Los vigilantes de seguridad que custodian el interior del edificio del Ministerio de Transportes presentaron una querella contra siete guardias civiles (encargados de la gestión del exterior del complejo) entre los que se encuentra el subteniente José Luis Rodríguez García, que fue detenido la semana pasada en el marco de la investigación sobre corrupción bautizada ya como 'caso Koldo'. La Fiscalía Anticorrupción ubica a este agente como pieza "de máxima importancia" del entramado que tejió presuntamente el que fuera asesor del ministro José Luis Ábalos, Koldo García, con una serie de empresarios para quedarse con mordidas millonarias de contratos de mascarillas.

La denuncia, a la que ha tenido acceso El Independiente, refleja la tensión que en el complejo de Nuevos Ministerios (sede del departamento de Transportes en Madrid) se vivió durante meses por las rencillas entre los trabajadores de la empresa privada y algunos agentes de la Benemérita por la gestión de la seguridad de las instalaciones. Los querellantes exponen cómo algunos guardias civiles querían "privilegios" como entrar visitas sin que quedaran registradas "propiciando quiebras de seguridad muy relevantes que se tratan de impedir el servicio de seguridad, lo que genera situaciones de agrio enfrentamiento con los trabajadores".

El documento lleva fecha del 25 de mayo del pasado año, pero fuentes jurídicas explican que todavía no ha sido admitida a trámite por ningún juzgado porque el proceso se ha ido retrasando entre las distintas huelgas de personal de Justicia. En esa época llegó a haber hasta 0cho trabajadores de baja laboral. "Se está sometiendo al personal de la compañía encargada de la seguridad a situaciones límite en los que se ven obstruidos en su trabajo, amenazados, e incluso sancionados en aplicación de la ley de seguridad ciudadana", dictaron en el documento. Los vigilantes apuntan delitos de desobediencia, coacciones y amenazas y falsedad.

La querella describe cómo el subteniente Rodríguez trató de entrar a un hombre y una mujer sin que "en ningún momento" las dos personas fueran "debidamente identificadas". "Se desconoce sus identidades, ni el cometido que vienen a hacer al MITMA [Ministerio], todo ello haciendo uso del uniforme de la Guardia Civil, con lo cual crea una brecha de Seguridad al propio Ministerio, dado que una vez que sortean todos los controles de accesos, quedan al libre albedrio para recorrer todas las Dependencias del edificio sin control alguno", señalaron los denunciantes. Una actitud que también muestra el agente en un audio que ha revelado este medio.

Los vigilantes detallan por fechas todos los episodios en los que se han sentido "intimidados" por algunos guardias. "¿Os lo han dado por escrito?, están jugando con el pan de vuestras familias, con todos mis respetos: quién es un vigilante de seguridad para pedir un DNI, si la seguridad no está funcionando os echamos a todos de aquí", dijo el subteniente Rodríguez en una ocasión, según la querella.

Anticorrupción lo sitúa en el centro de la trama

Todos estos datos a las puertas del edificio del Ministerio de Transportes cobran ahora un nuevo cariz a raíz de que el subteniente Rodríguez haya sido detenido por la 'trama Koldo'. Algunas de las fuentes de la sede ministerial señalan con nombre y apellido a otros agentes que podrían estar implicados, si bien, de momento no figuran en las diligencias.

Rodríguez no sabía que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil había empezado a seguir su rastro de cerca y que el pasado 10 de febrero escucharían una de sus conversaciones con Koldo García en el restaurante 'La Chalana' de Madrid. Diez días después fue detenido y acusado de formar parte de una organización criminal dedicada a desfalcar las arcas públicas para cobrar presuntamente comisiones millonarias de contratos de mascarillas durante la pandemia.

La parte en la que Anticorrupción vincula a Rodríguez con la trama ilegal tiene que ver con un negocio de pizarras. En el enredo empresarial destinado presuntamente a blanquear dinero, la empresa adjudicataria de todos los contratos bajo sospecha --Soluciones de Gestión S.L-- empleó parte de las ganancias en la compra de fincas rústicas en la comarca de Barco de Valdeorras, Ourense (Galicia). "En esta operativa, además de Juan Carlos Cueto [uno de los empresarios cabecilla]", dice la Fiscalía, "interviene José Luis Rodríguez García".

Las gestiones relativa a esa finca las hizo un tercer empresario vasco. Los investigadores han analizado sus cuentas bancarias y "hay cinco transferencias por un total de 5.000 euros (entre marzo de 2021 y agosto de 2021) figurando en el concepto de todas las operaciones 'José Luis Rodríguez García'".

La UCO llegó a identificar un viaje de uno de los empresarios claves de la trama con el subteniente a Ourense (Galicia), donde se encuentra, precisamente, la explotación de pizarra. “La vinculación observada entre Koldo García Izaguirre y José Luis Rodríguez García conecta directa el nivel más elevado de la gestión de los contratos objeto de la investigación, con una de las sociedades en las que se ha invertido parte de los beneficios”, expone el Ministerio Público.

Además, este guardia civil es titular de otra sociedad llamada Montajes e Instalaciones Grimbo S.L. Ésta fue constituida en 2012 y tiene como objeto social "la compra, venta, alquiler, comercialización, distribución, reparación, desmontaje, importación y exportación de toda clase de maquinaria y herramientas", se lee en el sumario del caso. Los investigadores buscan ahora poder conectar todas estas piezas para concluir la relación del negocio de las pizarras con le trama de corrupción.