La división dentro del Ejecutivo de coalición por la guerra entre Israel y Hamás ha provocado un primer incendio diplomático, pero los socialistas recuerdan, como han hecho siempre que han emergido las diferencias entre los socios en política exterior, que las riendas de la estrategia internacional las llevan solo dos personas: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe de la diplomacia, ahora José Manuel Albares. Nadie más. Por mucho que Podemos patalee y muestre su disconformidad. El choque es en los últimos días muy evidente, pero tanto en Exteriores como en la Moncloa insisten en que la posición del Ejecutivo es "muy clara" y se fijó "desde el primer minuto" de la crisis, y en que además la única interlocutora es Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, que ha mantenido una posición más matizada que la de la titular de Derechos Sociales y jefa de Podemos, Ione Belarra. Los socialistas se dicen "en sintonía" con Díaz, y ella a su vez se reconoce en el comunicado que el Gobierno emitió el lunes por la noche en respuesta al durísimo aviso de la Embajada de Israel en España.

El socio minoritario de la coalición, y especialmente Podemos, llevaba mostrando sus discrepancias con la posición fijada por Sánchez desde que estalló el conflicto. Para los morados, el Gobierno ha de ser más contundente con Israel. Belarra incluso demandó a los socialistas que lleven al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a la Corte Penal Internacional, para que investigue como "crímenes de guerra" las acciones de su Gobierno contra la población palestina. Israel respondió de forma airada: acusó a "ciertos elementos" del Ejecutivo español de "alinearse con el terrorismo tipo ISIS", a través de unas declaraciones "absolutamente inmorales" y que además podían poner en peligro, arguyó en un comunicado, la seguridad de las comunidades judías en España.

Albares llamó a la embajadora para trasladarle su "disgusto" por el "gesto inamistoso" con el Gobierno, pero también habló con Díaz

Albares llamó en ese momento, lunes por la tarde, a la embajadora israelí en España, Rodica Radian-Gordon, para trasladarle el "profundo disgusto" del Ejecutivo por ese "gesto inamistoso" y para anunciarle que también habría comunicado del Gobierno. Una dura nota de vuelta en la que rechazaba "tajantemente las falsedades vertidas" por la legación diplomática israelí y en la que advertía de que no aceptaba las "insinuaciones infundadas" sobre algunos miembros del Ejecutivo. "Cualquier responsable político puede expresar libremente posiciones como representante de un partido político en una democracia plena como es España", defendió. No obstante, los dos países pasaron página rápidamente.

Según relató el ministro de Exteriores en funciones en la comparecencia posterior a la reunión del Gabinete, los dos países dieron por "zanjado" el "incidente puntual" y quedaron en "trabajar conjuntamente para que esa amistad entre Israel y España se mantenga como hasta ahora". La legación confirmó que "pasa página", según adelantó el diario El País. Hasta el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, consideró que el comunicado de la Embajada podía ser "un poco más atinado". Eso explica la rotundidad de la nota de Exteriores.

El Ejecutivo e Israel dan por zanjado el "incidente puntual" de las últimas horas y quedan en seguir trabajando juntos

Claro que a la vez, durante la rueda de prensa, Albares también dejó claro que las únicas "dos voces autorizadas" para fijar posición en política exterior son las de Sánchez y las de él mismo como jefe de la diplomacia. "No hace falta aclararle a ningún país del mundo que la política exterior de España la fija del presidente del Gobierno, se ejecuta desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y las dos voces autorizadas en España y en cualquier país del mundo son las de los presidentes y los ministros de Asuntos Exteriores", respondió cuando se le preguntó si le trasladó este mensaje a Radian-Gordon.

"Todos muy cómodos con la posición conjunta"

Pero en la tarde del lunes no solo Albares habló con la embajadora israelí. También lo hizo con Yolanda Díaz, con la que ha conversado ya "muchas veces" sobre este tema. Ella es, para Exteriores, para la Moncloa, para el PSOE, la única interlocutora válida del socio minoritario de la coalición. Y no Belarra. Desde el entorno del ministro se reconocen "en sintonía" con la vicepresidenta segunda, la relación "es muy fluida". "Todos los miembros del Gobierno nos sentimos muy cómodos con la posición conjunta del Gobierno", señalaban.

La posición del Gobierno se refleja en la respuesta que ayer [por el lunes] dimos como Gobierno", dice Díaz. Albares evitar "comentar las opiniones" de Belarra

"El Gobierno ayer reaccionó al comunicado de la Embajada de Israel y he tenido un trabajo permanente con el ministro Albares a este respecto —sostuvo este martes Díaz, preguntada por los periodistas—. La posición del Gobierno se refleja en la respuesta que ayer [por el lunes] dimos como Gobierno de España. La posición de Sumar es conocida. Trabajemos para conseguir el alto el fuego y que se retomen las conversaciones de paz y queremos el respeto a la legalidad internacional. Son los parámetros en los que nos estamos moviendo y nuestra posición está recogida perfectamente en ese documento". Fuentes próximas a Díaz señalaban que la conversación del lunes con Albares fue "genial" y recalcaban que el comunicado estaba "pactado".

Belarra, no obstante, no se dio por vencida. Después de escuchar a Albares, la ministra se ratificó en sus palabras de la mañana: "Al PSOE le ha costado mucho entender que este es un Gobierno de coalición. Nosotras también hablamos en nombre del Gobierno de España". Justo lo contrario de lo que decía el jefe de la diplomacia. Albares, desde la Moncloa, ya había remarcado que cada ministro tiene su "perímetro", su radio de acción, y gestiona unas "políticas determinadas". Y la política exterior, por tanto, le corresponde a él mismo y al presidente. No quiso "comentar las opiniones", sino "explicar las políticas".

Fuentes próximas al jefe de la diplomacia insistían en que no quiere ejercer de "comentarista" de otros compañeros de Gabinete y que en todo caso no tenían más importancia las palabras de Belarra, porque la posición del Gobierno sobre el conflicto de Israel y Hamás, como él mismo dijo públicamente, quedó "muy clara desde el primer minuto". Las discrepancias no se salen de la norma de otros países, esgrimió ante los periodistas: "En todos los gobiernos hay distintas opiniones, y más en uno de coalición", las hay incluso, añadió, en los ejecutivos monocolores. En Exteriores se ven venir más proyección de las diferencias porque la guerra continuará y puede agravarse si finalmente hay invasión de Gaza por parte de Israel.

El Ejecutivo apuesta, igual que la UE, por la solución de los dos Estados. En Exteriores recuerdan que Palestina tiene Embajada en Madrid y que Albares se ha reunido con su homólogo palestino

Pero Sumar también reclamaba el lunes que el Ejecutivo reconociese el Estado palestino al margen de lo que haga la UE, y ponía esta petición en la mesa de las negociaciones de investidura con el PSOE. Tanto Albares como Sánchez, así como la Unión Europea, han repetido que la única salida posible es la solución de los dos Estados, Israel y Palestina, y que puedan coexistir en paz. Fuentes de Exteriores se negaron a adelantar si habrá un paso como el que demanda Sumar, con el argumento de que ahora el Gobierno está en funciones y tiene mermadas sus capacidades. Pero recordaban que Palestina tiene Embajada en Madrid y que el propio Albares se ha reunido con su homólogo palestino. En todo caso, "ahora la investidura es lo primero", adujeron las mismas fuentes. Después, por tanto, ya se verá. "No estamos en la política ficción", justificaron.

"La comunidad internacional ha mirado hacia otro lado"

Tampoco dio pistas el presidente del Gobierno en funciones en su comparecencia vespertina, tras la reunión extraordinaria del Consejo Europeo por videoconferencia, en la que se acompañó de Albares. En su declaración institucional en la Moncloa, sin preguntas, reiteró que "la única vía para la solución de un conflicto que lleva enquistado más de 70 años" no es otra que "la solución de dos Estados, el reconocimiento de Palestina como Estado", porque solo a través de ella "se podrá frenar la violencia y solucionar de modo definitivo un conflicto que causa tanto sufrimiento".

El conflicto, señala Sánchez, "no se va a resolver por sí solo", urge ofrecer "un horizonte de esperanza al pueblo palestino". La UE ha de "proteger a los civiles", evitar que la guerra escale y aumentar la ayuda humanitaria

Sánchez subrayó que de lo que está ocurriendo ahora se pueden extraer varias lecciones. Y la primera de ellas es que en estos últimos años "la comunidad internacional ha mirado hacia otro lado, no ha prestado suficiente atención a este conflicto", "se ha actuado como si la seguridad y la estabilidad en la región y, por tanto, en el mundo, pudieran resolverse por sí solas". Pero esa idea, siguió, se ha probado como un "profundo error" porque el conflicto "no se va a resolver por sí solo". "La paz y la seguridad de la región no serán posibles si no ofrecemos un horizonte de esperanza al pueblo palestino", remachó.

Pero es que además lo que ocurre en Oriente Próximo "afecta de forma directa" a Europa. Y le obliga a actuar, estimó, tanto en las consecuencias como en las causas. A corto plazo, pues, la UE ha de "proteger a los civiles", "evitar que el conflicto escale" y asegurarse de que se incrementa la ayuda humanitaria y llega a quienes lo necesitan. España hará lo propio y aportará más de 4 millones de euros adicionales a Palestina de aquí a final de año, de modo que en 2023 llegará a 21,5 millones entre cooperación y ayuda humanitaria, un 30% más que en 2022. También es básico, en este sentido, que Israel mantenga los suministros esenciales en Gaza, especialmente de agua y electricidad.

En el medio plazo, la UE ha de implicarse con todo su "capital político" para construir las bases para una "paz justa y duradera", y eso pasa por la solución de los dos Estados y que puedan "coexistir" de manera pacífica.

Para el presidente, Europa puede ofrecer una "lección única", ya que superó históricas disputas y erigió la UE

Europa puede aportar un "testimonio único y valioso", alegó, ya que ha superado "tremendos antagonismos históricos" para llegar a construir lo que hoy es la Unión Europea, y esta "ejemplifica, como nadie, la posibilidad de superar la hostilidad y el odio para abrir paso primero a la convivencia y después a la unión estrecha entre pueblos que ayer fueron enemigos y que hoy caminan de la mano en torno a valores y principios que nos guían".

Esa es, a juicio del presidente, una "lección única" que Europa puede ofrecer al mundo. Porque "por grandes que sean las diferencias, por intenso que sea el odio, por profundas que sean las heridas, siempre es posible garantizar un futuro de paz y de convivencia a los pueblos". Sánchez defendió que la UE quiere ir "más allá", poner su grano de arena para superar un conflicto que "ha causado demasiado dolor, demasiada desesperación, durante demasiado tiempo".

En ese sentido, apuntó que la reunión de ministros de Exteriores de la Unión por el Mediterráneo que se celebrará el 27 de noviembre en Barcelona supondrá una "buena oportunidad" que hay que aprovechar. "En este foro,  Israel y Palestina se sientan en igualdad de condiciones, y tanto los europeos  como los árabes nos sentaremos en torno a la mesa". Sánchez propuso al resto de líderes de la UE que eleven el perfil político de esta cita para utilizar esta plataforma y, de esta manera, "relanzar el diálogo euro-árabe".

Sánchez vuelve a expresar la posición de España y confirma que el vasco Iván Illarramendi está capturado por Hamás. No se refiere al bombardeo a un hospital de Gaza

El jefe del Ejecutivo resaltó que, en estos momentos, es "fundamental" que la UE se mantenga "coordinada y unida", porque su fuerza "nace de la unión" y porque la unidad del bloque comunitario es la "mejor contribución" que puede hacer. Sánchez reiteró los pilares de la posición española y europea, reflejada en el comunicado de los Veintisiete que él mismo firmó el domingo: la "condena rotunda" por parte de la UE de los "horribles atentados terroristas" de Hamás; la exigencia de la liberación inmediata y sin condiciones de todos los rehenes, incluido el español Iván Illarramendi; el derecho de Israel a defenderse, pero respetando el Derecho internacional y el Derecho internacional humanitario, y la exigencia a Israel de que garantice el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza y a la protección civil".

El presidente agregó que pidió a Albares que informe telefónicamente de las conclusiones de esta cumbre extraordinaria a todos los grupos, a los que seguirá manteniendo en contacto. No hizo referencia al bombardeo en un hospital de Gaza que podría haber matado a cientos de personas, ataque del que Hamás responsabiliza a Israel. Díaz sí escribió en X (antes Twitter) que la matanza "es un crimen de guerra". "La comunidad internacional no puede seguir asistiendo a esta barbarie contra civiles", añadió. "No tengo palabras. Esto tiene que terminar ya —dijo por su parte Belarra—. Están vulnerando todo el derecho internacional humanitario. Hay que pararle los pies a Netanyahu". En la misma línea se pronunció la titular de Igualdad en funciones, Irene Montero.

La respuesta a Felipe González

La emergencia en Oriente Próximo hizo este martes que pasara a un segundo plano la reunión que Sánchez mantuvo en Ferraz con la comisión negociadora de su investidura. Una cita en la que se trasladó, según indicaron a este diario algunos de los presentes, poca información concreta, aunque sí la confianza en que el acuerdo saldrá adelante. Pero la orden es de cerrojazo informativo. De silencio y discreción absolutas para no provocar que cualquier paso en falso, cualquier desliz, haga descarrilar las conversaciones. Tampoco desde la Moncloa, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, quiso dar detalles: habrá "transparencia" cuando se alcancen los acuerdos, y estos no existirán hasta que "todo esté acordado".

Tras la reunión de la comisión negociadora, el PSOE mantiene el absoluto hermetismo sobre los contactos para la investidura

Tampoco Rodríguez quiso confrontar con el expresidente Felipe González, que este martes, en Espejo público (Antena 3), volvió a cargar contra la amnistía y aseguró que Sánchez no la concedería si no necesitase los siete votos de Junts. El patriarca socialista llegó a hablar de "interés personal", justo lo que el PP reprocha al jefe del Ejecutivo.

La portavoz sí subrayó que el "único" interés que "mueve" a los socialistas es que sea Sánchez el que culmine esa "obra de transformación y modernización" de la última legislatura. El objetivo es dar continuidad a la labor de un Gobierno que ha sido "muy positivo y muy útil para España" y que ha "mejorado" la vida de sus ciudadanos, defendió.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (c), junto a los miembros de la comisión negociadora: María Jesús Montero (5i), Santos Cerdán (4d), José Ramón Gómez Besteiro (4i), Hana Jalloul (3i), Óscar Puente (2i), Pilar Alegría (3d) y Félix Bolaños (2d). A ellos se unieron los portavoces del PSOE en Congreso y Senado, Patxi López (1d) y Eva Granados (1i), este 17 de octubre de 2023 en Ferraz. FLICKR PSOE / BEATRIZ DONLO

Las próximas semanas confirmarán si esa meta es posible o queda cegada por el desacuerdo con los grupos que han de apoyar a Sánchez para que pueda ser reelegido.