Si la voluntad para impulsar la amnistía, que hoy se aprueba en el Congreso de los Diputados, ya pasó factura al PSOE a final de año, según el Centro del Investigaciones Sociológicas (CIS), ahora es la trama Koldo la que asesta un nuevo golpe en las previsiones electorales a los socialistas. Especialmente, tras una pequeña remontada al comienzo del año que decae entre febrero y marzo. El último barómetro publicado por el organismo público que dirige José Félix Tezanos contempla que en un mes, los socialistas sufren un descalabro de seis puntos de apoyo en urnas respecto al resultado obtenido en la convocatoria de julio del año pasado. Algo que se complementa con una nueva atribución por debajo del PP, de 2,7 puntos de diferencia.

Materializado a votos, el PSOE perdería casi medio millón de las papeletas obtenidas en las elecciones generales de julio del año pasado. Concretamente, la cifra es de 469.303 apoyos menos. Esto se debe a que en el barómetro de febrero, la confianza del votante socialista, para repetir su compromiso con Pedro Sánchez, era del 71,2% del total de los apoyos logrados el 23-J.

La fuga, entonces, era de 2.252.655 votos totales que, por otro lado, se compensaban con recepciones de otros partidos o por la posición de los indecisos, que podrían terminar confiando en las siglas. Ahora, con un 65,2% de fidelidad del voto, el vaciado sería de 2.721.958. La diferencia es de ese medio millón. En el caso del PP, el partido de Alberto Núñez Feijóo ha podido reforzarse en décimas. Pasa del 83,2% al 83,4%. No se advierte una transferencia directa de un segmento electoral que podría catalogarse como moderado, aunque sí se pasa de un 0,2% a un 0,5% de votante fugado del PSOE al PP.

Los populares no ven, a ojos del CIS, compensado el cerco político que vienen haciendo al PSOE y al Gobierno a costa del caso. La maquinaria en Génova viene funcionando desde finales de febrero, y está a punto de materializarse la comisión de investigación popular en el Senado, donde el PP tiene la mayoría absoluta. Algo que, para ellos, supone, a diferencia del Congreso, donde el PSOE ha registrado la suya propia, abordar la situación con objetividad. En búsqueda de oxígeno, ante la ofensiva, el PSOE viene apelando a la presencia de Miguel Tellado en uno de los informes de la Unidad Central Operativa (UCO), derivada de una conversación entre el exasesor del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, Koldo García, y el empresario, y cabecilla de la trama, Juan Carlos Cueto. Ahora, la investigación de Hacienda a la pareja de Isabel Díaz Ayuso por presunto fraude fiscal y uso de un entramado de sociedades pantalla para ese cometido, ha prendido la mecha del todo dentro del Ejecutivo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, en su defensa, dice que no hay nada ilegal y reprocha a Moncloa estar emprendiendo una cacería política.

El PSOE sufriría la salida de 2.721.958 votantes en siete meses, lo compensaría en parte con transferencias desde otros partidos o el abstencionismo. Los indecisos son la clave"

Ayer, en la sesión de control al Gobierno, Sánchez materializó la posición de los socialistas centrando su réplica a Feijóo en ese asunto. Le pidió expresamente que hiciese caer a Ayuso, mientras que ella reafirma que ha sido elegida por las urnas y resaltando que la amnistía, en cambio, no. De cara a las urnas vascas, catalanas y europeas que quedan por delante, se verá si la tendencia es pasajera, si la estrategia de confrontación del PSOE con el PP reagrupa de nuevo a los descontentos y si la amnistía beneficia, especialmente a Salvador Illa. También si supone un desgaste tan fuerte como para experimentar un descalabro para el Parlamento Europeo con formaciones de nueva creación intentando despuntar a su costa. Son especialmente Izquierda Española, de Guillermo del Valle, y Cree, de Edmundo Bal.

Más indecisos y salidas a Sumar

Otro de los detalles a tener en cuenta es que en el intervalo de un mes, el número de los votantes del PSOE que se muestran indecisos para seguir respaldando a Sánchez ha subido en cinco puntos. Se pasa del 10,6% al 15,8%. Eso, traducido a cifras con la referencia electoral del 23-J, supone un incremento de 805.637 a 1.235.831 de votantes. No se fomenta, en cambio, el abstencionismo entre los simpatizantes.

Se duplican las salidas de votantes a Sumar. Ha que recordar que de cara a las generales, Sánchez recibió notable voto prestado procedente de Unidas Podemos y de sus asociados. Casos como la corrupción, que ya afloraron con el rechazo del 15-M, pueden estar detrás de este dato, aunque no hay formalmente ningún cargo socialista investigado por la Audiencia Nacional. Sobre el papel, Tezanos recalca un traspaso de un 13,4% de voto hacia la confluencia de Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. Es uno de cada diez votantes socialistas. En febrero, Sánchez veía esa transferencia limitada al 7,3%.

El trabajo de campo del CIS ha procedido entre el 1 y el 5 de marzo, ya con la investigación judicial candente y con el exministro Ábalos suspendido de militancia y fuera del Grupo Socialista. Aunque son recurrentes los reproches a la cocina de Tezanos, hay que destacar que estos datos proceden del bruto global. Es de cara a la estimación electoral donde ello entra en juego. Por esta derivada, y con una petición de comisión de investigación a él por supuesto enchufismo durmiendo en un cajón, el martes el PP registró en el Senado una solicitud de comparecencia. Quieren que explique el uso de "recursos públicos para fines partidistas".