calvo lidera el sector feminista dentro del partido opuesto a la autodeterminación de género.
Las enmiendas socialistas no serán apoyadas por sus socios de coalición. Lo dejó claro este miércoles la ministra de Igualdad. "Estoy enormemente preocupada por esas enmiendas del PSOE. Así se lo he hecho saber porque además han incumplido su compromiso de no tocar el corazón de la ley que yo pacté con Carmen Calvo, referido a la libre determinación de la identidad de género para mayores de 18 años y también para los niños y niñas trans", señaló Irene Montero en los pasillos del Congreso.
Irene Montero ha pedido al PSOE que retire sus enmiendas y promete que se dejará la piel para que la ley se quede "como está"
La titular de Igualdad reveló que ha pedido al PSOE que "retire esas enmiendas" porque tocan "el corazón de la norma" y aseguró que, desde su departamento, se van a "dejar la piel" para "mantener la ley como está", informa Europa Press. La ministra demandó asimismo que no se cometa la "crueldad" de "estigmatizar" a los menores trans, que "bastante sufrimiento tienen". "También nos vamos a dejar la piel para que salga y para que sea una gran ley, pero queremos hacerlo bien y mejorar la ley, como todas las leyes que entran en el Congreso, sin apriorismos y sin cerrar ninguna puerta", respondía el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, este miércoles en La noche en 24 horas de TVE. López apuntaba al papel moderador de su partido frente a los "extremos".
Unidas Podemos y los otros nueve partidos encaminan sus 11 enmiendas conjuntas en un sentido contrario al de los socialistas, para llevar más allá la ley. Algunas tienen más carácter técnico que político, pero hay otras de calado. Por ejemplo, las que hacen referencia a las personas no binarias.
Más derechos para intersexuales o no binarios
El Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero era partidario de reconocer en la norma sus derechos, pero se quedaron fuera del proyecto que se envió a la Cámara baja. Ahora, los morados y los aliados habituales del Ejecutivo —además de otros que no suelen acompañarle, como JxCAT o Coalición Canaria— sí incluyen este punto en sus enmiendas. Las Administraciones Públicas garantizarán que la documentación administrativa y los formularios "sean adecuados a la diversidad", "incluidas las personas no binarias", las que no se identifican con el sexo masculino o femenino. Y permitirán omitir, escriben, "a petición de la persona interesada, la mención relativa al sexo en sus documentos oficiales". Es decir, que en el DNI, por ejemplo, podría omitirse el sexo.
Igualdad no piensa apearse de su posición. El precedente directo es el de la 'ley del sí es sí': el PSOE amagó con una enmienda para abolir la prostitución y la retiró al ver peligrar la norma
Las enmiendas de Unidas Podemos y los socios amplían también los derechos de las personas intersexuales, las que nacen con genitales externos ambiguos y que no permiten la identificación como hombre o mujer. Los padres podrán dejar la casilla en blanco relativa al sexo por el plazo de diez años (no solo de un año, como se decía en el proyecto de ley), y pasado ese tiempo, la mención al sexo será obligatoria salvo que pida dejarlo en blanco la persona interesada. Y aunque los tratamientos hormonales y quirúrgicos para las personas trans están en manos de las comunidades autónomas, estos grupos piden que se vele por que los procesos de transición de sexo se incluya en la cartera de servicios básicos del Sistema Nacional de Salud.
Fuentes de Igualdad se preguntaron si el PSOE finalmente "bloqueará la ley", porque el acuerdo de la coalición pivota sobre el texto que salió del Consejo de Ministros el pasado verano. Insisten en que no habrá "retrocesos", que eso es "línea roja", y que la redacción que salió del Gobierno es "muy garantista". En el departamento de Montero apuntan que la violencia intragénero se incluyó en la última vuelta porque recibió "el visto bueno del Ministerio de Justicia" y, antes de definir si ese punto, menos conflictivo, puede someterse a revisión, recalcan que ha de avanzarse constituyendo la ponencia de la ley "cuanto antes".
Sánchez prometió hace una semana que la norma vería la luz: "Estoy convencido de que la ley saldrá adelante"
Al PSOE le puede ocurrir lo mismo que con la ley del sí es sí. A última hora, el partido de Sánchez quiso introducir unas enmiendas para abolir la prostitución, que fueron rechazadas por los morados y todos sus socios. Al ver que la norma entera se ponía en riesgo, Ferraz reculó y decidió renunciar a esas enmiendas. Su salida fue tramitar una proposición de ley específica que sí ha pasado un primer filtro del Congreso, pero no está todavía próxima a su aprobación. El presidente, durante su gira por África de la pasada semana, dio su palabra de que la Ley Trans, muy simbólica para los dos socios del Ejecutivo, verá la luz. "Estoy convencido, no tengo ninguna duda de que la ley saldrá adelante", apuntó, para recalcar que en el PSOE "hay un solo feminismo".
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