Alberto Núñez Feijóo pide a Pedro Sánchez que vaya a elecciones el 14 de enero, "si tan seguro está de que la fórmula para mejorar la convivencia en Cataluña es una ley de amnistía". Pero el presidente del Gobierno en funciones y sus socios no piensan por ahora en una repetición de los comicios. El escenario casi único es el del pacto que le lleve a la investidura y a poder formar un Ejecutivo de coalición para los próximos cuatro años. Pero esa posibilidad de nuevas generales pesa todavía en el ambiente. Puede suceder o no. Lo que es seguro, e ineludible, es que donde sí habrá elecciones será en Galicia y en Euskadi. Autonómicas. La legislatura concluye en julio de 2024, aunque en cualquier momento los presidentes Alfonso Rueda e Iñigo Urkullu podrían apretar el botón nuclear y llamar a sus ciudadanos a las urnas. Quizá para marzo. Y el PSOE, con perspectiva de crecimiento en ambas comunidades, quiere preparar el terreno y aupar ya a sus dos candidatos in pectore, José Ramón Gómez Besteiro y Eneko Andueza.

Primarias mediante, claro. Y eso fue lo que hizo este lunes la ejecutiva federal del partido: convocar los respectivos procesos de elección de sus cabezas de cartel para los comicios gallegos y vascos. El plazo de presentación de precandidaturas comenzó ayer mismo y finaliza mañana miércoles, 11 de octubre, y si hay más de un candidato, los militantes en ambas federaciones deberán votar el domingo 29 de octubre en primera vuelta y, si es necesario (si hay más aspirantes y ninguno de ellos llega al 50%), el 5 de noviembre en segunda ronda entre los dos más votados. La pretensión de Ferraz y de las cúpulas de ambos territorios, del PSdeG y del PSE-EE, es que no llegue a haber contienda y por tanto salgan proclamados por la vía rápida y sin elecciones internas tanto Besteiro como Andueza. El primero es hoy diputado socialista en el Congreso, exdelegado del Ejecutivo central en Galicia y ex secretario general del PSdeG (2013-2016); el segundo es líder de los socialistas vascos desde octubre de 2021.

Los militantes votarían, en primera ronda, el 29 de octubre y, si fuera necesario, acudirían a una segunda vuelta el 5 de noviembre

La portavoz de la dirección federal, la ministra Pilar Alegría, informó este lunes de la aprobación del calendario de primarias para las dos federaciones [aquí en PDF], un impulso al proceso que habían "demandado" ambos territorios, reconoció. Y es que tanto el PSdeG como el PSE, confirmaban en Ferraz como fuentes muy próximas a los dos líderes autonómicos, ven "factible" que se produzca un adelanto electoral y quieren estar preparados. "Son dos candidaturas que pueden ser muy fuertes si al final Eneko y Besteiro son los elegidos", señalan desde la ejecutiva de Sánchez.

La partida más importante se va a jugar esta vez en Galicia. Por varias razones. La primera es que tanto Ferraz como el PSdeG creen que tienen opciones de arrebatar la Xunta por primera vez al PP, dado que Feijóo no será ya el candidato y su sucesor en la Xunta, después de haberla liderado él mismo de 2009 a 2022, es Alfonso Rueda, el actual presidente, con mucho menos tirón, sostienen. El objetivo que se marcan los socialistas es volver a ser segundos y, con el BNG, lograr desalojar a los conservadores, evitando que Rueda se consolide en el poder.

La empresa, sin embargo, no es fácil. En las elecciones autonómicas de julio de 2020, el PP, con Feijóo consiguió un resultado apabullante: 42 escaños —el último asiento lo logró tras el recuento del voto exterior—, cuatro por encima de la mayoría absoluta. La segunda fuerza en el Parlamento fue el BNG de Ana Pontón (19 representantes, 13 más que en las anteriores elecciones, las de septiembre de 2016), por detrás de los socialistas (14, los mismos que ya tenían), que presentaron como número uno a su entonces secretario general, Gonzalo Caballero. Podemos quedó fuera de la Cámara gallega.

No será el secretario general del PSdeG

En octubre de 2021, los militantes del PSdeG eligieron, en unas disputadas primarias, a su nuevo líder: el ganador, por un 58,7%, fue Valentín González Formoso, alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña. Caballero perdió el poder aunque dio la batalla en el congreso del partido y peleó por mantenerse en primera línea, pese a que no contar con el respaldo de Ferraz. Pero Formoso no ambicionaba la Xunta y en quien tanto él como Ferraz pensaron para recuperarla fue en José Ramón Gómez Besteiro (Lugo, 15 de noviembre de 1967).

Ferraz y la dirección del PSdeG han ido rehabilitando a Besteiro desde que se le archivaron las causas judiciales que tenía pendientes por la 'operación Pulpo'

En diciembre de 2022, se archivó su última causa judicial pendiente por falta de indicios de delito. La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Lugo, Pilar de Lara, le llegó a imputar diez veces en la operación Pulpo. Y eso provocó su caída primero como candidato a la Xunta y luego como secretario general en marzo de 2016 —a escasos seis meses de las autonómicas de aquel año—. Aquellas acusaciones acabaron derrumbándose como un castillo de naipes. Por eso, tanto Sánchez como Formoso y su número dos, José Manuel Lage, primer teniente de alcaldesa de A Coruña, pusieron en marcha la operación para rehabilitarlo progresivamente. En marzo de 2023, el presidente colocó al entonces delegado del Gobierno, José Manuel Miñones, al frente del Ministerio de Sanidad, y su vacante se la cedió a Besteiro. Pero por poco tiempo.

Con la convocatoria de las generales, el PSdeG y el PSOE auparon a Besteiro como cabeza de lista por Lugo al Congreso. Siempre con la mente puesta en las autonómicas de 2024. Con la idea de promocionarlo en Madrid para su regreso a Galicia. Besteiro fue el primer diputado que intervino en la Cámara baja en una lengua cooficial del Estado, en gallego, el pasado 19 de septiembre, precisamente durante el debate de toma en consideración de la reforma del reglamento del Congreso. Y Sánchez, no por casualidad, integró la semana pasada al parlamentario por Lugo en su comisión negociadora de la investidura. No era un nombre previsible, y su encaje se explicaba por la voluntad expresa del presidente de hacerle sobresalir cara a las autonómicas.

Porque en esos comicios los socialistas ambicionan asestar un golpe final a Feijóo. Si arrebatan la Xunta a Rueda se interpretará como una estocada al actual jefe del PP, ya que el presidente autonómico fue su delfín y en Galicia los populares han reinado prácticamente de manera ininterrumpida en solitario, salvo los tres años de Fernando González Laxe (1987-1990) y Emilio Pérez Touriño (2005-2009). Feijóo encadenó cuatro mayorías absolutas rotundas (2009, 2012, 2016 y 2020). Pero las encuestas, al menos hasta antes de las generales del pasado julio, indicaban que Rueda podría retener la Xunta.

El secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, durante su intervención este 9 de octubre de 2023 en una conferencia en el Foro Nueva Economía, en Bilbao. EFE / LUIS TEJIDO

El deseo del PSdeG y de Ferraz es que Besteiro sea proclamado por la vía directa. Pero eso no está claro todavía. El diputado por Lugo confirmó este lunes su precandidatura, pero su rival, Gonzalo Caballero —sobrino, por cierto, del incombustible alcalde de Vigo, Abel Caballero—, no tira la toalla y está pensándose qué hacer. Tiene de plazo para confirmar sus intenciones hasta el miércoles y, si se lanza a la carrera, tendrá que proceder a la recogida de avales, como Besteiro: los estatutos exigen que los aspirantes recopilen la firma de entre el 6% y el 10% del censo. En este caso, un mínimo de 560 apoyos.

Los candidatos deben reunir entre el 6% y el 10% de avales. Con Besteiro podría rivalizar Gonzalo Caballero, exlíder del PSdeG

Caballero, pues, está "decidiendo", tal y como indican fuentes muy próximas. "Los avales no son el problema. Es la solución a la situación política del PSdeG. En las municipales del 28-M en Galicia caímos tres veces más que en España y en las generales pasamos de empatar a 10 diputados a que el PP lograse 13 y nosotros, siete. Hay que remontar un escenario así y hay que acertar entre todos", prosiguen en su mismo círculo. Caballero entiende que el PSdeG sigue muy débil y tiene muchas opciones de seguir tercero, por detrás del BNG.

Apoyo "masivo" a Besteiro

En la cúpula regional, sin embargo, creen que ahora hay una oportunidad de oro que el partido no puede dejar correr, y defienden que lo mejor es que Besteiro salga ungido sin problemas, porque tiene el apoyo "masivo de todo el PSdeG y de Ferraz" sin duda ninguna, y creen que la visualización de ese respaldo sería su mejor tarjeta de visita para la carrera electoral. Sostienen que el PP sí teme al exlíder autonómico por su "fortaleza". "Besteiro es un hombre al que se quiso destrozar, se vio que todo era falso, y diez años después vuelve para quitarle a Rueda lo que le pudo quitar a Feijóo. La presidencia de Galicia. No pudieron con él al final. Y hubiese ganado a Feijóo. No había color", apuntalan en Ferraz, en conversación con El Independiente.

En el PSE, no se esperan aspirantes a la contra de Eneko Andueza, el actual secretario, elegido en octubre de 2021 y sucesor de Idoia Mendia

El PSE-EE es, sigue siendo, una federación muy cohesionada internamente. El relevo de Idoia Mendia por Eneko Andueza (Eibar, 11 junio de 1979) en 2021 se llevó a cabo sin traumas y ahora él, previsiblemente, será proclamado sin rivales a la contra. El aparato, controlado por uno de los fontaneros más veteranos en el partido, Miguel Ángel Morales, funciona en Euskadi como un reloj y no se esperan sobresaltos.

En las autonómicas del 12 de julio de 2020, el PSE pasó de cuarta a tercera fuerza, con 10 escaños, uno más, frente a los 31 del PNV y los 22 de Bildu, por encima de Podemos (6), PP-Cs (5) y Vox (1). Socialistas y nacionalistas pudieron reeditar su bipartito, esta vez con mayoría absoluta. Mendia se convirtió, de hecho, en vicelehendakari segunda del Gobierno de Iñigo Urkullu. En las últimas generales, el PSE-EE ganó los comicios, aunque empató a cinco escaños con el PNV y con Bildu.

"Más tiempo para preparar la campaña"

La perspectiva del partido es que Andueza mejore los resultados de 2020 y que siga apuntalando a Urkullu en Ajuria Enea, aunque quizá los números esta vez sean distintos, porque se prevé una fuerte subida de la izquierda abertzale, que de hecho en el Congreso tiene un escaño más que los jeltzales gracias a su resultado en Navarra. El PSE-EE, no obstante, se siente fuerte como para aspirar a ganar en las urnas. El partido solo pudo gobernar Euskadi entre 2009 y 2012, con Patxi López como lehendakari y con el apoyo del PP. "Las cosas irán a mejor y necesitamos más tiempo para preparar la campaña", precisan en las alturas de la federación. Lo llamativo es que ni el PSE ni el PSdeG esperan a que se aclare la fecha de la investidura de Sánchez, también por la confianza en que los candidatos oficialistas consigan ser nominados sin problemas.

No se espera a la investidura de Sánchez, también por la confianza en que los dos candidatos oficialistas logren la nominación sin muchos problemas

¿Pero cuándo serán los comicios? Los socialistas creen en ambos territorios que ni Urkullu ni Rueda aguantarán hasta julio y puede que no las hagan coincidir con las europeas de junio para que el debate en ambos territorios no tenga un cariz nacional. Marzo, así, se presentaría como una posibilidad. "Todo apuntaba a un adelanto a marzo pero el lehendakari echó agua fría la semana pasada. Quizá sea una manera de cortar con las especulaciones", señalaban desde el círculo de Andueza.

"Marzo es lo más probable, pero esto cambia cada dos por tres", agregaban desde la dirección de los socialistas gallegos, sin descartar diciembre de este año: Rueda tendría hasta el 24 de octubre para llevar los comicios al 17 de diciembre, el último domingo disponible del año antes de las fiestas navideñas. También está por ver, por tanto, si los presidentes de Galicia y Euskadi coordinan sus elecciones y las celebran a la vez —como ocurrió en 2009, 2012, 2016 y 2020— o bien las separan. O si finalmente optan por hacerlas converger con las europeas de junio de 2024. Pero, en todo caso, el PSOE prefiere estar preparado para lo que ocurra. Por si acaso.