Alberto Núñez Feijóo, por ahora, solo admite un cara a cara con Pedro Sánchez en la campaña de las elecciones generales. Pero el presidente no da por derrotada su propuesta de más duelos televisivos con el líder del PP. La presión seguirá, prometen en la Moncloa. "En menos de 24 horas ya ha aceptado uno. Lo que ayer [por el lunes] era una excentricidad, hoy ya es un debate", aseguran. Realmente, no hay negociación abierta y además hay otros actores que no son meros testigos: los grupos de comunicación.
El jefe de los conservadores despejó este martes a primera hora, en Onda Cero, una mínima parte de las dudas que pesaban sobre los careos en televisión que, presumiblemente, nuclearán el viaje hasta el 23-J. Habrá, dijo, "un cara a cara entre Sánchez y yo. Espero que acepte y a partir de ahí deje a los jefes de campaña decidir formato, cuándo y dónde". Los debates "no se obligan", sino que "se negocian", añadió, y él rechazará imposiciones de quien, alega, tiene problemas para salir a la calle o dar mítines.
Para la Moncloa y para Ferraz, un solo debate es claramente insuficiente, así que los socialistas seguirán insistiendo en la necesidad de un duelo semanal, hasta seis, a fin de contrastar programas. Eso sí, no anticipan qué ocurrirá en caso de que Feijóo no transija: "De momento, el líder del PP acepta un debate. Si no acepta más, pues ya veremos".
Que haya debates con un segundo espada de Feijóo o con atril vacío dependerá, también, de la decisión de las teles
Por el momento, en el equipo del presidente no quieren anticipar si, llegado el caso, el candidato estaría dispuesto a acudir por ejemplo al debate a cuatro —aceptado por él y ofertado por Atresmedia y RTVE— aun sin Feijóo delante. Pero ante esa hipótesis, la respuesta también dependería de la actitud de las teles, si ellas asumirían el coste de que en pantalla aparezca un atril vacío o que el jefe de los populares mandara a otro dirigente de su partido en su lugar. Fuentes del grupo que aglutina a Antena 3, La Sexta y Onda Cero indican que es pronto aún para anticipar escenarios, y que primero la negociación ha de descansar en los partidos. Este diario consultó a la corporación pública, pero no hubo respuesta.
Los socialistas consideran que, pese a que el PP adujera que la propuesta de seis debates, uno por semana, era una "excentricidad", han marcado el paso de este arranque de la precampaña. Han retomado la iniciativa. Y señalan en la Moncloa que es necesaria esa secuencia de cara a cara para que los ciudadanos conozcan el programa del PP.
Feijóo está escondido por dos motivos: o no tiene propuesta o no la quiere contar", subrayan desde la Moncloa
"Feijóo está escondido por dos motivos: o no tiene propuesta o no la quiere contar. Es bueno que nos diga qué va a hacer con las pensiones, si va a revalorizarlas o no, si va a subir a los jubilados un 8,5%, como hemos hecho nosotros, o dos euros al mes, como hizo Mariano Rajoy. ¿Y qué va a hacer con el salario mínimo? ¿Y con las becas, va a mantener la que ha sido la mayor partida de la historia o las reduce la mitad? No basta una campaña hecha de consignas como que derogará el sanchismo".
No tiene "proyecto"
Es decir, la estrategia del PSOE es que Feijóo baje al detalle, que precise, porque consideran que así se dejará en evidencia, porque las medidas aprobadas por el Ejecutivo no han generado rechazo ni explican, creen, el batacazo del partido el 28-M. En el fondo, el plan de la cúpula ha sido siempre el mismo desde hace meses: someter al líder del PP a la presión de los debates —antes, en el Senado; ahora, en las teles— para "desnudarle", para denunciar que en realidad no tiene "proyecto" ni hay "nada" más allá de proclamas genéricas.
Tras advertir Feijóo que derogará la Ley Trans y la de memoria y que eliminará Igualdad, el Gobierno le exige que aclare "con detalle" con qué "retrocesos quiere castigar a los ciudadanos"
Para la Moncloa, Feijóo ya ha empezado a pespuntear su programa. En Onda Cero, ante Carlos Alsina, adelantó que derogará la Ley Trans y la de memoria democrática y eliminará, entre otros, el Ministerio de Igualdad. "Es bastante evidente que el proyecto político de Feijóo es destructivo", señaló en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros el titular de la Presidencia, Félix Bolaños. Debería aclarar "con detalle" cuáles son "los retrocesos con los que quiere castigar a los ciudadanos". Se fijó en la ley de memoria y se preguntó "qué puede molestar a un demócrata de esta norma". "¿Que se declare ilegal un golpe de Estado, que las familias puedan recuperar los restos de sus seres queridos o que se homenajee a víctimas de los dos bandos [de la Guerra Civil]?".
En el puente de manto del PSOE defienden que si Sánchez ha aceptado los cuatro cara a cara ofertados hasta ahora —por Atresmedia, RTVE, Mediaset y Prisa— y se ha mostrado dispuesto a acudir a dos más, es porque hay "interés informativo y social" para conocer "dos modelos de país", el de "la mejor España", la que a su juicio representa Sánchez, frente a "la peor derecha", la que encarnan el tándem de PP y Vox.
En 2019, Sánchez se negó a mantener un cara a cara con Pablo Casado, entonces líder del PP, y optó, en las generales de abril, por un formato a cinco que la Junta Electoral Central prohibió porque Vox no gozaba de representación en comicios anteriores. El presidente al final tuvo que aceptar dos debates a cuatro en dos días consecutivos, en RTVE y Atresmedia. Y en las legislativas de noviembre impuso un único encuentro a cinco en la única semana de campaña que hubo. La Moncloa argumenta que ahora han sido "cuatro grupos los que han solicitado los cara a cara" porque está muy claro el "interés social e informativo por contrastar las propuestas de los dos únicos líderes que pueden presidir el Gobierno".
¿Apertura de negociaciones?
"No es que nosotros propongamos, es que aceptamos las ofertas —apuntan—. Y en 2019 era distinto porque había una pugna por el liderazgo de la derecha entre Pablo Casado y Albert Rivera", hasta el punto de que los jefes de PP y Cs demandaron un duelo a dos con el presidente. Había, ciertamente, riesgo de sorpaso a los conservadores. Esa fue la justificación que Ferraz esgrimió entonces lo mismo: que el presidente tenía enfrente a "tres derechas" con un "único proyecto, gobernar juntas". Los naranjas solo se quedaron, recuerdan, nueve escaños por detrás del PP (57 frente a 66). Las mismas fuentes gubernamentales indican que ahora, en cambio, no hay duda de quién es el jefe de la oposición, de ahí que tenga todo el sentido aceptar los cara a cara. Añaden que Sánchez también ha adelantado que sí participara en debates a cuatro con Feijóo, Yolanda Díaz (Sumar) y Santiago Abascal (Vox), y que su partido acudirá a los encuentros sectoriales.
En el equipo de Sánchez alegan que en 2019 no estaba claro el liderazgo de la derecha y ahora sí, y además él se presta hoy a debates a cuatro
Para los socialistas, no cabe la disyuntiva entre "España o Sánchez" que dibuja el PP, porque es "excluyente" y un "contrasentido". "El planteamiento debe ser o Sánchez o Feijóo, porque ambos representan dos modelos de impuestos". Dilema que ya verbalizó el presidente la víspera, alegando que el PSOE no representa la "antiEspaña", como tampoco son antiespañoles quienes voten a otras formaciones políticas de izquierdas o incluso a Vox.
Tras el Consejo de Ministros, pocas novedades en público. "Siempre es bueno debatir en democracia", argumentó la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, reiterando la disposición del presidente a acudir a seis cara a cara y a encuentros a cuatro. En semejantes términos se expresó la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, quien en Telecinco anticipó que "a lo largo de estas horas" el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, se pondría en contacto con el coordinador general del PP, Elías Bendodo, para tratar de cerrar un acuerdo sobre los debates electorales de cara al 23-J. Las incógnitas se estirarán unos días mías.
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