Será a partir de las once de la noche cuando se produzca la clave del debate cara a cara entre el presidente del Gobierno y candidato por el PSOE, Pedro Sánchez, y el aspirante a sustituirlo en la Moncloa y líder del PP Alberto Núñez Feijóo. Entonces, dará inicio el tercer bloque establecido para el choque de ideas del socialista y el popular, el de los pactos postelectorales. Y la actuación de ambos políticos medirá, como un termómetro, las percepciones internas previas hechas por sus equipos, de quién va ganando la contienda. Hay mucho en juego en este debate, y tanto en el PSOE como en el PP lo saben, y los pactos, así como el tono empleado esta noche, son la clave de este encuentro.

Y es que a las diez se iniciará el curso del diálogo con dos bloques de los cuatro totales que componen la escaleta del programa que organiza el grupo Atresmedia [lo emitirán Antena 3, La Sexta y Onda Cero en directo] y moderan los periodistas Ana Pastor y Vicente Vallés. Esos apartados son Economía y Política Social, a priori cómodo para el jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE, especialmente por los buenos datos de crecimiento [la AIReF ha elevado al 2,3% las previsiones, dos décimas más que las del propio Gobierno] y de empleo, con récord en junio con casi 21 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social. Ahora bien, en el PP consideran que Feijóo puede moverse bien en estos bloques, sobre todo apelando a las clases medias y al incremento del precio de los alimentos o la alta inflación subyacente.

A los 40 minutos de programa se producirá el corte publicitario. Y los equipos de asesores, que habrán estado funcionando y conversando con otros integrantes externos en Ferraz y Génova, subirán al 'ring' para señalar los diferentes aciertos y errores de cada uno de ellos. Requerimiento de más contención, ser más incisivos, o, simplemente, continuar con la línea desarrollada hasta el momento. Por parte del PSOE estarán el jefe de Gabinete del presidente, Óscar López; el director de Comunicación del PSOE Ion Antolín; la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE María Jesús Montero; el secretario de Estado de Comunicación Francesc Vallés; Ana Manzano, miembro del Gabinete del Gobierno, y el secretario de Organización Santos Cerdán.Por parte del PP, el asesoramiento lo encarnarán la jefe de Gabinete de Génova Marta Varela; la asesora de Imagen y Proyección Mar Sánchez Sierra; el coordinador parlamentario Álvaro Pérez López; el responsable de contenidos del PP Marcos Gómez, y el eurodiputado y vicesecretario de Institucional Esteban González Pons.

A las 23:30 horas, uno de los dos puede haber marcado el debate y parte de la campaña electoral en función de su actuación, sobre todo teniendo en cuenta que se juega por el centro y no por los extremos. Hay varios datos que así lo señalan: es la primera vez desde 2011 que al bipartidismo se le atribuye tan alta tasa de escaños, hay un numeroso grupo de abstencionistas que ahora irían mayoritariamente a PSOE o PP, un 20% del voto de Ciudadanos está indeciso, y dos de cada diez votantes del PSOE se están planteando ir al PP o mantener su voto a Sánchez. Son datos de 40dB y el CIS en sus últimas publicaciones. A ello se unen programas como el del PSOE, sin carga ideológica para centrarse y continuista.

Del socio de EH Bildu, al socio de Vox

En prácticamente dos meses, las tornas han cambiado en cuanto a construcción del relato. Mientras que en mayo Sánchez intentaba dar un vuelco con una campaña de municipales y autonómicas llena de anuncios gubernamentales de corte social, el PP y Vox sumieron la misma en el señalamiento constante de los pactos del Gobierno con socios como ERC y EH Bildu. La misma adquirió tintes nacionales y parte de los cambios territoriales dados en la actualidad, con otro tipo de marco no se habría producido. En Madrid, por ejemplo, fue determinante para la mayoría absoluta del PP.

El marco de las alianzas sigue vivo en esta edición de generales, pero los pactos postelectorales entre PP y Vox, caso de Valencia, Extremadura, Baleares y el casi tejido en Aragón, al que se añade el bloqueo en Murcia como contrapeso clave, se ha convertido en esencial para un PSOE y Sumar tocados tras el resultado del 28-M. Ha sido clave para movilizar, al menos así lo indican el grueso de las encuestas, a la izquierda. Especialmente en torno al PSOE como referente del voto útil. Contra el "España no se arrodilla ante terroristas" esbozado por Feijóo en mayo, es Sánchez quien aviva la siguiente dicotomía, "O un gobierno progresista, o Abascal como vicepresidente", ante pequeñas muestras producidas a nivel local estas semanas como la negativa a colgar la bandera LGTBI en ayuntamientos de la derecha, censura cultural o el programa electoral de Vox, donde abundan las referencias a "derogar". Se habla de suprimir leyes como la de Violencia de Género, algo que en principio rechazaría el PP, pero también la de la eutanasia, a lo que los populares sí se abrirían.

En marco de las alianzas sigue vivo en estas generales, pero los pactos de PP y Vox se han convertido en la clave para la movilización de la izquierda en torno al PSOE"

Ante acusaciones incómodas, Feijóo está preparando frases rotundas, que frenen el intento de perjudicar que buscará Sánchez. La el as bajo la manga será la imagen producida este mediodía en Murcia, con la bancada de Vox rechazando el gobierno en solitario y en mayoría simple de López Miras. A ello se añadirán las referencias que vienen dándose, como a los otros pactos en Canarias o Cantabria con terceras formaciones, así como el respaldo al PNV o al PSC en Barcelona para evitar gobiernos independentistas.

Sánchez, que es quien más tiempo ha destinado a preparar el debate [cuatro días sin agenda de mítines], pondrá en valor los "logros" sociales conseguidos en la legislatura con esas alianzas, incidirá en que el único pacto en estos cuatro años ha sido con Unidas Podemos y alentará al votante moderado indeciso exponiendo el retroceso que puede darse a décadas de avances con Vox en el Ejecutivo nacional.