La larga y cerrada ovación, la explosión de euforia, el coro de gritos de "¡Pedro, Pedro!" y hasta la felicitación pública por su 52 cumpleaños —los cumplió el 29 de febrero—, parecían querer funcionar este sábado en Roma como un potente antídoto para el presidente del Gobierno. Había volado hasta la capital italiana para el congreso del Partido de los Socialistas Europeos (PES), para proclamar al luxemburgués Nicolas Schmit como candidato de la familia socialdemócrata a las elecciones europeas de junio, y allí Pedro Sánchez fue recibido con honores, los propios de un líder reconocido por sus compañeros por su autoridad y por su europeísmo. Los delegados le dispensaron un cálido aplauso que venía a aliviar el durísimo trago de las dos últimas semanas, en las que su partido ha encadenado golpe tras golpe. La debacle en las elecciones gallegas del 18 de febrero, el estruendoso estallido del caso Koldo, el ultimátum a José Luis Ábalos por sus "responsabilidades políticas", su negativa a dejar el escaño y su paso al Grupo Mixto, la decisión del Tribunal Supremo de abrir causa contra Carles Puigdemont.

Una sucesión vertiginosa de pésimas noticias que no han dado tregua a un partido que sufrió una gran herida en los comicios autonómicos y municipales del pasado mayo y que le mutiló la mayoría de su poder territorial y que le debilitó, una formación que se siente exhausta por la tormentosa tramitación de la ley de amnistía. El PSOE acusa el desgaste y sus dirigentes no ocultan su desasosiego, su inquietud, el desgarro emocional por la ruptura de Ábalos, la angustia por lo que está por venir. Hasta tal punto navega en la incertidumbre y el "desconcierto" que, como afirman varios cuadros, lo sucedido en los últimos días, y especialmente la quiebra con su exsecretario de Organización, supone "un antes y un después" en este pedazo de historia del partido con Sánchez al frente.

Ábalos ha ido cerrando el grifo de las entrevistas tras ser calificado como "intermediario" de la trama por el juez. Reconoce que mantener el aforamiento ha pesado en su decisión

El abatimiento se aprecia en las conversaciones en privado con los dirigentes socialistas de distintos territorios. El impacto es colectivo, brutal. El partido, lo dicen todos, está en shock, sigue en shock, intentando superar un trance difícil. Quizá uno de sus momentos más complicados en los últimos años. El caso Koldo, que podría convertirse en el primer caso de corrupción que afecta al Gobierno desde que Sánchez llegó a la Moncloa, está laminando los cimientos del propio Ejecutivo, que nació precisamente como respuesta a la corrupción del PP de Mariano Rajoy, condenado por la trama Gürtel. Eso explica la reacción rápida de la cúpula federal, que transitó en pocas horas de confiar en Ábalos a demandarle el escaño, primero de manera indirecta, en declaraciones públicas y luego en privado de manera rotunda. El propio secretario de Organización, Santos Cerdán, se desplazó hace una semana a la vivienda de alquiler del exministro, en Rivas Vaciamadrid, para pedirle que entregara el acta. Él se negó porque lo consideraba injusto, porque quería una salida negociada, una garantía de "reparación" pública, pero no la tuvo.

La ejecutiva de Sánchez, reunida el lunes, le exigió la dimisión. Ábalos tensó la cuerda al máximo, haciéndose de rogar, y al final decidió aferrarse a su sillón en el Congreso. También, como reconocía este sábado en una entrevista en elDiario.es, y como ya sospechaban en el PSOE, para conservar el aforamiento ante el Supremo. En los últimos días, el exministro se ha defendido en los medios, aunque tras conocerse que el juez lo calificaba en un auto del 7 de febrero como "intermediario" de la trama para sus problemas en Baleares, ha ido apagando el grifo —solo concedió dos entrevistas más, de hecho, en Todo es mentira (Cuatro) el jueves y la última la de este sábado—, y para pasmo de los suyos, incurriendo en cambios de versión y contradicciones. Pero Ferraz, una vez iniciados los trámites para expulsarle del partido, no ha querido entrar más al cuerpo a cuerpo para centrarse más en el combate con el PP. Para entregarse al y tú más, estrategia que no convence a todos en el PSOE.

"El partido está al límite, muy al límite"

Aunque algunos cuadros creen que la crisis podría haberse gestionado mejor desde la dirección —el balance de daños es innegable: el ex número tres con un pie fuera del partido y con su escaño en el Grupo Mixto—, hay cierre de filas con Sánchez, sobre todo porque los últimos indicios estrechan el cerco sobre él. Lo que no quita para que duela la ruptura. Para que aún perviva el sentimiento de desolación, estupor y desgarro que recorría las filas socialistas en las primeras horas. "El partido está al límite, muy al límite. Hay un antes y un después —señala con pesar un alto mando regional—. Si Ábalos la hizo, que la pague. Pero algo se ha roto ya. Esto de Ábalos en las bases ha sido el acabose". Y es que lo que se ha producido es un cisma dentro del propio sanchismo, del equipo que devolvió al hoy presidente al trono del PSOE en 2017: el exministro fue protagonista también de aquella victoria de las primarias, el tejedor de la moción de censura de un año más tarde, el que la defendió en el Congreso.

Nuestra gente está cabreada con todo esto, pero porque el debate político sigue en el lodazal, y eso solo beneficia al PP", señala un barón. Y otro: "Hay preocupación por el declive electoral, desolación por lo de Koldo, nervios, incertidumbre"

"Me preocupa que se está pasando del cabreo o enfado a una sensación un poco como de descomposición, de fin de etapa. No todos lo ven así, yo no lo veo así", indica un barón autonómico, "es cierto que mal estamos, pero no pasará nada que pueda acabar con Pedro. Lo malo es que ahora con la amnistía y las comisiones de investigación [sobre la corrupción] tenemos para meses sin iniciativa ni gestión de ningún tipo". "El caso de Ábalos ha hecho mucho daño y él mismo se está haciendo mucho daño. Seguramente esto sí implica un antes y un después", tercia un veterano dirigente valenciano.

"Nuestra gente está cabreada con todo esto, pero porque el debate político sigue en el lodazal, y eso solo beneficia al PP —abunda otro líder regional—. Creo que el PSOE ha actuado con contundencia y el PP en cambio no hace absolutamente nada cuando las investigaciones se acercan a ellos". "Hay mucha preocupación por el declive electoral, desolación por el asunto de Koldo, nervios, en fin, mucha inquietud y mucha incertidumbre. En el partido se ha instalado la resignación y la apatía", opina con amargura otro máximo jefe territorial. Un líder provincial constata la "indignación y el cabreo" de las bases, de muchos militantes que "se hartan de trabajar para el partido y se encuentran con esto", "pero a la ejecutiva no le ha temblado el pulso y eso hay que valorarlo". "¿Puede pasarnos ya algo peor?", se pregunta otro responsable con muchos años de militancia.

Las opiniones son coincidentes. El partido está "tocado", resumen todos, después de estas dos semanas del horror. Porque el fuego del caso Koldo, además, no se ha detenido en el exministro de Transportes, sino que se ha extendido hasta la presidenta del Congreso y expresidenta de Baleares, Francina Armengol, por un contrato de compra de mascarillas a la trama en 2020. La mercancía resultó ser de inferior calidad a la del pedido, pero el expediente de reclamación no se abrió hasta tres años más tarde, y se cuantificó en 2,6 millones justo el día antes de la investidura de la actual presidenta de las islas, la popular Marga Prohens. El PP pide la dimisión de Armengol, pero esta cuenta con el apoyo de Ferraz y de la Moncloa, que miran a su vez a Génova porque en el sumario aparecen presuntas maniobras de la red corrupta con la Administración del PP para que desistieran de ese reintegro. En el PSOE, por ahora, no late inquietud por que las llamas acaben achicharrando a la jefa de la Cámara baja, ya que no pesa ninguna acusación sobre ella.

Mientras el partido se tensaba al máximo por Ábalos en Madrid, en el PSOE de Aragón se vivía una escaramuza: la dirección de Huesca pidió congreso para relevar a Lambán

Por eso en federaciones como Baleares la fuente de preocupación es la "agresividad" que rodea a su baronesa, a Armengol, y no tanto la traumática ruptura con Ábalos, porque la relación con él era menor. "Desgarro cero. Mucha gente lo mataría. Él era lo opuesto a Francina. Aquí los nuestros están enfadados con él. No nos representa. ¿Qué hacía él con Koldo, qué hacía cenando en una marisquería como La Chalana de Madrid?", observa indignado un alto mando de las islas.

En este contexto interno de "desconcierto" se inscribe el estallido de tensión que se vivió en el PSOE aragonés a comienzos de esta semana, justo cuando en Madrid toda la atención se la llevaba Ábalos. La dirección del partido en Huesca, la más alineada con Ferraz de las tres provincias, urgió la convocatoria de un congreso regional para elegir un "nuevo liderazgo en Aragón". El debate se cerró enseguida porque las cúpulas de Zaragoza y Teruel, más próximas al todavía barón autonómico, Javier Lambán, cerraron filas con él. El expresidente aragonés ya dijo que no repetiría como secretario general, pero manifestó que quería agotar su mandato. Ferraz se desmarcó de la maniobra de los socialistas oscenses y cree que no hay que adelantar el cónclave regional, para el que seguramente se postulará la actual portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría.

En el Ejecutivo no niegan que el golpe está siendo duro y que el caso Koldo y la amnistía —que previsiblemente se aprobará por la Comisión de Justicia del Congreso este jueves— están dejando al Gobierno sin margen para la iniciativa. La única salida por ahora, insisten, en apuntar hacia el PP, aun a riesgo de que se perciba como el y tú más. "Bastantes bofetadas nos llevamos como para flagelarnos más. Todo esto está siendo duro, nos va mal, pero no podemos hacer más", indican fuentes gubernamentales. "Es que no podemos vender una noticia en positivo. Llevamos tanto tiempo sin poder hacerlo... Porque ahora es el caso Koldo, pero antes era la amnistía. Abatimiento sí hay en el partido, porque la gente está desnortada, no entiende nada", completa una ministra.

"La reacción ha sido ejemplar"

En Ferraz también se hacen cargo de la falta de iniciativa, que se ve "empañada" por el caso, admiten la "indignación" de las bases, pero subrayan que lo que no se ha roto es el ánimo: "Todos están convencidos de que la reacción ha sido ejemplar. El PSOE llegó con tolerancia cero a la corrupción y seis años después de Gobierno, ante el primer caso, hemos demostrado que no eran palabras. Hechos. No somos el PP, que decía que toda la corrupción que albergaron bajo sus gobiernos era una 'trama contra el PP'. Los socialistas sabemos que no podemos recibir ni una lección de ellos".

Sánchez, en Rabat, ya apuntó que se afanará en la renovación territorial después de las europeas. Es una tarea pendiente, admitió, desde el 28-M

La pregunta siguiente es qué hacer. Bastantes dirigentes consultados esperan "algún movimiento de Pedro". Algún gesto que indique que ha tomado nota. Y lo esperan para después de las elecciones europeas del 9 de junio, en las que se presume un mal resultado, porque impactará de lleno, previsiblemente, una ley de amnistía que para entonces ya habrá culminado su tramitación parlamentaria en las dos Cámaras. ¿Y qué maniobra? Varios mandos apuntan a que una opción podría ser la convocatoria, para después del verano, del congreso federal del PSOE, el número 41 de su historia. Con carácter ordinario, ya que se celebraría en el otoño, a los tres años del anterior, el de 2021. El objetivo sería no solo renovar la cúpula de Sánchez, sino sobre todo forzar el relevo en los territorios, y es que la convocatoria de un cónclave federal obliga a las federaciones a montar los autonómicos en el plazo de tres meses, para después continuar con los congresos provinciales y locales.

Merida, 02/03/2024.- El presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, acompañado por la candidata Lara Garlito, celebra su victoria en las primarias del PSOE de Extremadura que se han celebrado hoy sábado en Mérida. EFE/ jero Morales

De todos modos, el pasado 21 de febrero, en su rueda de prensa en Rabat, tras su audiencia con el rey de Marruecos, Sánchez ya dio a entender que tras las europeas se empeñaría en ese propósito que enunció después del fiasco electoral en Galicia: el fortalecimiento de las estructuras territoriales. Recordó que, tras el desastre de las autonómicas y municipales del 28 de mayo, sobrevinieron las elecciones generales y quedaron "algunos deberes por hacer". Deberes que ahora, tras las europeas del 9 de junio, habrá que "abordar".

Diana Morant sustituirá a Ximo Puig en Valencia, y Miguel Ángel Gallaro relevará a Guillermo Fernández Vara en Extremadura. El PSdeG convoca congreso para el 27 de abril

Apuntó que ya se está haciendo ese proceso en federaciones como Comunidad Valenciana —allí la ministra Diana Morant sustituirá al expresident Ximo Puig— y Extremadura —este sábado ganó las primarias el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, el que partía como favorito—. "Pero en todo caso es una tarea que tengo que hacer como secretario general del PSOE", acabó. Este sábado se abrió un proceso interno más: el del PSdeG. El 27 de abril se celebrará el congreso extraordinario en Galicia, pero antes, el 7 de abril, habrá primarias. El testigo pasará del actual líder autonómico, Valentín González Formoso, al candidato en las pasadas elecciones del 18-F, José Ramón Gómez Besteiro, que cuenta con el respaldo pleno de la cúpula del PSdeG y de Ferraz. Besteiro ya fue secretario general entre 2013 y 2016, cuando tuvo que dimitir por una cadena de imputaciones que se fueron archivando una tras otra.

El llamamiento a mantener la "calma"

Los dirigentes que creen que puede convocarse un congreso federal tras las europeas explican que sería la alternativa idónea, porque el partido "está hecho unos zorros" y hay que ir asentando liderazgos territoriales, no por cuestionamiento de Sánchez, en ningún caso, dado que además él es el único poder real del PSOE, que cuenta con la autoridad de haber ganado un millón de votos más en las últimas generales. Sin embargo, otros cuadros creen que es mejor esperar a que escampe, que se aclare la extensión del sumario del caso Koldo y los siguientes pasos judiciales, y que se vea el desempeño del partido en las vascas —que pinta mejor que las gallegas— y en las europeas. "Hay que mantener la calma", conmina una baronesa autonómica.

Algunos cuadros advierten de que un cónclave en caliente puede ser un "peligro". En el PSOE se destaca la "entereza" interna pese a los golpes de estos días

"Colgaremos de los pulgares a quien haya que colgar, y seguiremos remando. Hace dos días íbamos a morir por la amnistía, hoy vamos a morir por el caso Koldo. Calma. Entiendo el nerviosismo. Pero, de verdad, respiremos", apunta una dirigente madrileña. "Ojo, que si van muy mal las europeas, ese congreso puede ser un peligro con todo el mundo cabreado", advierte un barón. Comparte esa opinión otro mando territorial: "Lo único que tenemos es a Pedro, y lo que tiene que pasar es que el Gobierno reaccione. Si vamos a un congreso a cara de perro, el cuestionado puede ser Pedro".

Más responsables llaman a esa "calma" y destacan la respuesta que, pese al "abatimiento del caso Koldo, el debate sobre la amnistía y el hostigamiento sin cuartel", está teniendo el partido. "Que nadie tenga dudas sobre la firmeza y convicción que sentimos para seguir dando la batalla, defender nuestra actuación, cargar las pilas y seguir gobernando", anima una integrante del Consejo de Ministros de mucho peso. "Todo el mundo tiene los pies en la tierra, pero el partido resiste con una entereza increíble —constata un responsable que conoce bien el latido interno—. Cuando vives en el infierno permanente, el organismo se endurece. La gente reacciona con reafirmación y cierre de filas. No hay ruido de sables en el partido. Todo el mundo sabe que ahora toca unidad para afrontar vascas y europeas. Nadie está en otra cosa. Ahora la prioridad es resistir y definir un liderazgo movilizador para la lista europea". Un liderazgo, por cierto, que no está aún anunciado: no hay candidato socialista para el 9 de junio, ni tampoco pistas de cuándo se adelantará.

La cúpula confía en que la situación se vaya reconduciendo en los próximos días. La ley de amnistía ya parece ir encarrilándose. El Grupo Socialista no pidió este sábado a la Mesa del Congreso una nueva prórroga, por lo que como máximo el próximo 7 de marzo habrá un nuevo dictamen. Las señales son que habrá un acuerdo inminente. Puigdemont hablaba este mismo sábado de "nueva etapa", para "recoser" el independentismo y luchar por la autodeterminación de Cataluña sin dejar de lado la "unilateralidad". Los socialistas quieren cerrar ya la redacción de una norma que se les está haciendo indigesta y que estaba actuando de "rémora" de la legislatura. Removido ese freno, el Gobierno podría empezar a retomar el control, la iniciativa, empezando por los Presupuestos de 2024. Sánchez necesita imperiosamente enderezar la nave y lo que tiene claro, ya lo dijo en su viaje a Rabat, es que tiene "todo el tiempo del mundo", de aquí a 2027, para lograrlo.