El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha rechazado las acusaciones del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, lanzadas ayer desde Murcia en un acto con el expresidente Aznar y el barón regional Fernando López Miras. Durante un mitin este miércoles, Feijóo acusó a Vox y a su candidato de ser "aliado del sanchismo", y pronosticó que por ello la fuerza ultraconservadora lo pagaría en las urnas en las próximas generales. El órdago del gallego viene cimentado en la negativa conjunta de PSOE y Vox de investir a López Miras, así como de facilitar previsiblemente en el caso de Abascal, y ya rechazado por los socialistas, un gobierno popular si resulta ser la lista más votada.

"Si el sanchismo y Vox quieren seguir de aliados, que lo sean. Si quieren seguir demostrando que teníamos razón y que tienen los mismos intereses, que lo hagan. Si prefieren que siga el gobierno sanchista, que lo digan. Y si quieren seguir bloqueando la región de Murcia, lo pagarán el 23-J", dijo Feijóo en el evento. Ante ello, y en una entrevista en RNE, Abascal ha asegurado que le "sorprende las acusaciones de colaboración con el sanchismo cuando hay un acuerdo sobre la mesa para pactar con Sánchez". "Lo vimos en el debate, y me parece una contradicción", ha añadido. "El PP se equivoca de aliados".

Así se ha referido Abascal al ser preguntado por si habrá un desbloqueo de la comunidad murciana tras las elecciones nacionales para que se llegue a un pacto político. "Lo veremos. Pero se ha querido someter a un chantaje a Vox diciendo que se tiene que poner de perfil y facilitar la investidura", ha comentado el líder de Vox, quien justifica su entrada en el gobierno regional ante la desconfianza hacia el PP por "incumplir" el anterior pacto programático y sostener con tránsfugas la legislatura. Además, señala Abascal que con doce puntos de voto a Ciudadanos se le dieron cuatro de diez carteras y a Vox con 18 puntos no se le ofrece nada. Hay que matizar, eso sí, que en las anteriores elecciones el PP quedó segundo con 16 escaños, y ahora es primero a dos de la mayoría absoluta.

Abascal rechaza que vaya a extrapolarse el bloqueo de Murcia al Congreso de los Diputados con un Feijóo por encima de los 150 escaños, pero no quiere "jugar al juego del PP, que un día nos dice que alcanza los 220 diputados". "Vamos a tender la mano" como hemos hecho en las autonomías, "y veremos en función de los votos si somos decisivos", se ha limitado a responder el líder de Vox, dejando en el aire que cualquier cifra de escaños, aunque sea menor a la treintena que le adjudican las encuestadoras, si es decisiva para investir a Feijóo justificará su entrada en el Gobierno. Sí insiste Abascal en que no están "pensando en los números", sino "en la alternativa" política.

Y ante la demanda de 'voto útil' de Feijóo ha asegurado desconfiar de este tipo de peticiones. "Los ciudadanos son los que ejercen en las urnas su decisión. Lo útil es votar a partidos que defienden sus valores y convicciones". Ello ha sido enlazado con el cara a cara del lunes, del que Vox critica que la gente no pudo sentirse representada porque "no se habló de campo, de natalidad, de inmigración ilegal y fronteras, o de soberanía energética", ha apelado el candidato refiriéndose a sus principales líneas programáticas. "Fue un debate contra la pluralidad, donde solo estuvo el bipartidismo", y por eso "ocurre que fue el menos visto de la historia".

Posibles negociaciones con el PP postelectorales

Tras asegurar que Vox rechaza las repeticiones electorales porque siempre se ha respetado "la voluntad de las urnas", ello de instalarse el bloqueo a cualquier escala, se ha preguntado a Abascal si su modelo es el de entendimiento con los conservadores para las europeas del año próximo que propone Meloni desde Italia [socia hermanada de Vox] para restar poder a los socialdemócratas. Y si la primera piedra pasa por una coalición nacional. "Defiendo el modelo de Vox en España, que es de ser mayoritario [frente al resto de partidos]. Pero acepto que no nos den la fuerza suficiente y tengamos que pactar con otros partidos". Sin entrar en detalles, Abascal ha insistido en el colaboracionismo sistemático, que según él, se da en Bruselas entre el PPE y los socialdemócratas.

Abascal ha reiterado que aunque su programa es de máximos, serán "razonables" de abrirse negociaciones. Porque lo han hecho allí donde se han dado "cambios de rumbo autonómicos". Entre esos máximos están el sistema centralista en sustitución del autonómico o el rechazo a la primacía del derecho europeo frente al nacional. Aunque Vox recalca que no quiere salir de la UE sino retornar al modelo de soberanía de las naciones. "La política interna la decide Bruselas, a quien hemos cedido nuestra soberanía energética con el suicidio de la ley climática". Y ante la dificultad de cambiar el modelo de Estado, Abascal ve un buen comienzo centralizar la Educación o la Sanidad para "igualar" a los españoles.

La ley de violencia de género es uno de esos máximos programáticos en los que el PP, a priori, no se plantearía ceder. "No sirve para combatir la violencia criminal contra la mujer y ha enfrentado a los sexos culpabilizando al hombre. No han descendido los asesinatos, se han incrementado; y serán más tras las excarcelaciones de violadores". Un día después de que Vox haya desplegado una nueva lona en el barrio de Iglesia, en Madrid, para reprochar la ley de 'solo sí es sí' al Gobierno, Abascal reitera que para él "la violencia no tiene género, que es violencia y a veces es machista".

Y afirma que frente a este modelo, "las mujeres que apoyan a Vox saben que hacemos las propuestas más duras, que pedimos que se analice y estudien los perfiles de violadores repetidos, que se persigan los discursos religiosos que las persiguen o que queremos evitar el borrado de la mujer provocado por la Ley Trans". Preguntado por las dudas de Feijóo respecto al voto por correo, Abascal se limita a atribuir esas dudas a la denuncia de CC.OO. por la falta de personal y espera que todo vaya bien.