Tras un mes de tránsito, desde la designación del Rey, Alberto Núñez Feijóo, líder y candidato del PP a conformar un nuevo gobierno, acude a sesión de investidura en el Congreso de los Diputados. Así lo estipula el artículo 170 del Reglamento de las Cortes. Esta será la número diecisiete de la democracia, en la que tres de ellas han resultado fallidas. Son la de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en 2016, y nuevamente el segundo en 2019.

El desarrollo del pleno, que se prolongará durante tres días, está regulado en otros dos artículos más, del 171 al 172. Y, salvo sorpresa, sumará un cuarto fracaso al histórico, dado que al jefe de los populares le faltan cuatro votos favorables o al menos siete abstenciones que no se contemplan. Cuenta con el apoyo de Vox, Coalición Canaria y UPN, que suman en total 172 de 176 apoyos necesarios.

Primera jornada: exposición y réplica de los grupos

La sesión se iniciará a las 12:00 horas con la lectura de la propuesta de investidura a cargo de uno de los secretarios de la Mesa del Congreso, de mayoría progresista entre PSOE y Sumar. Sin límite de tiempo, el candidato expondrá su propuesta de gobierno y los ejes que la componen, y pedirá la confianza del hemiciclo. Desde el PP ha trascendido que Feijóo empleará al menos una hora y media, y no más de dos, por lo que entre las 13:30 y las 14:00 horas concluirá. Será entonces cuando la presidenta del Congreso, Francina Armengol, haga un receso. Se retomará la investidura a las 15:00 horas.

Digerido el discurso del popular, que será "propositivo" y de rechazo de la amnistía, dicen fuentes del PP, será el turno de intervención de los grupos parlamentarios, de mayor a menor representación. Es decir: PSOE, Vox, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y el Grupo Mixto. Tendrán un tiempo de 30 minutos para replicar el discurso de Feijóo. Nuevamente, el candidato podrá tomar la palabra tras ello, también sin límite de tiempo, para hacer incisos o explicaciones. Si se desea, los portavoces dispondrán de otros diez minutos de contrarréplica, y Feijóo sentenciará si lo prefiere sin margen.

La excepción será si habla el presidente del Gobierno en funciones en lugar del portavoz socialista, Patxi López. Entonces, como se dispone de manera cotidiana, Sánchez podrá hacer uso del tiempo de manera indefinida como Feijóo. Por la tarde, la presidenta de las Cortes, cuando así lo considere oportuno, parará el pleno y se aplazará la sesión hasta el miércoles. De descartar Sánchez su intervención, la sesión será ágil y tasada en tiempos: en seis o siete horas concluiría la sesión, con la intervención final de Cuca Gamarra como portavoz del PP, como representante del grupo proponente.

Una posibilidad es que Feijóo decida no contestar a cada grupo y hacerlo de una vez para varios. Aunque sería algo inédito y que rompería el ambiente de cortesía parlamentaria. A la duda de Sánchez se une si intervendrá o no Yolanda Díaz. Lo hará Santiago Abascal, Gabriel Rufián, Miriam Nogueras, Mertxe Aizpurúa, Aitor Esteban y los representantes del Mixto, repartiéndose el tiempo: Néstor Rego (BNG), Cristina Valido (CC) y Alberto Catalá (UPN).

Segunda jornada: votación por mayoría absoluta

Si Armengol decide no dar salida a todos los grupos, el miércoles se reiniciaría la sesión por la mañana -aún no hay hora fijada- para que los grupos restantes intervengan y el PP cierre esa ronda. A continuación, y con un posible receso intermedio, Armengol llamará a la votación de la investidura: será por llamamiento, lo que prolongará al menos tres cuartos de hora el trámite. En este caso, y sin botones, cada diputado será llamado en alto para que se levante y manifieste si apoya, rechaza o se abstiene a la investidura. Se empezará aleatoriamente, con el nombre de un diputado elegido a suertes. Y a partir de entonces se seguirá la lista de parlamentarios de manera alfabética. Antes de ello, el candidato, si lo quiere, podrá intervenir diez minutos con réplicas de cinco por parte de cada portavoz parlamentario.

La primera votación debe ganarse con mayoría absoluta. Es decir, de los 350 diputados de la cámara, Feijóo debe contar con 176 síes. Si los logra, quedará envestido y podrá proceder a elegir a los integrantes de su Ejecutivo, así como las carteras ministeriales y las líneas inferiores de la administración. Ello, previa comunicación de Armengol al Rey. De no lograrse esa cifra, la votación se dará como perdida y se suspenderá la investidura 48 horas.

Segunda votación: por mayoría simple y dos días después

De fracasar, el Congreso volverá a reunirse el viernes 29 de septiembre, no antes de cumplirse exactamente dos días desde la última votación. En ese caso, Feijóo hablará otros diez minutos con las sucesivas réplicas, de cinco minutos, de cada representante de grupo. Tras un receso breve, Armengol llamará a votación mediante la misma dinámica que el miércoles. Pero solo se demandará mayoría simple: más 'síes' que 'noes'. Si Feijóo consigue ese mínimo, será investido. En caso contrario, se iniciará una contrarreloj de dos meses de plazo antes de que Felipe VI firme, por tercera vez en democracia, la disolución de las Cortes precipitadamente.

Dos meses de plazo para una investidura

Tanto el reglamento del Parlamento como la Constitución establecen 60 días de plazo para que, una vez fracasada la primera investidura, el mismo u otros candidatos intenten lograr el aval de la cámara. Pueden celebrarse, previa audiencias con el Rey, tantas como se demanden. Al estar fijada para este viernes la segunda votación, el martes 28 de noviembre será la última jornada de margen para conseguir un nombramiento. Sánchez, de fracasar Feijóo, lo intentará. La idea del PSOE es desarrollarla entre finales de octubre y principios de noviembre.

De no alcanzar ese objetivo ningún candidato, habrá otros 47 días de margen para las elecciones: fijadas para el 14 de enero. Cotidianamente son 54 días, pero se reduce una semana en el caso de repetición de comicios. También en la campaña electoral, que se reducirá a siete días, desde la madrugada del 5 de enero al 12.