Vox mantiene el rumbo fijado el viernes pasado: presentará la moción de censura contra el presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Y lo hará independientemente del número de apoyos políticos con los que cuente en la cámara baja. De no encontrar respaldo, "lo haremos nosotros con nuestra limitada capacidad", porque "no hay tiempo que perder" y "sí asumimos nuestra responsabilidad", ha argumentado el portavoz parlamentario en el Congreso de los Diputados Iván Espinosa de los Monteros. Ahora bien, aunque todo queda abierto, fuentes del partido apuntan a que la intención, sea cual sea el balance parlamentario que respalde la propuesta de censura, es mantener la idea de que al frente de la misma debe situarse un candidato alternativo y sin adscripción política. "Estamos intentando encontrar a un candidato ajeno a Vox", indican fuentes del partido, que no hablan de moción partidista en contraste con la registrada en 2020, sino "de todos los españoles".

El propio Abascal está liderando la ronda de contactos de Vox para ese cometido, aunque de momento no se baraja ningún perfil. Se quiere, dicen los ultraconservadores, "ir despacio para hacerlo bien". El primer nombre que ha sonado ha sido el del diputado ex de la UPN Carlos García Adanero, que ahora está inscrito como independiente en el Grupo Mixto. Preguntado por ello, Cs ni confirma ni desmiente que se haya sondeado al navarro. Tampoco Vox lo puntualiza, aunque el propio García Adanero parece más proclive a la vía expuesta por el PP de esperar a las elecciones para contribuir a que Sánchez no tenga opciones de revalidar el cargo.

La apuesta por un perfil alternativo es también una de las condiciones esenciales que ha puesto sobre la mesa Ciudadanos (Cs) para respaldarla, hasta ahora el único grupo del Congreso que ha fijado el empleo de esta herramienta parlamentaria como requisito esencial para entorpecer la acción legislativa del Ejecutivo de coalición. El último en exigirlo ha sido el portavoz naranja Edmundo Bal este mismo martes. Bal no quiere "que Abascal sea presidente de España" y considera que, de optarse por un dirigente político, el más apropiado sería el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo. Aunque los naranjas ven con buenos ojos una figura independiente.

Fuentes de Vox admiten que la disposición o no de Cs a mostrar a apoyo es algo secundario, porque lo importante es que el PP fije una posición favorable para mostrar músculo político. Aun a sabiendas de que Feijóo ha dejado clara a Abascal y a los suyos cuál es su postura al respecto en varias conversaciones, desde la formación insisten en la presión verbal contra Génova y vuelven a atribuir la ausencia de iniciativas de Feijóo al "miedo" por verse perjudicado en un debate de censura por Sánchez. Ante ello, los populares se defienden y acusan a Vox de electoralismo y de agitar un mecanismo parlamentario que "no es útil" en este momento concreto.

El PP niega que la moción entorpezca la capacidad de legislar del PSOE y destaca que solo paraliza la capacidad de convocar elecciones

Los de Bambú, pese a esa búsqueda pausada de la mejor opción que situar al frente, serían más proclives a presentarla, como muy tarde, en el mes de enero. Y es que temen que el presidente del Ejecutivo despliegue nuevas medidas de índole social que busque trasladar a un segundo plano las reformas que este jueves se aprobarán en el Congreso y se enviarán al Senado para su ratificación la semana próxima. Todo destinado, una vez cerrada la "conformación del puzzle" de medidas más polémicas de la legislatura relacionadas con el procés, a llegar fuerte de cara a las elecciones del mes de mayo, la primera prueba de fuego electoral del PSOE para rebatir las encuestas actuales que sitúan al PP como principal beneficiado de los comicios.

Desde el PP creen que una moción solo reforzará a Sánchez y que la mejor moción son las urnas. Una moción de censura no perjudicaría la actividad legislativa del Gobierno ni de Sánchez, indican fuentes populares. "Solo paraliza la convocatoria de elecciones. Vox y Cs parten -quienes piden una moción, siendo más factible Cs a que esté encabezada por Feijóo- de una falsa premisa, de una mentira. A Sánchez no le va a afectar en nada, y va a poder seguir legislando como hace ahora. A través de enmiendas o con reformas de leyes orgánicas", añaden desde el PP. Ahora bien, Génova no se cierra de forma tajante a una abstención si al frente de la moción se coloca a expolítico que ya no milite activamente o a un independiente de la sociedad civil. "Se estudiaría, en todo caso", aunque será la dirección nacional quien tendría la última palabra. Bajo ese prisma querría trabajar el partido de Abascal, para no dar la escusa a Feijóo de rechazar la moción por tener al 'número uno' de Vox al frente de la misma y para retratar al primer partido de la oposición.

Una moción contra el PP

El PP es consciente que cualquier debate derivado de la sedición o la malversación, dos aspectos sobre los que Abascal justifica la puesta en marcha de este mecanismo parlamentario para expulsar a Sánchez de la presidencia, "agita al electorado de Vox". A la inviabilidad de la misma a aspirarse como mucho a 159 escaños de 176 que dotan de mayoría absoluta y el beneficio directo de Sánchez que esgrimen los populares, se añade una tercera: "esta temática hace crecer a Vox" y cualquier actuación conjunta debilitará al PP, apuntan desde el partido. En esa línea incluso se sitúa Isabel Díaz Ayuso, la líder del aparato madrileño.

A la presión nacional se ha unido, al unísono, la regional en el principal feudo de los populares de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Vox en la Comunidad de Madrid ha certificado sus advertencias y rechaza apoyar los nuevos presupuestos del Gobierno de Díaz Ayuso. El partido de Rocío Monasterio presentó sus enmiendas parciales a las nuevas cuentas seis minutos después del plazo impuesto: las 12:00 horas del viernes 2 de diciembre. Así lo estima la Mesa de la Asamblea de Madrid. Sin embargo, desde Vox lo cuestionan, indican que se tramitaron a tiempo, que ha sido un fallo del sistema informático -algo revisado y rechazado- y que el PP y la izquierda se han alineado para vetar a Vox. "Vox votará no. No podemos abstenernos a un presupuesto en el que se nos ha censurado en el debate", ha explicado Monasterio. Díaz Ayuso deberá negociar con Más Madrid o el PSOE para lograr que las cuentas prosperen. De lo contrario, verá prorrogadas las actuales en año electoral.