Segunda puesta en escena desde la sede nacional de Bambú en un mes. No es habitual ver a Santiago Abascal comparecer en la sala de prensa del cuartel general de Vox, pero sus dos últimas apariciones públicas, cediéndole todo el protagonismo el vicepresidente de Acción Política Jorge Buxadé, han tenido el mismo hilo conductor: una moción de censura a Pedro Sánchez a raíz de sus pactos con EH Bildu y ERC para modificar el Código Penal. El 14 de noviembre Abascal hizo un llamamiento público para que el líder del Partido Popular (PP) Alberto Núñez Feijóo diera luz verde a su grupo para iniciar los trámites de una moción en el Congreso de los Diputados. Ello, tras analizar los movimientos desde Génova el fin de semana, una vez el PP se comprometió solo a revertir cualquier reforma si llega a Moncloa. El líder de Vox prefería entonces que la hipotética candidatura la encabezara un independiente que convocase inmediatamente después de destituir a Sánchez elecciones generales; pero se habría a la idea de negociar con el PP que fuera el propio Feijóo la figura gubernamental.

Este viernes, después del partido rechazar durante casi tres semanas que fuese a tomar la iniciativa -más allá de las manifestaciones convocadas- tras la tibieza y la negativa del PP a verse condicionar la agenda política, Abascal anunciaba en un vídeo transmitido por Vox que iniciaba los contactos para encontrar un referente "independiente" con la que concurrir a una moción; la segunda de la legislatura y ambas tramitadas por los ultraconservadores. El desencadenante ha sido el anuncio del PSOE en lo que se refiere a las rebajas de penas por el delito de malversación tras aceptar las enmiendas de ERC en la propuesta de delitos de desordenes públicos agravados que está tramitando la cámara baja. También las dos enmiendas presentadas por los grupos del Ejecutivo de coalición para aprovechar la reforma y eliminar la mayoría de tres quintos a mayoría absoluta para cambiar la renovación del Tribunal Constitucional (TC) que toca justificado por "el bloqueo de la Justicia hecho por el PP".

Preguntado por la fecha en la que Vox presentará la moción de censura y con el respaldo de qué grupos parlamentarios, Abascal se ha mostrado prudente y no ha querido dar ningún avance. Únicamente ha aludido a personajes "de la sociedad civil" como Rosa Díez, Marcos de Quinto o Alejo Vidal-Quadras, el expresidente de Vox. Ha insistido en que su partido continúa negociando y valorando las acciones a seguir y ha fijado la atención en el PP. "La pregunta es qué va a hacer el PP si proponemos un candidato independiente. Si se va a poner del lado de Sánchez -con una abstención o un no- o va a apoyar la iniciativa de los diputados que queremos hacer nuestro trabajo". Abascal ha indicado que mantiene conversaciones con los populares "a distintos niveles" y ha cuestionado el argumento empleado por Feijóo en este tiempo ante la sedición y ahora con la malversación y la reforma planteada para renovar el Alto Tribunal "por la puerta de atrás"; de esperar a las próximas elecciones de mayo, primero, y a las generales, después, como la "autentica moción de censura a Sánchez. "Con esa argumentación, vayámonos a nuestra casa. No vayamos a hacer el ridículo al Parlamento, dejemos de hacer nuestro trabajo, de presentar iniciativas". Ese es "el argumento más endeble que puede hacerse", ha dicho.

Vox rechaza esperar a que Sánchez decida convocar elecciones generales mientras sigue perjudicando el orden constitucional

El presidente de Vox ha puesto sobre la mesa de manera consciente "las diferencias" existentes con algunos de los planteamientos hechos por los populares. Es algo que ya quedó patente en la reunión de septiembre entre él y Feijóo. Sin embargo, ha insistido en que ellas "deben quedar al margen ante un golpe de Estado". Lamenta que Feijóo considere de "ingenuidad política intensa" el empleo "de una herramienta excepcional en un momento excepcional", mientras que espera a que Sánchez convoque elecciones: "lo hará cuando él quiera". Asimismo, descarta mantenerse expectante mientras Sánchez sigue "socavando el orden constitucional".

Abascal explica que, a diferencia de las semanas previas, darán el paso con una moción de censura "ante la gravedad de la situación". "Actuamos en consecuencia" porque "nos creemos que estamos en el momento más delicado de la democracia; que el Estado está en manos de sus enemigos", ha dicho el 'número uno' de Vox. "Como nos lo creemos y queremos hacer nuestro trabajo, recurrimos a la herramienta de la moción de censura (...) para explicar a los españoles la gravedad del momento y de informar a la comunidad internacional, principalmente a la Unión Europea, de que socialistas y comunistas están poniendo en peligro el orden constitucional". Con este argumento, Abascal coincide de pleno con la presidenta de Ciudadanos (Cs) Inés Arrimadas, con quien comparte visión del "problema" y método para hacerle frente. Ambos mantienen conversaciones desde el mes pasado a raíz de los anuncios para con la sedición, pero la cúpula de Vox niega que se hayan producido conversaciones paralelas con Arrimadas y Cayetana Álvarez de Toledo para proponer al ex de la UPN Carlos García Adanero como independiente como se ha publicado. Él mismo lo ha desmentido.

Acciones parlamentarias

Buxadé, que ha intervenido después de Abascal, ha sido el encargado de esbozar las principales líneas de actuación parlamentaria que desarrollará el Grupo Vox al margen de la moción de censura, que todavía no tiene fecha fijada. De hecho, en Bambú no le adjudican una concreta y tampoco detallan si será antes de fin de año. Sí admiten que en el trámite tendrá que ver la disposición de la Mesa del Congreso. El primer paso será volver a presentar una solicitud de no admisión a trámite en la cámara baja de las enmiendas presentadas por ERC y los socios de coalición: "nos obligan a redoblar esfuerzos", ha señalado el vicepresidente primero de Vox.

Vox prevé que la Mesa por mayoría de PSOE y Unidas Podemos no las acepten, por lo que el siguiente paso será el de presentar "un recurso de amparo ante el TC". La idea del tercer partido nacional es que el Congreso paralice el trámite exprés y que espere a que el TC y el Consejo de Estado elaboren informes sobre las consecuencias de las modificaciones a nivel judicial para que los diputados sean conscientes, dicen, de lo que van a debatir y refrendar. De aprobarse definitivamente, Vox recurrirá por enésima vez con un recurso en el Alto Tribunal. "No vamos a permitirlo. Llega el momento de que las instituciones se defiendan a sí mismas", ha recalcado Buxadé.