España

Tendrá lugar en el Congreso el 21 y 22 de marzo

Vox busca cerrar filas con Tamames para evitar choques en el debate de la moción

Abascal ofrecerá junto al exdiputado una rueda de prensa en sede parlamentaria el próximo jueves | Vox ha supervisado el contenido del discurso que desplegará el economista en la primera jornada de debate de censura a Sánchez

El líder de Vox, Santiago Abascal, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados EP / Eduardo Parra

Cada intervención pública de los principales dirigentes de Vox incluye el mismo latiguillo: cualquier salida de tono de Ramón Tamames respecto a los pilares ideológicos del partido ultraconservador, son definidos como "un éxito" que garantiza que han logrado el objetivo impuesto en diciembre de conseguir "un candidato independiente". Conforme se ha ido avanzando en el trámite, las comparaciones entre el discurso de Santiago Abascal y los que ha protagonizado Tamames en su gira mediática han estado bajo el foco. Especialmente, en lo que respecta a cuestiones como la inmigración, género y mujer, o cuestiones territoriales como el sistema autonómico y la concepción del Estado. Contrastes que la cúpula del partido define como intereses mediáticos. "Cuando le he escuchado sin cortes, sin ediciones, no está tan alejado de Vox", ha dicho, recientemente el portavoz parlamentario de la formación, Iván Espinosa de los Monteros.

El último intento de acallar este tipo de cuestionamientos radicará en una comparecencia abierta en el Congreso de los Diputados como previa a la moción. Será este jueves, después del pleno, y la imagen que se querrá trasladar es la de unidad en la diversidad. Es decir, el reconocimiento, como ya se ha hecho, de que existen notables divergencias entre asociados pero que el objetivo último es desbancar a Pedro Sánchez y al Gobierno de Moncloa para convocar elecciones. Es el fin último, ha insistido Espinosa en su última comparecencia desde sede parlamentaria. Hasta tal punto, que de cara a la primera jornada del debate, el protagonismo de Abascal empieza a tomar cuerpo. Que Abascal participe "es uno de los alicientes para presentarla [la moción]", porque solo pregunta "una vez al mes" por "un acuerdo de PP y PSOE, no porque sea una norma". "Va a ser muy sano escucharle hacer un análisis de cómo ha evolucionado este Gobierno, desde Delcy [el encuentro entre la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez y del entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en el aeropuerto de Barajas cuando ésta no podía pisar suelo europeo] hasta hoy", ha insistido el 'dos' de Vox en el Congreso.

Con ello, Vox quiere "hacer un breve recordatorio de lo que ha ocurrido en la legislatura" y "dejar el terreno perfectamente acondicionado a Tamames" para proponer la disolución de las Cortes. Y es que la función del economista y exdiputado ha quedado reducida a ello, en "formular una pregunta a la cámara, si Sánchez merece una censura". Una visión que encaja con la coincidencia del "diagnóstico" que adelantó Abascal durante las negociaciones con el ex del PCE, pero que choca con la premisa de que Tamames daría su opinión sobre la situación nacional del país. Y es que, pese a tratarse de una propuesta "independiente", al final Vox se ha encargado de orientar al expolítico para no desentonar. Lo que desvirtúa, en parte, ese propósito.

Tal y como adelantó El Independiente al unísono de la confirmación de Tamames como candidato, Abascal pidió a Tamames hacer un discurso "más incisivo" para la moción tras leer un primer borrador. Recientemente, fuentes de la sede de Bambú, el centro de operaciones nacional de Vox, confirman que no solo se le instó a ser algo más duro, sino que se ha supervisado el contenido del discurso. "El discurso se lee, no se deja las cosas a la improvisación", indican esas fuentes. Por lo que, previamente, Vox ha dado el visto bueno al texto. Más difícil será, en cambio, que partido y candidato puedan mantener cierta unidad y concordancia en la segunda jornada del debate, cuando el peso ideológico de Abascal no tendrá protagonismo y las réplicas de la oposición no irán focalizadas al posicionamiento planteado sino a descolocar a Tamames respecto a Vox. Especialmente los grupos de la izquierda y los afectados PSOE y Unidas Podemos; que pese a todo no se ensañarán con el profesor.

Abascal supervisó la elaboración del discurso de Tamames y descartó un primer borrador por ser poco incisivo

Que Abascal ejercerá de contrapeso ideológico en la moción es innegable. Todos aquellos contenidos que Tamames no abordará serán puestos sobre la mesa por él desde la tribuna de oradores, especialmente cuestiones como la inmigración y las derivadas con las que la vincula Vox; temas de ámbito social y sexual como la ley del 'solo sí es sí' o la ley trans; el despliegue de una crítica euroescéptica a la Unión Europea, a la dependencia energética, o a la lucha contra el cambio climático. "Es una oportunidad para Abascal, pero será contenido y no estará más de una hora. No más que Ignacio Garriga [entonces diputado y hoy portavoz en el Parlament] en la moción anterior [de octubre de 2020]", afirman fuentes nacionales.

Rechazan que se "imponga el relato" antes de la moción

En ese afán por no denotar diferencias importantes en el pleno con Tamames, al menos en la primera jornada [en la que también podrá intervenir Sánchez y cualquier otro miembro del Gobierno que se proponga], Vox considera que se está vendiendo de manera anticipada el relato de lo que va a suceder; afirmando de manera adelantada que Tamames contradecirá la visión de Abascal de manera posterior. Creen que estos equilibrios mentales carecen de fundamento ante un hecho imprevisible. Lo ejemplifican refiriéndose al expresidente del PP Pablo Casado, quien a su juicio actuó de una manera más vehemente en la moción anterior de la que nadie se esperaba oponiéndose férreamente a Vox y trasladando hasta final de su mandato en el partido un veto.

El intento de Vox en estas últimas semanas está centrándose en trasladar esa atención a las diferenciaciones de Tamames con la marca, a la postura que adquirirá la oposición tras escuchar al exdiputado. "Quien se tiene que sentir incómodo son los que van a votar en contra de la moción, no nosotros", afirman otras fuentes del grupo en un intento de presionar al PP, que ha fijado en la abstención su postura, de cara a la campaña electoral de mayo. Que, en definitiva, es el principal objetivo de hacer uso de este instrumento parlamentario: llegar fuertes, en primer plano y distinguidos de los de Feijóo como herramienta de oposición más propicia contra el PSOE y sus socios. Esa idea, Vox la está trasladando en sus principales feudos en este inicio de actos de precampaña: Murcia, donde fue el partido más votado y podrían condicionar a Fernando López Miras; Zaragoza [y Huesca este jueves] (Aragón), un territorio donde aspiran a ser decisivos para Jorge Azcón, o Valladolid [el viernes 24 de marzo], núcleo de su primer Ejecutivo autonómico. Y es que, como se reconoce internamente, "no tiene sentido" hacer una moción después del 28-M. Algo que, sin embargo, no la impediría.

Dentro de la formación también se reconoce que ha habido algunas dudas con el planteamiento de la moción hasta el momento, pero éstas se han resuelto. Han radicado en el formato, en la propuesta de un "independiente" ajeno a Vox, cuando no hay costumbre de que esto se haga así. Pero en el partido dan por cerrado el asunto, porque "no se pregunta" por el tema en las distintas visitas o encuentros con los afiliados.

La moción in situ

El próximo martes 21 de marzo, según ha trasladado la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a la Junta de Portavoces, se iniciará la primera jornada del debate a las nueve de la mañana. Abrirá Abascal la sesión, y después Tamames pronunciará su discurso. En cualquier momento, según han trasladado a este medio fuentes parlamentarias, podrá intervenir Sánchez. Una vez todos los afectados hayan expresado su postura, se suspenderá el pleno de moción hasta el día siguiente. Reiniciado el mismo en su segunda jornada, de menor a mayor cada grupo replicará a Tamames con respectivas contestaciones. Y, tras un receso, se procederá a la votación, que augura un respaldo único de la iniciativa por parte de los 52 diputados de Vox y una abstención de los 88 escaños populares, así como las del portavoz de Foro, Isidro Martínez Oblanca y los díscolos navarros sin adscripción Sergio Sayas y Carlos García Adanero.

Debido a las dificultades de movilidad de Tamames, de 89 años, se ha consensuado la adaptación del pleno a las circunstancias y la permisividad de que, por ejemplo, ocupe un lugar en entre los miembros de la Mesa para que pueda estar sentado sin dar la espalda a las señorías.

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