Nueva llamada a la calma de Vox después de que su secretario general, Ignacio Garriga, abriese el pasado martes la puerta a revisar, e incluso desechar, el pacto autonómico de gobierno con el Partido Popular (PP) en Castilla y León. En su última comparecencia pública, y tras la reunión del Comité de Acción Política, el vicepresidente primero de Vox y portavoz político, Jorge Buxadé, reiteraba que su partido no tiene "ninguna intención de romper un gobierno que está funcionando bien, con buenas medidas para los castellanos y leoneses". "Tenemos claro dónde estamos, sigamos adelante", ha solicitado el también eurodiputado. Todo ello, después de que el pasado jueves el presidente del partido, Santiago Abascal, negase querer desvincularse de la coalición con los populares. "Hay mucha gente interesada, pero nosotros no", insistió frente al Tribunal Constitucional, y de manera previa a presentar el enésimo recurso de inconstitucionalidad contra el Gobierno; esta vez como rechazo de las reformas de la sedición y la malversación.

A la línea expresada por ambos mandatarios se adhiere el resto del organigrama del partido. Fuentes de Bambú, donde se sitúa la sede nacional de Vox en Madrid, replican las posiciones de Abascal y Buxadé, e incluso van más allá: dan por zanjada cualquier polémica con su aliado de coalición en la autonomía e insisten en la necesidad de continuar adelante "para seguir legislando para los ciudadanos". Al menos, es lo que desean por su parte. En conversaciones con El Independiente, piden tranquilidad y adelantan que "todo va a volver a ser como antes". Aunque para ello, creen que es necesario que el PP deje de dar oxígeno a los medios y hablar del tema, una referencia clara a la entrevista que el presidente castellano y leonés Alfonso Fernández Mañueco ha ofrecido este lunes a COPE. En ella, Mañueco ha reiterado que no es ni "era intención del Gobierno de Castilla y León modificar el protocolo de aquellas mujeres que quieren interrumpir su embarazo", sino "mejorar las prestaciones sanitarias para fomentar la natalidad y las prestaciones a las familias".

En esa misma entrevista, Mañueco aseguró que en ningún momento se ha planteado cesar al vicepresidente de la Junta y líder de Vox en el territorio, Juan García-Gallardo. Todo pese a que, como publicó este medio, Génova instó a su barón popular a dar un ultimátum a su 'segundo' en Valladolid. Un aviso en el que, de desatenderse una petición de sosiego, se pediría a Vox relegar a su cabeza de lista en las pasadas elecciones. Algo que, con total certeza y dado el cierre de filas de Bambú con él, habría fracturado más las relaciones y precipitado nuevos comicios. Eso ha quedado descartado, sobre todo después de que el PP pidiese "diálogo" a finales de la semana pasada.

Vox considera que las manifestaciones cívicas de este fin de semana en Madrid y en Barcelona han demostrado que la gente está a otras cosas; que reclaman la salida de Sánchez y elecciones

Tal y como ha manifestado Mañueco, por su cabeza tampoco ha estado otro adelanto electoral un año después de la celebración de comicios autonómicos, después de la ruptura con Ciudadanos. Y es que el panorama para el PP en Castilla y León es tan solo algo más favorable en las encuestas, pero sigue dependiendo de Vox. "Si no se producen circunstancias exageradamente graves, no convocaré", ha asegurado en esa entrevista el líder del PP, que sí pide que todos hagan "autocrítica" y se intente "trasladar mejor la comunicación".

Y es que en definitiva la polémica ha trascendido por un error de comunicación. Indiferentemente de si a conciencia o por un mal entendimiento, García-Gallardo 'vendió' un "compromiso alcanzado con el PP" como un procedimiento de obligatoriedad y no de ampliación de las ventajas sanitarias para incrementar la natalidad. Todo, sin trasladarse un escrito sellado por las rúbricas de ambas formaciones. Algo que, días después, sí ha matizado la formación. Un ejemplo claro es la última comparecencia del portavoz Iván Espinosa de los Montero, que hizo hincapié en el criterio propio de las mujeres para no dejarse imponer nada. Con todo, desde Vox creen necesario pasar página y dejar de arrojar leña al asunto, porque a su juicio, las manifestaciones "cívicas" de este fin de semana en Madrid y en Barcelona "han demostrado que la gente está a otras cosas"; que reclaman la salida del presidente del Gobierno y la convocatoria de elecciones.

Problemas entre Valladolid y Madrid

Fuentes de Vox señalan al "nerviosismo" electoral del PP nacional de Feijóo como punto de inflexión y causante de la polémica en Castilla y León. "Hay intencionalidad en separarse de Vox", porque "la gente está muy nerviosa por las encuestas", añaden las mismas fuentes en clara referencia a Génova. En Bambú libran de responsabilidad a los de Mañueco y entienden que "el problema fue del PP, porque [el protocolo] estaba pactado, sin lugar a dudas". Aunque abren la posibilidad a que directamente Feijóo no supiera nada. Pero desde Bambú hacen un llamamiento a los populares para el entendimiento, ya que "sus votantes quieren alianzas" con Vox.

Debido a ello, y a que queda una "campaña dura si todo sigue como ahora", en Vox no descartan que cualquier aplicación sobre el protocolo quede aplazado hasta después de las elecciones municipales y autonómicas para rebajar la expectación del asunto. Pero advierten de que indistintamente de cuando sea, se mantendrá intacto este acuerdo y el resto de los alcanzados en marzo del año pasado para la investidura.

Puesta a punto de las candidaturas

Mientras que el PSOE ya hizo una presentación en Valencia de sus candidatos municipales más relevantes a los comicios de mayo y el PP hizo lo propio hace once días en Zaragoza, junto a los cabeza de lista regionales, el partido de Abascal ha elegido Murcia como enclave de presentación de los nombre seleccionados para las elecciones. El acto, fijado para el 13 de febrero, será abierto para el público, y no solo para la militancia. El evento llega cuando, casi un mes después de anunciar sus primeros rostros, el goteo de candidaturas sigue aún activo. La elección de Murcia radica en que es el feudo donde la agrupación obtuvo su mayor apoyo nacional el 10N, con un 28,16% de los votos, 199.829; diez mil más que el PP.

A nivel autonómico la formación ha escogido perfiles electorales que internamente definen como "muy García-Gallardo": anónimos, profesionalizados en un sector concreto y sin experiencia en la política. Sobre todo, comparan al vicepresidente castellano y leonés con el candidato de La Rioja, Ángel Alda.