Ahora es el momento. Cerrados los acuerdos con los grupos, superada la investidura, constituido el nuevo Gobierno, el PSOE entiende que ya sí es momento de hacer pedagogía, de dirigirse a los ciudadanos, de llevar el mensaje del Ejecutivo a todos los rincones del país. Y enmarcar tanto la acción del Gobierno como la medida que ha permitido a Pedro Sánchez lograr su trabajosa investidura como la respuesta a la corriente de fondo que se mueve en todo el mundo, como el valladar en España frente a esa "ola populista global".

El líder socialista reunió este lunes a la ejecutiva federal del PSOE y, además de comunicarles los nombres de quienes dirigirán los grupos parlamentarios —continúa Patxi López como portavoz en el Congreso pero Eva Granados es reemplazada por el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas—, les hizo una reflexión más profunda de la coyuntura política. E hizo un encargo a los miembros de la dirección de que lleven a sus territorios el mensaje de por qué era necesario dotar a España de un nuevo Gobierno de coalición progresista y de cómo la amnistía no es más que una pieza lógica en ese engranaje.

La normalización de los postulados y políticas de Vox se produce porque así lo ha decidido el PP, que se ha dejado parasitar por los ultras", resumen desde la dirección socialista

"Nos habló de que tenemos que explicar a nuestra gente que lo que está en juego en estos tiempos es una batalla ideológica global, que no solo se da en España, sino en muchos otros países y que tiene que ver con la ola populista y ultra que retrocede en derechos y libertades, como se ha visto en Argentina, Holanda o Italia y que no debemos distraernos de ella", se arranca una integrante de la dirección muy cercana al presidente.

Sánchez les insistió a los suyos en que lo que no quieren las derechas es que gobiernen las fuerzas progresistas, y por eso es "importante" recordar a las bases y al electorado socialista "que el problema para la gente son los recortes y los retrocesos que traen los gobiernos de unos y de otros, y que lo peligroso es la posibilidad de un Gobierno en España con [Santiago] Abascal de ministro del Interior". "Y que esa normalización de los postulados y políticas de Vox, de la ultraderecha, se produce porque así lo ha decidido el PP, que en vez de comportarse como una derecha moderada se ha dejado parasitar por Vox", redondean desde la dirección socialista.

Para el presidente, es clave que sus militantes y votantes también entiendan que este fenómeno, el del auge de la derecha extrema, "pasa aquí y en muchos sitios del mundo". Por ejemplo, razonan desde Ferraz, si la derecha tradicional argentina, la que representaba la candidata Patricia Bullrich, heredera del expresidente Mauricio Macri, no hubiera apoyado al ultra Javier Milei este "no habría ganado la segunda vuelta de las presidenciales" del pasado 19 de noviembre.

La "alternativa" a la amnistía, recuerda un alto cargo de la cúpula, era un Gobierno PP-Vox

En ese esquema, ¿cómo y dónde encaja la ley de amnistía? Se trata de verla, de explicarla, apunta otro alto cargo de la cúpula, como una especie de mal menor: "¿Realmente es tan importante una amnistía para unos independentistas en España? La alternativa era un Gobierno de PP y Vox. Un Vox que nos ha enseñado lo que trae consigo: franquistas y neonazis. La ola la hay por toda Europa y por otros países de América".

"Convivencia" y "estabilidad institucional"

Ya lo dijo el presidente también en su discurso de investidura, el pasado 15 de noviembre en el Congreso, y antes incluso en el comité federal del PSOE del 28 de octubre: la amnistía no estaba en sus planes para este momento, es cierto que ha tenido que hacer "de la necesidad virtud" —"las circunstancias son las que son"— puesto que era una exigencia de ERC y Junts, cuyos 14 votos eran imprescindibles para lograr su reelección. Una concesión necesaria, por tanto, para garantizar cuatro años más de "avances sociales" y de "convivencia". En el debate, Sánchez recordó que hace cinco años, cuando ganó la moción de censura el salario mínimo estaba en 700 euros, las viviendas públicas podían ser vendidas a fondos buitre o era legal cobrar a los pacientes vulnerables el copago farmacéutico.

Cuanta más información tengan sobre la acción del Gobierno y la utilidad de la amnistía", alega un dirigente, "más fácil será convencer y ganar las conversaciones de barra de bar"

"Por eso", esgrimió, "es necesario que sigamos gobernando para consolidar todos estos avances cuatro años más, para evitar que España retroceda" y para evitar que España "sea una inspiración para otras muchas sociedades europeas" en las que sigue ganando terreno la ola ultra. "No va a haber ni [Donald] Trump, ni [Javier] Milei, ni [Jair] Bolsonaro, ni el holandés [Geert] Wilders, ni [Alberto Núñez] Feijóo ni Abascal. Va a haber cuatro años más de Gobierno progresista de avances sociales, de convivencia y estabilidad institucional en España", reforzó este domingo en el mitin-fiesta que el PSOE celebró en Madrid, ante más de 10.500 militantes y simpatizantes venidos de toda España. El planteamiento se condensa en el lema estrenado ese día y que hoy inundaba Ferraz: España avanza.

Ese es el marco que quiere grabar el presidente entre sus cuadros, para que a su vez se capilarice. La idea motriz es la conclusión que también expuso en el hemiciclo: "El problema del PP con Vox no es la amnistía a los líderes del procés, es que no aceptan el resultado electoral del pasado 23 de julio". Como apunta otro integrante de la cúpula, se trata de "dar herramientas para que los compañeros sean portavoces también de la línea del Gobierno", para que "cada militante sea incluso un portavoz, porque esta es una batalla que se libra cada día en todas partes".

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), a su llegada a la reunión de la ejecutiva federal socialista junto al responsable de Organización, Santos Cerdán (d), y la vicesecretaria general y vicepresidenta cuarta del Ejecutivo, María Jesús Montero (i), este 27 de noviembre de 2023 en la sede de Ferraz. FLICKR / EUGENIA MORAGO

"Cuanta más información tengan sobre la acción del Gobierno y la utilidad de la amnistía", continúa esta misma fuente, "más fácil será convencer y ganar esas conversaciones de barra de bar". En definitiva, lo que propone el líder socialista a los suyos es sublimar la amnistía, justificarla por elevación.

También "con cañonazos"

Sánchez está haciendo mucho hincapié en sus últimas comparecencias en la necesidad de explicación. Y es que ya esa reflexión estuvo presente en la última campaña de generales. El presidente se sobreexpuso en los medios, acudiendo incluso a los más hostiles, para cubrir ese déficit, para desmontar el traje del "sanchismo" que el PP había logrado colocar en las autonómicas y municipales del 28 de mayo. La gestión del Gabinete, se dolían los cuadros del partido, apenas había calado porque el marco era otro. Ahora está por ver si el jefe del Ejecutivo está más presente en entrevistas y programas, pero por lo pronto quiere que sus ministros y sus dirigentes del partido hagan pedagogía.

El presidente ha insistido en las últimas semanas en la necesidad de gestionar bien pero también de explicar a los ciudadanos la gestión

Lo manifestó la semana pasada, cuando presentó a su nuevo equipo en la Moncloa, "de alto perfil político" para una legislatura de alto voltaje. Son personas, insistió, "capaces de gestionar, pero también de llegar a acuerdos y de explicarlos públicamente", tarea a la que se van a "entregar con la más absoluta dedicación". Idea en la que insistió este domingo en el mitin-fiesta en Madrid: los nuevos ministros "van a gestionar extraordinariamente bien, negociar bien y explicar mejor lo que hemos hecho y lo que vamos a hacer en los próximos cuatro años". El afán de pedagogía, por tanto, está presente en todos los movimientos de fichas de estas semanas. Y Sánchez no quiere que los suyos lo pierdan de vista.

Ahora bien, como recuerdan también en Ferraz, no se trata solo de explicar cuando el PP dispara con artillería contra el PSOE. Hay que responder también, dicen, "con cañonazos". La nueva portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, pretende cuidar más las formas, pero para replicar a los ataques la dirección alineará a otros dirigentes, como Patxi López en el Congreso y Juan Espadas en el Senado, además de los portavoces rotatorios que salgan desde Ferraz —no habrá un rostro fijo que reemplace a Alegría por el momento—. Todos saben que la legislatura será extraordinariamente difícil y que la derecha no concederá ni un segundo de tregua.