Las sensaciones y las previsiones se van acomodando prácticamente cada día, porque el escenario continúa plagado de incertidumbres. Y el último cálculo que están haciendo los socialistas es que la dinámica de las negociaciones con los grupos —y la llave la tiene Junts— pueden llevar el debate de Pedro Sánchez a noviembre. Una impresión que también comparten en Sumar. No hay fechas aún sobre la mesa, porque aún queda mucha tela por cortar, pero la ventana de oportunidad de finales de octubre, la que el equipo del presidente del Gobierno anhelaba, parece estrecharse.

El mensaje que emiten tanto Ferraz, como la Moncloa, como el propio PSC —que es otro actor principal, por el papel protagónico que Sánchez ha conferido a su primer secretario, Salvador Illa—, es que buscan la investidura "cuanto antes". "Sin prisas, pero sin pausas", expresa otro alto mando implicado en las conversaciones. Pero en el círculo de confianza del presidente añaden a continuación a este diario que "muy probablemente" habrá que esperar hasta noviembre. El tope máximo es el lunes 27, pero desde el principio los socialistas sí han anticipado que no apurarán el plazo legal, por lo que el deadline real para Sánchez y sus socios sería primeros de noviembre.

El 7 de noviembre se cumplirían los 35 días desde el encargo del Rey, los mismos de que dispuso Feijóo para su "investidura postiza"

De hecho, si la sesión arrancara el martes 7, habrían transcurrido 35 días desde el encargo formulado por el Rey. 35 días son los mismos que acordó la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, con Alberto Núñez Feijóo. Sobre el presidente pesa precisamente la hemeroteca, porque él y los suyos no han dejado de denunciar la "pérdida de tiempo" del líder del PP, que dejó pasar las semanas, aunque en su caso su elección era imposible desde el primer minuto, y no en vano no recabó ni un apoyo más de los 172 que tenía amarrados cuando pasó por primera vez por el despacho de Felipe VI. Por eso el jefe del PSOE la llamó "investidura postiza". La suya, prometió, sí sería "real".

Para combatir la imagen de inacción que, a juicio del PSOE, proyectó Feijóo, Sánchez decidió ponerse pronto "a la tarea". Este miércoles se reunió a las 10 horas con Yolanda Díaz en el Congreso, que será la sede de todas las citas que se concierten a partir de ahora.

Los dos socios quieren armar un programa "ambicioso y de progreso". Sumar pone el acento en materia laboral y de vivienda

Y de ese encuentro "en un clima de cordialidad y de confianza", de algo más de una hora, salió una primera conclusión que también da una pista sobre las fechas: el presidente y la vicepresidenta segunda en funciones se dieron este mes de octubre para cerrar el programa de la coalición, programa que será "ambicioso y de progreso", según admitió incluso el PSOE.

Sumar, en las negociaciones que se intensificarán a partir de ahora (y que por su parte conducirá el hombre de Díaz, Nacho Álvarez), pondrá el énfasis en avances en materia social y laboral, como por ejemplo la reducción de la jornada laboral, en el impulso de un nuevo Estatuto de los Trabajadores "del siglo XXI que regule el despido", y en la mejora de la conciliación. También es capital para la plataforma la vivienda.

"Todo depende del presidente"

Ahora bien, como reconocen en Sumar, no se tiene por qué agotar ese plazo que se han impuesto los dos líderes. "Al final, todo depende del presidente. Irnos o no a noviembre dependerá de cuando se alcancen los acuerdos" con el resto de formaciones, indican fuentes muy próximas a Díaz. Es decir, que si las negociaciones fluyen mejor de lo esperado, se podrá imprimir más velocidad en el cierre de los flecos pendientes.

El Consell de la República llevará a cabo una consulta sobre si hay que "bloquear" la investidura, pero no es vinculante y para Junts no afecta a los contactos

Pero la sensación que cunde es que todavía los acuerdos están lejos. "Queremos que la investidura sea cuanto antes, sí, pero no significa que esté en nuestra mano. Todavía tenemos que trabajar en estas próximas semanas de manera intensa", asegura una dirigente de la máxima confianza de Sánchez. Él mismo asumió que las conversaciones no serán "nada fáciles", ni dio nada por hecho.

La clave de bóveda de la reelección del jefe del PSOE tiene un nombre, amnistía, y dos partidos capitales, Junts y ERC. Aunque Sumar cita la futura ley con naturalidad, no lo hacen así los socialistas, porque primero quieren amarrar el acuerdo y garantizarse la investidura. Pero el camino es inequívoco, como ya ha señalado el presidente.

Por el lado independentista, también hay otra fecha en el calendario que empuja la sesión en el Congreso a noviembre. Entre los días 17 y 23 de octubre se celebra la consulta que llevará a cabo el Consell de la República, organización que capitanea el expresident Carles Puigdemont, sobre si las formaciones separatistas deben "bloquear" la investidura de Sánchez. El plebiscito no es vinculante y, según Junts, informa EFE, el resultado no afectará a las negociaciones abiertas. También el actual president de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), aseguraba este miércoles en el pleno del Parlament que las negociaciones para que el líder socialista repita en la Moncloa van "por el camino correcto".

Por agendar la cita con Feijóo

En los próximos días podrán sumarse nuevas pistas. La agenda de contactos con los grupos se interrumpe este jueves y viernes, porque el foco se desplazará al Gobierno, dado que Sánchez ejercerá de anfitrión en Granada de la cumbre de la Comunidad Política Europea y del Consejo Europeo informal. El sábado retoma la actividad de partido con un mitin en la capital nazarí y el lunes regresará a la Cámara baja para continuar con la ronda con los líderes de los grupos parlamentarios. Según indican desde la dirección socialista, aunque no hay nada seguro porque se están "cerrando agendas", la idea sería concluir esta primera serie el miércoles, antes del 12-O, Fiesta Nacional, porque hay que encajar las citas con ERC, Junts, Bildu, PNV y Coalición Canaria. Vox queda excluido, UPN tiene decidido su no y con Feijóo falta por encontrar día, después de que este, según publicó El Periódico de Catalunya, se negara a verse con él este miércoles por la tarde.

En las negociaciones tiene también un papel protagonista Illa, que estará en "coordinación permanente" con Sánchez. Este miércoles se reunieron para pilotar la estrategia

A partir de esa primera ronda, tomarán el relevo los miembros del comité negociador del PSOE designados por Sánchez: los ministros María Jesús Montero, Félix Bolaños y Pilar Alegría, los miembros de la ejecutiva Santos Cerdán y Hana Jalloul y los diputados Óscar Puente y José Ramón Gómez Besteiro. Una composición con la que el presidente aprovecha para lanzar varios mensajes: desde formalizar la implicación de Montero, Bolaños y Cerdán, hasta proyectar al nuevo látigo de los populares, Puente, y dar más perfil al muy probable candidato socialista a la Xunta en las autonómicas gallegas previstas para el próximo año, Besteiro. Queda fuera de la delegación el portavoz parlamentario, Patxi López.

Además, el jefe del Ejecutivo estará en "coordinación permanente" con el primer secretario del PSC, Salvador Illa, para los temas relativos a Cataluña. Ambos se reunieron por la tarde en Ferraz para afinar la estrategia con los partidos independentistas. Sánchez quiere visualizar que en esta negociación tan delicada, y que también impacta en el PSC, partido que ganó las autonómicas, las municipales y las generales y que aspira a poder gobernar la Generalitat de nuevo, las dos formaciones hermanas van unidas y son un bloque. Ya la semana pasada PSOE y PSC se plantaron y firmaron un comunicado conjunto en el que rechazaron expresamente en referéndum cuando ERC y Junts acordaron una resolución, que aprobó finalmente el Parlament, por la que se conjuraban para no investir a Sánchez si no trabajaba para avanzar hacia una consulta de autodeterminación. El equipo negociador, en realidad, es un 7+1: siete dirigentes e Illa.

Nadie quiere precipitarse con ningún comentario ni nada que ponga en riesgo la negociación. Esto es muy delicado y complejo", aseguran desde la comisión negociadora

Noviembre, pues, se afianza como el nuevo horizonte temporal de la investidura para los socialistas. Más tarde, por tanto, del deseo inicial, ya que se esperaba incluso culminar el proceso antes de la jura de la Constitución de la princesa Leonor, el martes 31. Pero todos repiten que lo importante es que el acuerdo salga y no dejarse sucumbir, al menos por ahora, por la prisa. "Lo que nadie quiere es precipitarse con ningún comentario ni nada que ponga en riesgo la negociación, porque esto es muy delicado y muy complejo —observa un miembro de la comisión negociadora—. Lo importante es que los pasos se vayan dando firmes y nosotros no tenemos una ansiedad de que tenga que ser este u otro día".