Pedro Sánchez pidió a su partido ir unos cuantos pasos por delante del Gobierno, que le sirviera de brújula para lo que resta de legislatura, los tres años que aspira a completar. Y quería que se plasmara en el documento político del 41º Congreso Federal del PSOE, la ponencia marco. La dirección tenía que entregarla el pasado 25 de octubre, pero pidió unos días para acabar de rematarla, enriqueciéndola con el trabajo de más expertos. Esa prórroga acababa ya, porque este 5 de noviembre el texto debe obrar en manos de todos los militantes socialistas. El contexto, sin embargo, no puede ser peor, con una España sumida en el dolor por la tragedia provocada por la DANA que castigó sin piedad hace una semana la provincia de Valencia. Ferraz ha decidido que, pese a todo, el proceso congresual ha de seguir adelante y el cónclave, por tanto, se celebrará como estaba previsto, el 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre en Sevilla. Así que la ponencia se pondrá en circulación desde martes para su debate interno. Y contiene importantes novedades respecto a la hoja de ruta del PSOE, como la apuesta por una reforma constitucional que blinde derechos como el aborto, el matrimonio igualitario o el salario mínimo interprofesional, la imposición de un IRPF del 50% para las rentas superiores a las 300.000 euros, la obligación a las empresas para que repartan una parte de sus beneficios entre sus empleados y la promesa de una reforma de la financiación autonómica que suponga "más recursos" para todas las comunidades y que obture el camino al llamado dumping fiscal.
Son algunos de los desafíos que se plantea el PSOE y que deja por escrito en la misma introducción de su ponencia marco, a la que tuvo acceso El Independiente. La dirección hace referencia algunos de "los imposibles" que lograron, medidas que la derecha criticó y que finalmente se ejecutaron y están resultando, a su juicio, positivas, como la reforma laboral y la de las pensiones, la subida del salario mínimo, la solución ibérica, la ley de vivienda, el ingreso mínimo vital o las políticas de distensión en Cataluña, desde los indultos a la amnistía. Ahora, el partido se marca nuevos "imposibles" que promete acometer. Y son los que abren el documento político del 41º Congreso, cuya coordinación ha recaído en la presidenta del PSOE, Cristina Narbona; en la secretaria de Estudios y Programas, Idoia Mendia, y el presidente de Avanza, el think tank del partido, Manu Escudero.
El PSOE garantiza mayores recursos para todas las CCAA "reforzando los servicios públicos y compatibilizando solidaridad a igual esfuerzo tributario con el reconocimiento de las singularidades"
"Imposibles" que enumera en la primera parte de su ponencia y que son un total de 15. Sin duda, el que más expectación había suscitado, dadas las fisuras internas que generó el pacto de PSC y ERC que hizo president el pasado agosto a Salvador Illa. La cúpula plantea una redacción muy "genérica" y poco conflictiva, como prometió, sin mentar la expresión "concierto económico" —la que proclaman los republicanos pero que nunca ha reconocido el Gobierno— y con los principios que, en las últimas semanas, han ido esbozando el presidente y la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Jesús Montero. Ella, además, como vicesecretaria general del PSOE, ha estado muy encima de la redacción del texto, y más de esta parte, que le compete especialmente como ministra de Hacienda.
El PSOE se compromete en su ponencia a reformar el sistema de financiación autonómica, "garantizando mayores recursos para todas las comunidades autónomas, reforzando los servicios públicos y compatibilizando solidaridad a igual esfuerzo tributario con el reconocimiento de las singularidades". Los socialistas introducen, desde el principio, que no se puede premiar a las CCAA que bajan impuestos y que luego piden recursos al Estado, y también ese reconocimiento de las singularidades de cada territorio. De hecho, lo suscrito entre PSC y ERC es una "financiación singular" para Cataluña.
El nuevo sistema, continúa el texto, resultará en un "reparto más justo de la financiación, cerrará el camino al dumping fiscal e incluirá la creación de un auténtico fondo autonómico para la reindustrialización y la convergencia de las rentas entre CCAA". Se oficializa así que se prohibirá la competencia desleal entre comunidades, una queja recurrente bajo la que subyace un señalamiento al Madrid del PP que, como región más rica de España y la que absorbe más recursos e inversiones por su capitalidad, se permite luego bajar al mínimo los impuestos, atrayendo a su vez más dinero. La redacción también incorpora ese enunciado de un fondo para la reindustrialización y la convergencia, una de las prioridades del Ejecutivo.
Para atajar la desigualdad
Hay más medidas de carácter económico entre los "imposibles" enumerados por el PSOE. Una es la mayor presión contra "la evasión fiscal de los megarricos". Para ello, el partido plantea establecer "un tipo marginal mínimo del 50% en la tarifa general del IRPF a partir de los 300.000 euros". La medida conecta con uno de los propósitos anunciados por Sánchez en el arranque del curso político, cuando adelantó que su Gobierno avanzaría hacia una fiscalidad "más progresiva", con impuestos que graven a quienes más tienen y así se oriente el modelo productivo. La meta es atajar la desigualdad, "excesiva" hoy día, a ojos del Ejecutivo.
También quiere el PSOE obligar por ley a las grandes empresas a repartir "una parte de sus beneficios entre sus empleados", como ya se hace en Francia, "con el objetivo de fomentar la involucración y la eficacia" de la fuerza laboral y lograr así, creen, una "distribución más equitativa de la riqueza".
En línea con la política desplegada por la ministra Isabel Rodríguez, los socialistas se proponen prohibir "la conversión de viviendas residenciales en viviendas turísticas y de temporada en aquellas zonas de alta demanda, con el objetivo de desincentivar la especulación, contener precios y garantizar el derecho de la ciudadanía a un hogar".
El texto plantea crear un 'escaño ciudadano' en Congreso y Senado, que no tendría titular permanente ni derecho a voto, pero sí podría ser usado por la sociedad civil para preguntar en el control
Asimismo, el PSOE quiere crear una ayuda universal para la ciudadanía, que integrará todas las prestaciones no contributivas del sistema —ingreso mínimo vital, desempleo, becas, ayudas a familias...— en un "mecanismo único que permitirá agilizar y simplificar los trámites, ahorrar costes y asegurar que todos reciban las ayudas que les corresponden".
Por el lado de la regeneración política, destaca la propuesta de creación de un escaño ciudadano en el Congreso y en el Senado "como espacio de participación directa de la ciudadanía". Los socialistas explican que este escaño no tendría un titular permanente ni tampoco derecho a voto, pero sí podría ser usado por distintos representantes de la sociedad civil para plantear preguntas en las sesiones de control al Gobierno. Asimismo, podría dirigirse a la Cámara para presentar proposiciones no de ley de iniciativa popular y enmiendas ciudadanas a iniciativas legislativas en curso, ampliando de este modo "la participación de la ciudadanía más allá de los canales" de la actual iniciativa legislativa popular.
Ferraz plantea también incluir en la Constitución las "conquistas sociales de la última década". El objetivo es "blindar los avances" logrados, protegerlos de la crecida de la ultraderecha, de modo que tengan que ser "observados y respetados en cada momento y territorio", independientemente del color del partido que gobierne.
Además del aborto, el PSOE quiere proteger en la Constitución el matrimonio igualitario, el carácter público de la vivienda protegida y la obligatoriedad de revalorizar el salario mínimo
¿Qué pretende blindar el PSOE frente a la derecha y la extrema derecha? Avances como el derecho al aborto —como ya se ha hecho en Francia—, el matrimonio entre parejas del mismo sexo, el carácter público de la vivienda protegida —para que no se liberalice pasados unos años— y la obligatoriedad de revalorizar el salario mínimo para que "siempre esté por encima del 60% del salario medio, tal y como recomienda la Carta Social Europea". El problema de esta reforma constitucional es que requiere forzosamente del concurso del PP, ya las mayorías para cambiar la Carta Magna son reforzadas, de dos tercios cuando afecta al corazón del texto y a los derechos fundamentales (más disolución de las Cámaras y referéndum posterior) y de tres quintos en los demás casos. Una mayoría muy amplia en la que difícilmente podría entrar el PP.
Además, los socialistas recogen más "imposibles" en su ponencia:
- Reemplazar el actual esquema de políticas activas de empleo por un sistema integrado de formación continua a lo largo de la vida, que permita "actualizar y transformar las competencias" de trabajadores y desempleados.
- Integrar progresivamente el modelo de formación dual en todos los grados universitarios y titulaciones de FP para que todo el alumnado, escriben los socialistas, "combine su formación teórica con una experiencia práctica" en empresas, entidades públicas o también ONG.
Se propone caminar hacia una verdadera unión política y fiscal en la UE, renovar el multilateralismo y las instituciones de gobernanza global y un fondo de resiliencia frente a la justicia climática
- Crear un programa estatal de becas, similar al de las de Formación del Profesorado Universitario (FPU), que permitirá a los jóvenes con mejores expedientes y rentas familiares medias y bajas dedicar un tiempo a preparar una oposición a los principales cuerpos funcionariales del Estado.
- Caminar hacia una Unión Europea que sea no solo un mercado único, sino una unión política y fiscal, cediendo más soberanía en áreas clave, incrementando los recursos gestionados por la Unión, ampliando prestaciones sociales e impulsando un pasaporte común para todos los ciudadanos europeos.
- Renovar el multilateralismo y las instituciones de gobernanza global. El PSOE plantea, como ya ha hecho Sánchez, una reforma profunda de Naciones Unidas y del sistema financiero internacional que dé respuesta a los grandes retos globales.
- Establecer un fondo de resiliencia frente a la justicia climática, para proteger a los más vulnerables, en especial en el medio rural y litoral. El partido se compromete a promover una transición ecológica justa en todas las actividades económicas a los efectos directos del cambio climático.
En la ponencia hay más de 230 propuestas. Entre ellas, un plan de 'leasing' de vehículos eléctricos o crear la figura del Defensor de las Generaciones Futuras
- Desplegar un plan de leasing de vehículos eléctricos. El propósito es que los ciudadanos puedan disfrutar de un coche en este régimen (alquiler con opción a compra) a un precio significativamente más bajo que el de mercado y sin cuota inicial.
- Crear la figura del Defensor de las Generaciones Futuras, encargado de analizar el "impacto entre los desequilibrios ecológicos, sociales y económicos y proteger los intereses de las próximas generaciones".
Los 15 puntos se incardinan en los cuatro grandes retos que, para el PSOE, definirán "el signo de nuestra época y el futuro de nuestros hijos" y en los que quiere estar a la vanguardia, dar "la respuesta". ¿Cuáles son? El primero, apuntan, es desarrollar un patrón de crecimiento distinto, que sea compatible con el bienestar del planeta, las "nuevas realidades demográficas y tecnológicas" y con la ambición de una sociedad que quiere trabajar "de forma distinta, tener más derechos y vivir mejor". Es decir, una economía "más humana".
El segundo desafío es la emergencia climática. Aquí se hace referencia a que si no se actúa, serán todavía más frecuentes y destructivos fenómenos como las sequías, los incendios, las DANA y las inundaciones. La solución ha de pasar por la reducción "drástica" de las emisiones de CO2, el rediseño de las ciudades y las infraestructuras y el cambio en la relación con la naturaleza. Y sin dejar de "generar riqueza" y sin dejar "a nadie atrás".
El partido identifica cuatro retos en los que quiere situarse en la vanguardia: un patrón de crecimiento distinto, la emergencia climática, la transformación del orden global y la lucha contra la ultraderecha
Tercer reto: la transformación del orden global. Para evitar caer en la "espiral de destrucción y miseria que asoló al mundo en el siglo pasado", es preciso crear una "nueva arquitectura internacional", con instituciones renovadas, nuevos acuerdos e instrumentos "más eficaces" con los que afrontar juntos fenómenos globales como la emergencia climática, la pobreza, la violencia, la gobernanza de la inteligencia artificial o los flujos migratorios.
El cuarto y último desafío es la lucha contra los valores autoritarios y de la "internacional ultra". El PSOE presume de ser el partido socialdemócrata que ha logrado parar el avance de la "ola reaccionaria", y debe por tanto dar ejemplo, desde "el optimismo, el rigor y los resultados", contrastando "sus relatos", los de la ultraderecha, con los datos y su "nostalgia" con su proyecto para construir "un futuro mejor". El partido recuerda que la extrema derecha ha ensanchado su base electoral y además ha entrado en gobiernos nacionales, regionales y municipales a menudo de la mano de una derecha tradicional que ha "traicionado sus propios valores para copiar los de la internacional ultra y blanquear su discurso antisistema". Este tándem, observa el PSOE, es una "amenaza directa a los valores y el bienestar de todo Occidente", pues persigue "desmantelar buena parte de los consensos y conquistas sociales" logrados en las últimas décadas.
La ponencia marco del PSOE contiene más de 230 propuestas que ahora deberán ser "enriquecidas y debatidas por la militancia" del partido en las próximas semanas. Las enmiendas habrán de ser planteadas primero por las bases, luego por los comités provinciales y finalmente en el propio 41º Congreso Federal de Sevilla. Será entonces, ya en menos de un mes, donde se defina el nuevo proyecto de los socialistas para los próximos años, la hoja de ruta que, como repite Sánchez, ha de guiar al Ejecutivo.
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hace 1 mes
¿Que las empresas paguen beneficios a los trabajadores? Ya existe la paga de beneficios.
¿Y qué ocurriría si hubiera pérdidas?
¿Un tipo del 50% para los más ricos? Que no ganen tanto como para doblegar la voluntad de los pobres y que éstos no sean envidiosos de lo que los ricos ganan.
hace 1 mes
Van a meter todas las ideas socialistas en la Constitución, y el que no piense como ellos es mala persona y lo que es peor derecha o ultraderecha. Vamos camino del pensamiento único.
hace 1 mes
Estos les cuelan al PP el Falcon vitalicio para su Sanchidad, una catedra hereditaria para Begoña y descendientes y un Bentley para Puigdemont, y si no a ver