Último duelo del presidente del Gobierno con el líder del PP en el Senado. Y si uno, Alberto Núñez Feijóo, arremetió por los socios del Ejecutivo, preguntándole cuándo se va a "pasar al constitucionalismo", el otro, Pedro Sánchez, combatió al jefe de los populares por su estrategia de acudir al Tribunal Constitucional para "enmudecer a las Cortes Generales". "Esa es la gran aportación de Feijóo". Pero él y su partido "han llegado demasiado lejos" en su objetivo de "recortar derechos por la puerta de atrás". "Pero no se lo vamos a permitir. Habrá ganado unas cuantas semanas. Pero ha perdido muchísimo, ha perdido el poco crédito que tenía o que le quedaba" por "echarse atrás" en la negociación del Consejo General del Poder Judicial.

La sesión de control al Ejecutivo en el Senado, la última del año en las Cortes Generales, y que seguía a la de la mañana en el Congreso, se convirtió en un reguero de acusaciones mutuas entre los dos líderes, sin puentes mínimos de conexión ni lugar a complicidades. Feijóo buscaba apretar a Sánchez por las "cesiones" al independentismo, tras las reformas en el Código Penal —derogación de la sedición, rebaja de la malversación—, dando por hecho que habrá referéndum de autodeterminación, aunque el Ejecutivo lo niegue. Pero a quien los separatistas le organizaron dos referéndums, los de 2014 y 2017, subrayó el presidente, y a quien le declararon una declaración unilateral de independencia, fue al Gobierno de Mariano Rajoy.

Sánchez asegura que, pese a las pretensiones de los populares, pese a su intento de que el Parlamento "no hable, lo va a hacer claro y alto"

Pero tras ese recordatorio, Sánchez condujo su discurso al punto que quería: el recurso de amparo presentado por el PP ante el Tribunal Constitucional, y que este admitió el lunes pasado, igual que aceptó su petición de medidas cautelarísimas, por lo que los magistrados suspendieron la tramitación legislativa de las dos enmiendas que propiciaban la renovación del propio TC. El líder socialista llevó al hemiciclo su convicción de que está en marcha un "complot" de la derecha judicial y política contra su Ejecutivo: "Sucede que los poderes que acompañan a usted y su partido, que les arropan y les dirigen, poderes cada vez menos ocultos, han conseguido un hito importante y trascendente: quitar competencias al Parlamento, a las Cortes Generales, que tienen la facultad de proponer, debatir y legislar. Esta es la cuestión. Ha dicho que está dispuesto a hacer lo que haga falta. Ustedes han llegado demasiado lejos".

En ese punto el líder socialista encajó su mayor reproche a su rival, que en sus "nueve meses en política nacional, ha conseguido todo un hito, enmudecer a las Cortes Generales". "Esa es la gran aportación de Feijóo", dijo en un tono irónico que le acompañó en todo su careo con el jefe del PP. Sánchez aseguró que, pese a las pretensiones de los populares, pese a su intento de que el Parlamento "no hable, lo va a hacer claro y alto".

"Tiene la posibilidad de volver a la Constitución"

"Deje ya de tomar el pelo a los españoles, déjelo ya. Deje de provocar, de descalificar al TC", le lanzó Feijóo en su respuesta. El presidente del PP retomó las críticas por la sedición y la malversación, y ofreció apoyo al presidente si "quiere volver a lo que prometió" en la campaña de las generales de 2019, cuando prometió tipificar el referéndum ilegal, "no indultar, no tocar el delito de malversación o que los jueces elijan a los jueces". Y si no, le insistió, "convoque elecciones y hablamos de verdad". "Recapacite, tiene la posibilidad de volver a la Constitución y estoy aquí para ello". Y acabó Feijóo con un lapsus: "El señor Pedro Sánchez Pérez-Castejón del año 2019 no votaría al señor Pérez Sánchez-Castejón del año 2022". Se había equivocado a la hora de citar sus apellidos en la segunda mención, razón por la que luego el presidente bromeó con los periodistas y les dijo que trasladaran a Feijóo cuál es el orden correcto de ellos.

Para el presidente, se "empiezan a desmoronar las estrategias" del líder del PP, que pasó del "apocalipsis económico" al político y, ahora, al recurso al TC

En la réplica, Sánchez cargó contra la "particular forma de entender la Constitución" que tienen los populares. Porque defienden la igualdad de todos los españoles ante la ley, y en realidad para ellos hay "buenos españoles, los que votan al PP, y el resto son la antiEspaña". O porque el PP pone un "matiz" —dijo tirando de cinismo— al mandato constitucional de que las elecciones se celebran cada cuatro años: es así "cuando gana el PP", porque de lo contrario "pide elecciones anticipadas desde el día siguiente". Y para los conservadores, siguió, el cargo de los vocales del CGPJ no dura cinco años, es "de por vida" si les viene bien, y también el mandato de los magistrados del PP es "imperecedero" si estos son propuestos por Génova.

Para Sánchez, Feijóo ha ido "más lejos" que su antecesor, Pablo Casado, para evitar "correr la misma suerte" que él. Pero en el fondo, según el análisis del presidente, lo que está ocurriendo al jefe de los populares es que se "empiezan a desmoronar sus estrategias". Así, pronosticó el "apocalipsis económico" y no se produjo. Después, recurrió a la "fórmula clásica" de su partido, prometer la bajada de impuestos, pero ese compromiso "duró lo que duró", lo que se mantuvo en el cargo la efímera Liz Truss en Reino Unido. Luego, continuó, Feijóo explotó el "apocalipsis político", el augurar la ruptura de España, como también lo pronosticó el PP antes con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y sin embargo hoy "la Constitución se cumple en todos y cada uno de los territorios de España". Ahora, los conservadores echan mano de la "fábula del tirano" cuya única "obsesión es instaurar la república bolivariana", cuando lo que ocurre es que el Ejecutivo sí "cumple la Constitución", a diferencia del PP.

El último intento empleado por Feijóo para erosionar al Ejecutivo es el recurso ante el TC. A juicio del presidente, el PP busca "recortar derechos", cuando está en la Moncloa y cuando está en la oposición, porque se va al tribunal de garantías para ver si, "con mayoría conservadora y mandato caducado", le da la razón. "Quieren recortar derechos por la puerta de atrás. No se va a salir con la suya. No se lo vamos a permitir: usted ha llegado demasiado lejos. Usted habrá ganado unas cuantas semanas —le espetó, refiriéndose a que ahora el Gobierno tendrá que esperar alrededor de un mes para culminar la reforma legal—, pero ha perdido el poco crédito que tenía o lo que le quedaba" al "echarse atrás" en la renovación del CGPJ e "incumplir" la Constitución.

La sesión de control en el Senado se limitó a un cruce de acusaciones pero también de posiciones. Cada líder habló para su parroquia electoral. De hecho, en la Moncloa incidían en que Sánchez había sido "pedagógico", porque había expuesto lo sucedido en los últimos días, "desenmascarando" las intenciones del PP y la estrategia seguida. Y creían que por ello habían acertado frente a un Feijóo que se ha visto obligado a reajustar su estrategia, defienden, porque con el recurso al TC ha desviado el "foco" del punto en el que estaba y que era incómodo para el PSOE, la reforma de la malversación.